Capítulo 2® [Debemos Conocernos]

1

[Detesta mi olor]

Fue lo pensó Mìnghào al ver a Soonyoung tapándose su nariz con una expresión de desagrado.

— Creo que me retiro, lamento tener un olor horrendo — Mìnghào hizo una reverencia de disculpa y después se fue sin voltear atrás.

Los demás quedaron sin palabras, él no fue el causante de ese olor, más bien era otro omega que pasó muy cerca de ellos y quedó impregnado en el aire. Cuando Soonyoung se dio cuenta de que Mìnghào se había ido fue muy tarde para disculparse. Había sido grosero de su parte.

—Puede que Mìnghào no te haya entendido, pero tus expresiones lo dicen todo. — comento Joshua.

— Sé que eres buena persona Soonyoung pero, no tenías que ser tan directo. — dijo Jun con tono autoritario.

— Lo siento. No era mi intención.

— Chicos me tengo que ir. Voy detrás de Mìnghào. Nos vemos luego — se despidió, fue corriendo tras el omega.

Los demás asistieron. Seokmin dio un golpe leve a Soonyoung.

La mayoría de los Alfas que Mìnghào conoció en citas a ciegas lo rechazaban por sus feromonas, sólo un día uno apareció agradarle y quiso darle una oportunidad pero fue en vano ese alfa sólo deseaba tener relaciones con cualquier omega. Comenzó al igual que muchos detestar su propio aroma. [Tal vez estoy destinado a terminar solo]

Con el tiempo conoció a Jun en una cafetería, él es beta así que no había algún problema con sus feromonas puesto que él no las sentía. Jun era muy buen amigo lo cuidaba y lo protegía de Alfas que se pasaban de listos. Juntos se mudaron a Corea y viven juntos, un amigo le recomendó a buscar por otra cuidad a su verdadero destinado, gracias a él Mìnghào tomo la gran decisión de mudarse, Jun ha sido alguien muy esencial en la vida de Mìnghào ya que sin él estuviera perdido y tal vez se hubiera suicidado con la idea que nadie lo correspondería. Jun le enseñó el idioma coreano a su amigo, fue un tanto difícil al principio ya que le tenía que repetir varias veces o simplemente te entendía con otro sentido. Luego de unas cuantas semanas conocieron a Mingyu, un alfa dominante. Ese tipo media casi los dos metros, Mingyu llenaba de mimos a Mìnghào, a él le parecía muy adorable su acento, de vez en cuando Mingyu le dice que es bonito o tierno y Mìnghào lo golpea. Odia tener que verse tierno. Detestaba el hecho de que todo mundo lo tratar como un niño. Nunca le gusto su lado tierno, pues era muy esencial en los omegas. Mingyu era vecino de ellos. Él no tenía el privilegio como todo alfa nacer en una familia renombrada, él trabajaba por sí solo y se las arreglaba para sobrevivir.

— Esta consonante la juntas con esta otra y forma una palabra que se pronunciaría así...— mostro la palabra escrita y la pronuncio varias veces para que el omega lo repitiera.

— ¿Y para...?— hizo señas con sus manos.

— oh. ¿Para llamar un mesero?

Asistió. — llo gi yo — le dijo Mingyu.

Mingyu le ayudaba de vez en cuando a Mìnghào con su coreano. Cada día mejoraba y hoy era día de salir solo. Quería conocer más de corea, visitar lugares turísticos y comer en restaurantes. No podía estar toda la vida a su beta, necesitaba también mantenerse.

— Con esto terminamos — dijo poniendo varios papeles sobre la mesa.

El omega suspiro cansado. Le dolía la muñeca de estar casi tres horas practicando escribir en coreano. Pero se divertía aprendiendo cosas nuevas.

— Muchas gracias por tomarte el día libre conmigo, Mingyu...mmm... ¿bebida?

— No hay de qué. Tengo suficiente tiempo libre. Claro, ¿de qué sabor tienes?

— Realmente no sé de qué sean. Aun no leo bien las etiquetas. — respondió avergonzado.

Mingyu apretó levemente las mejillas enrojecidas y se guio donde estaban las botellas.

— Este es manzana...— el omega asistió y repitió con él— este otro es de... ¿esto es Soju?

— Jun lo trajo ayer...

— No importa. Sigamos...

— Mingyu... ¿Crees que pueda salir?— pregunto nervioso.

— ¿Solo? ¿Quieres que te acompañe? No me molesta...

— Si... quiero salir... solo...

— Está bien, puedes salir. Jun regresará en un par de horas. Si te pierdes no dudes en llamarme.

— Gracias. — dio una reverencia.

— Me iré a mi casa... Llámame por favor si te pierdes o te ocurre algo — Mìnghào lo callo interponiendo un dedo en sus labios.

— Estaré bien, lo prometo. Mamá. — sonrió mostrando esa sonrisa tan tierna que siempre tuvo.

El alfa sonrió y dejo que Mìnghào se marchara a su habitación.

El omega entro a su habitación buscando ropa y algo de dinero. Trato de arreglarse y rociarse perfume por seguridad de que alguien detestara su olor. Salió con una mochila y su celular en mano.

Cruzo la puerta del departamento. Al fin estaba fuera. Sintió un poco de felicidad que sonrió sin notarlo. Camino hasta el primer piso y mirando por todos lados que le fueran posibles. Había cientos de personas pasando por las calles.













 

2





 

Jeong Han admiraba la foto que tenía. Estar solo en casa implicaba ver cientos de fotos de Jisoo escondidas en una de las carpetas de su galería. Las tomaba cuando estaba desprevenido. No le importaba si su memoria se llenaba con solo fotos de su amado alfa. Vale la pena tenerlo aunque solo sea mirándolo y regalando suspiros.
Se acomodó sobre la cama y siguió viendo una por una las fotos.

[Desearía que me amaras como yo te amo]

Jisoo pertenecía al club de Vóley, a veces por debajo de las gradas lo miraba. Le gustaba verlo jugar y sudar, alguien tan sexy como ese alfa no debería existir.

Apagó el aparato y se durmió en cuestión de tiempo. Hoy sus sueños estarían ligados a sus sentimientos de enamoramiento.