No sé cuántas horas habrán pasado, pero me despierto con los gritos de los chicos, al parecer están discutiendo Jay y Jung Won. Pero... ¿por qué?
Nuevamente el dolor de cabeza, pero esta vez es más fuerte.
—Hey. —Llamo su atención—. ¿Por qué gritan?
—¿Te duele mucho la cabeza? —pregunta Sunoo y asiento—. Ya vuelvo.
Sunoo se dirige a la cocina y los dos que peleaban se callan. El mismo vuelve con agua y una pastilla, le agradezco por eso.
—Vuelvo a preguntar. ¿Por qué gritan?
—Ahhh... Sobre eso... —Jung Won rasca su nuca y patea al primero que tiene a la par, en este caso Sunoo, este lo mira sorprendido mientras se soba.
—Lo que pasa es que se estaban recriminando acerca de la situación que pasaste; desde cómo hablaron hasta cómo te dieron la bebida.
—Saben que confío al cien por ciento en ustedes, pero no sé que me dieron y eso me pone nerviosa.
—Es una medicina que tiene la profesora a base de plantas y esas cosas, a nosotros también nos sorprendió, pero fue nuestro último recurso después del médico.
—Mmmh... Okay. —Debo decir que no estoy muy convencida, actúan muy sospechoso y hay algo que no me quieren decir.
«¿Qué pasó verdaderamente después de que los saludara?»
Reviso mi celular, ya es domingo, debo ir a mi casa todavía tengo el uniforme, tengo que bañarme y lavarlo.
—Bueno, me voy, chicos. —Me levanto mientras entro a Maps para ver cuánto voy a demorar.
—¿Por qué? —Jake se acerca.
—Me voy desmayando dos días, mañana tenemos colegio. No me he bañado y ni he lavado mi uniforme. —Miro a todos, yo soy la única sucia allí.
—Está bien, pero alguien debe cuidarte —Heesung agrega.
—No, puedo cuidarme sola. Además... ¿Cómo puedo confiar plenamente en ustedes si siento que están ocultándome cosas?
La cara de los chicos cambia drásticamente.
«Creo que lo que dije estuvo mal...»
—Realmente dolió lo que dijiste, Lily. Estuviste por no sé cuántos años con personas tóxicas que si te desmayabas o algo así, te hubieran dejado tirada y aún así no confías en nosotros —Jung Won en cada palabra cambia su semblante, ahora está completamente serio—. Si ocultaramos algo, sería por tu propio bien.
«En gran parte tiene razón, ellos hicieron muchas cosas que los demás no. Pero, es feo sentir esta molestia de que me ocultan algo»
Ninguno habla, es la primera vez que nos encontramos en una situación así.
—Puedo ir a tu casa y luego irán los demás así te cuidemos. ¿Verdad? —Jay intenta animar el ambiente.
Los únicos que responden que irán son Jake y Heeseung.
Jung Won, Sunoo, Sung Hoon y Ni-ki dicen que ya verán si los dejan o si no tienen otras cosas para hacer.
Eso me hiere un poco, todos los días estamos pegados como chicles, conozco a las respectivas familias de cada uno y nunca se oponen a nuestras salidas.
Aún recuerdo ese día en el instituto, hicieron una fiesta por la familia, todos llegaron con sus familias y yo completamente sola. Al principio me miraron raro, pero luego me integraron con ellos.
Así que tengo de no tener familia, tengo siete ahora.
Tomo mi mochila, la caja con el regalo de Jay y salgo de allí sin despedirme. El antes mencionado viene corriendo detrás mío.
—Espérame, Lily. Cuando estás enojada caminas muy rápido. —Sujeta mi hombro para luego tomar la caja—. La llevaré por ti.
—Puedo llevarlo, gracias. —Intento tomarla nuevamente.
—No te enojes, por favor. Sé que te dimos motivos para desconfiar, pero los chicos se sintieron heridos por como lo dijiste —Jay hace un esfuerzo para explicar—. Sabes que sí vendrán después de todo.
—No estoy muy segura de ello. —Me detengo en seco—. ¿Los dejaste en tu casa?
—Sí, ya se habrán ido seguramente.
—¿Estamos yendo en la dirección correcta? No sé llegar desde tu casa a la mía. —Volvemos a caminar.
—Sí, no te preocupes. Solo estamos a diez calles.
—¿¡Qué!? ¿Diez calles? Voy a morir.
—Si quieres puedo llevarte en mi espalda todo el camino.
—No, no. Son diez, no vas a resisitir ni una.
Mientras caminamos comenzamos una mini discusión del porqué no me puede llevar en su espalda, sin darnos cuenta ya nos faltaban cuatro calles.
—Sigamos peleando y llegaremos —Le comento riendo.
«A pesar de que las cosas parezcan que están bien aún sigo con esa molestia de que algo me ocultan y en algún momento lo descubriré»
Por fin llegamos a mi casa.
Dejamos las cosas en un costado y me dirijo a la cocina por dos vasos de agua.
—Voy a bañarme y lavar mi uniforme, puedes hacer lo que quieras, ya conoces mi casa.
Él asiente y subo las escaleras, me tomo mi tiempo para hacer todo.
Bajo y me encuentro a casi todos, Jung Won es el que falta.
Me cruzo de brazos en cuanto veo a los otros tres que decían que ya verían si vendrían a mi casa.
—Ay, pero qué tierna. —Se acerca Sunoo a pellizcar mis mejillas—. No te enojes, Lily.
—Sí, sí. —Camino hasta el living, la mesa está ocupada por un par de cajas de pizza, snacks y bebidas—. ¿Y Jung Won?
—No sé, estamos tratando de comunicarnos con él. —Heeseung se aleja de donde estamos.
«Okay, me preocupa. Se enojó demasiado o algo le está pasando»
—¿Vamos a ver películas? —Sung Hong toma el control del televisor.