Estoy a pocos pasos del chico pero otra vez siento esa pulsada que me advierte de algo, pero no sé de qué, que daños puede causar esto es sólo besar a un chico no es como si fuera a besar algún mafioso ¿cierto? ¿Pero que me pasa? por que algo tan simple causa esto en mí. Otra vez me echo moral y puedo llegar a él las luces hace que pueda ver su fornido cuerpo. Me acerco al sofá al lado de él, veo un vaso o si necesito un poco de licor lo cojo y me lo tomo, hago una pequeña mueca porque es licor puro. Ahora si llego la hora.
Me está observado mi cara no muestra ninguna emocional cojo su mentón y lo beso él se queda inmovilizado pero al par de segundos me sigue el beso pero con más urgencia. Ohh Mierda me puedo volver adicta a esos labios. Y si se me escapa un pequeño gemido. Él se separa de mi para tomar un poco de aire, cuando lo hace me intento levantar pero él come mi mano y vuelve y me besa, ohhh pero que bien besa.
Se deja de escuchar la música y se escuchar gritos como si estuvieran confrontándose varias personas, en ese momento los dos nos separamos y lo que hizo que me parará y saliera corriendo fue el sonido de un disparo.
Busco por los alrededores a ver si encuentro a Maud, pero es una pérdida de tiempo ya que todos están saliendo por las puertas y ventas espera que ¿ventana? Y es cuando me percató que lo están haciendo Pero por el sonido de las sirenas. O Mierda. Busco una salida pero todas se ven muy atascadas hasta las mismas ventanas.
Voy a la cocina, se me es muy difícil ya que voy contra la corriente. Cuando puedo entrar veo una puerta al fondo si no estoy mal esa debe ser la puerta al sótano y lo más seguro es que haya una mejor salida. Al abrir la puerta puedo ver un poco de telarañas y unas escaleras. Busco mi celular pero no lo encuentro.
- Mierda, Maud te voy a matar - susurro e intento bajar por las escaleras sin una linterna o algo que pueda ayudar a no matarme al intentar bajarlas. Me agarró de una baranda e intento no chocarme con la poca luz que ilumina el lugar.
-Oye con cuidado, te puedes caer, y ni quiero que mi princesita me le pase algo.
Esto no es normal he tenido mucho deja vu. Al estar pensando en esto me tropiezo con algo y me voy de cara con alguien haciendo que los caigamos puedo sentir su cuerpo y demasiado fornido.
Abro los ojos y me encuentro con el Dios de los besos, el chico del sofá.
- Hola- sonríe y algo de los ojos de él me llaman mucho la atención bueno todo de él me llama la atención. Me separo al sentir paso.
-¿sabes de alguna salida?- la pregunto cuando me he levantado y el también.
-Sí, pero ese vestido no sé si sea de mucha ayuda- me informa y observa todo mi cuerpo.
- Entonces que quieres, que me lo quite y quede encuerada- digo con una nota de enfado el me observa y decide volver hablar. -Te puedo prestar mi chaqueta - pies no será mala idea, y en vez de decirle me comienzo a quitar el vestido y él se queda embobado viéndome
- su quieres me prestas tu chaqueta- le sonrió con mucho fastidio. Escucho como murmura algo pero no es entendible.
Se quita la chaqueta y antes de que yo la coja el me la pone lo que hace que su cuerpo se acerque más al mío. Mi pulsación se aceleró y se escuchaba muy fuerte.
- La cosa es...- pausa intento comprobar si me puede decir o lo deja así, empezado.
-Pues si quieres habla- alzó una de mis cejas.
Sonríe y puedo ver esa perfecta sonrisa. Me pego mentalmente por a ver pensado en eso.
- Hay dos equipos los buenos y los malos, no, bueno tres y esos somos nosotros lo que estuvieron en lugar equivocado en el momento equivocado, ninguno de los dos equipos nos pueden encontrar porque enserio- suspira - No se sabe que sería peor- me mira e intenta averiguar lo que dice mi rostro.
-Bueno, en conclusiones estamos jodidos si nos pillan, entonces que comience las escondidillas- le sonrió y el me devuelve la sonrisa.