Déjenme ir [enhypen]

–3.

Me levanto con un fuerte dolor de cabeza en una habitación de color morado que no es la mía.

 

«¿Me secuestraron?»

 

Me levanto para revisar; un estante con algunos libros de cocina, DVD's de anime y algunos juegos. A un costado hay bolsas de varias tiendas de ropa.

 

«A esta persona sí que le gusta comprar»

 

En el escritorio, en medio de él, hay un reloj y algunos útiles.

 

«Okay, es de mi edad esta persona»

 

A la par de los útiles está el monograma de mi instituto.

 

«¿Serán los chicos?»

 

Sigo revisando la habitación hasta encontrar la puerta del baño, tomo un desodorante para defenderme.

 

Salgo cuidadosamente de la habitación y en la planta baja están cantando.

 

Lo único que queda en mi mente es la palabra “daze”

 

«¿Están cantando o haciendo un ritual?»

 

«¿Soy el sacrificio?»

 

Bajo cuidadosamente las escaleras con el desodorante en mi mano derecha, la música para y me pongo alerta.

 

Alguien está subiendo.

 

«¿¡Qué hago!?»

 

—Lily, qué bue... —No termina la frase porque aprieto el desodorante directo a sus ojos.

 

Tardo unos segundos en recalcular que es Ni-ki.

 

—¡Ni-ki! —grito en cuanto veo como el pobre talla sus ojos con desesperación.

 

Los chicos aparecen rápidamente y lo ayudan para que vaya al baño a echarse agua. Yo voy corriendo detrás de ellos.

 

Una vez que está más tranquilo, puede completar la frase.

 

—Qué bueno que te despertaste.

 

La culpa inunda todo mi ser y me acerco a abrazarlo.

 

—Lamento echarte desodorante, pero no sé de quién es esta casa.

 

Todos miran a Jay y este mira a otro lado.

 

—¿Ustedes estaban cantando... —Intento recordar la palabra—. daze, daze, daze? Algo así.

 

—Oh... Nos escuchaste. ¿Te gustó? —JungWon pregunta emocionado.

 

—Sí, pero luego pensé que estaban preparando un ritual para sacrificarme.

 

Me miran extrañados y comienza a reír.

 

—En todo caso, sería un pequeño sacrificio —Sunoo comienza a bromear y los demás se unen.

 

«No puedo creer que tengan tanta imaginación para bromear con la estatura de alguien»

 

—¿Ya finalizaron? —pregunto en el marco del baño mientras me cruzo de brazos.

 

—Sí, sí. No te enojes, Li... —Sung Hoon se acerca y apoya su brazo sobre mi cabeza—. Un perfecto apoyabrazos.

 

Y esa es la entrada para que nuevamente se burlen de mi altura.

 

—Ya! Tengo que preguntarles algo —Miro amenazante a Sung Hoon—. Quita el brazo o te lo muerdo.

 

Me mira asustado y se pone firme al igual que los otros para escucharme.

 

—¿Qué me pasó? Solo me acuerdo que estaba saludándolos.

 

—Jake rasca su nuca—. Bueno, luego de que ustedes se griten que se querían y Jay te hiciera un cora... —Es interrumpido por el nombrado—. No hace falta que le recuerdes lo que hice, ¿verdad? —Asiento—. Bueno, no me interrumpas. Estabas por cruzar la calle y te desmayaste, así que te trajimos a la casa de Jay.

 

—Ah... —Me quedo pensativa y recuerdo la voz—. ¿Saben si había alguna mujer cerca?

 

—No, ¿por qué?

 

—Es que escuché “La estamos perdiendo”

 

Los chicos se miran entre sí y Heeseung cambia rápidamente de tema.

 

—Qué raro, pero no le des mucha importancia. ¿Quieres ver lo talentosos que somos con nuestra canción de ritual?

 

Eso llama mi atención, pero decido no darle importancia, después de todo son los únicos en los que puedo confiar.

 

—Sí, vamos —Salgo del baño y abro una puerta.

 

—Por ahí no es, Lily —Jay toma mi capucha y me echa hacia atrás.

 

—Sé un poco delicado, ¿no te parece? —Acomodo mi capucha y camino hacia otra puerta.

 

—Por ahí tampoco es —Repite la  acción.

 

—Bueno... ¿Cuántas puertas tiene este lugar? —pregunto molesta.

 

Jay no suelta mi capucha y me guía hasta las escaleras dónde los chicos están esperándonos.

 

—¿Por qué tardaron? —Ni-ki levanta sus cejas.

 

—Se dieron besitos —Sunoo comenta riendo.

 

—Ja, qué comediante, Sunoo. Como estaba preocupada por Ni-ki los seguí sin darme cuenta que había tantas puertas en ese lugar.

 

—Ah... Eso explica porqué te tiene de la capucha —Jung Won ríe y comenzamos a bajar.

 

—Ya suelta mi capucha —Intento quitar su mano y no puedo—. Bueno, también te llevaré de la capucha.

 

Como puedo paso mi brazo por detrás de él y así tomar su capucha, bajamos así.

 

Sunoo nos está esperando en el último escalón con su celular y nos toma una foto.

 

—Esto va para nuestro álbum de recuerdos —dice antes de ir corriendo hasta su mochila y sacar una Mini Instax.

 

—No me digas que... —No puedo terminar la frase al ver cómo sale la foto de nosotros dos—. Quiero ver las otras fotos, por favor y también que me regales una donde estemos los ocho.

 

Él saca un álbum, antes de pasármelo, despega una imágen, me la entrega y la guardo en mi buzo. 

 

Comienzo revisando las fotos.

 

—¿¡Cómo vas a poner en recuerdo fotos donde me caí sobre una piedra y cuando me estoy ahogando!?

 

—Son divertidas —Sunoo comienza a correr por la casa, entra por puertas que nunca había visto y lo pierdo de vista.

 

—Jay —grito—. Me perdí por culpa de Sunoo.

 

«¿Esta casa tiene que ser tan grande?»

 

Al instante aparece y toma mi mano para salir, pero no para ir con los chicos.



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En el texto hay: fanfic, fandoms kpop, enhypen

Editado: 12.01.2024

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