Sentí que alguien me removía con cuidado, no sentía su tacto ya que me tomaba solo por sobre la tela.
- Soojin ya hemos llegado, despierta.- dijo de forma dulce.
- Ya desperté.- dije mientras frotaba mis ojos con mis manos en forma de puños.
- Bien, bajemos.- dijo mientras me quitaba el cinturón de seguridad, en ese momento no me percataba de sus movimientos.
Bajé del auto y me dirigí a la puerta de mi casa, no traía llaves así que me vi obligada a tocar la puerta un par de veces hasta que mamá abrió.
- Oh, hola cariño, has vuelto temprano.- dijo mamá de forma cálida.
- La fiesta no estaba divertida así que tuve que regresar.- olvidé por completo que él se encontraba ahí, hasta que mamá habló.
- Vaya, ¿Quién es este chico tan guapo? ¿No que volverías con Min?
- Bueno, Min me abandonó así que él se ofreció a ayudarme.
- Buenas noches señora, soy Taeyang, su hija iba a volver sola, es de noche así que decidí traerla para que no pase peligro.
- Vaya, que chico tan caballeroso.- dijo mamá muy feliz, pareciera que le gusta verme con chicos.- Es tarde Taeyang, deberías volver a casa. Por cierto, te invito a que vengas a comer a casa como agradecimiento por traer a mi hija.
- Oh, no se preocupe, no es necesario.- dijo Taeyang apenado.
- Mamá, Taeyang tiene cosas que hacer, no creo que tenga tiempo de venir.
- No, estoy agradecida con él así que le prepararé una linda cena.- dijo mamá decidida.- El viernes a las 8:00 p.m ¿Puedes?
- Claro que puedo.- dijo Taeyang con una gran alegría.
- Que bien, nos vemos el viernes, ve con cuidado.
- Hasta luego y gracias.- le dije sinceramente.
- Fue un gusto, adiós.- dijo y se encaminó hasta su carro, arrancó y se fue.
Entré a la casa, estaba muy cansada y solo quería dormir. Mañana debía de reclamarle y meterle un gran golpe a Min por dejarme sola en una fiesta de adolescentes hormonales.
- Vaya que es un chico muy apuesto, ¿Te gusta?- preguntó mamá con mucha curiosidad y alegría en sus palabras.
- Claro que no mamá.- dije ¿Insegura?- él solo es un compañero de la escuela y es dos años mayor que yo.
- La edad no importa tonta. Te conozco, eres mi hija y estoy segura que terminarán juntos.
- Sí claro, cree lo que quieras. Tengo sueño así que me iré a dormir.
- Hasta mañana Soso, descansa y sueña con Taeyang.
- Mamá, no digas esas cosas. Buenas noches.
Subí a mi habitación riendo, ¿Cómo podía decir ese tipo de cosas mi mamá? Vaya que a veces puede ser un poco extraña. Me cambié de ropa y me dispuse a dormir.