~Damián~
Siento que alguien habla, me mantengo con los ojos cerrados.
¡Oh no! Porfavor Dios que no sean ellos, que sea un sueño. Porf...
Son mis padres y los de Ali, ¡joder, no puedo abrir los ojos, no debo! Me voy hacer el dormido hasta que se vayan, pero como de costumbre ni eso puedo hacer ya que un grito me sobresalta y es imposible ignorarlos.
— ¡No lo creo! —abro lo ojos de golpe, despierto completamente al igual que Ali y allí mis esperanzas de que sea un sueño se van como el agua por la cañería del baño. Oh Dios, eso hasta para mí esta fuera de contexto. Menos mal que no estan nuestros hermanos, o la amable señora que hace el aseo y la que hace la comida ¡O el jardinero!
— Por dios ¡es que no saben lo que es privacidad! —les increpa de repente Alissa y ellos nos miran serios. Ella se calla al instante.
— ¡Jovencitos! ¡¿y todavía tienen cara de reclamar?! —mi padre si que esta serio, pero mi madre lo interrumpe preguntando lo que menos podría haberme imaginado y mi boca se abre en una gran O como la de Alissa.
— ¿Usaron condón cierto? —nos miramos, nosotros la verdad es que ni pensamos en eso— aunque por el estado de la cama, y las horas que son debería preguntar por condones mejor.
— Veo que no. —habla el padre de Alissa moviendo la cabeza.
— Pero... —comienzo a hablar y no me dejan terminar ya que me interrumpen.
— ¡Vístanse, los esperamos a ambos en la sala! —ordenan los cuatro muy serios.
Y luego de ordenar aquello se fueron al fin, nos miramos y veo a Ali roja como un tomate, y algo más, esta pensativa y sin habla. Lo que significa que esta preocupada.
— No usamos protección ¿qué vamos hacer si...
— No mi amor, no pienses en eso todavía.— ella mira hacia otro— ¡hey! mírame nena, estaré contigo ¿vale? en todo, pasa lo que pase aquí estaré. Sé que tenemos 19 años, pero ni sueñes que te voy a dejar otra vez. Cuando terminemos la universidad nos casamos, y si estas esperando a nuestro hijo, hay muchas maneras para qu...— me mira sorprendida frunciendo su ceño, sus ojos cada vez se abren mas, y sé enseguida lo que pasa por su cabecita— ¿no pensarás que te pediría abortar cierto?
— La mayoría de los padres...—yo la freno.
— ¡Nunca! Óyeme, nunca te pediría eso...te amo tanto— la abrazo pegandola a mi pecho desnudo, la aparto un poquitin y la hago mirarme a los ojos— que un hijo tuyo y mío sería una bendición, no lo merezco pero lo adoraría, te amo Alissa ¿me oyes? —ella asiente con los ojos llorosos, beso brevemente sus deliciosos labios. Limpio unas cuantas lágrimas que se le escapan de sus preciosos ojos y ella sonríe.
— Te amo Damián, pero nuestros padres ¿qué estarán planeando? —pregunta.
— Casarnos eso es seguro...—suspira contra mi piel.
— Tengo una idea, ellos no saben que nos amamos... Solo que nos acostamos. —me doy cuenta de su plan. Oh aquí viene el drama.
****************
~Alissa~
Y aquí estámos sentados en la sala, nuestros padres estan parados mirándonos justo al frente. <<Juro que en este momento parecemos dos delincuentes a punto de ser juzgados, por como nos miraban y escanean, nuestra sentencia no seria nada agradable>>
Y lo que es peor, fueron ellos los que irrumpieron en el dormitorio, ¿en este caso los delincuentes serían ellos no?
— ¡Se casarán! —sentencia el padre de Damián. Era algo que ya sabíamos que dirían.
— ¿Y porqué? —pregunto yo.
— ¿Cómo que porqué jovencita...—mi padre parece sorprendido con mi pregunta, pero Damián lo interrumpe.
— Es cierto lo que dice Ali, solo nos bebimos un par de tragos de más y bueno... una cosa llevo a la otra. Ya saben como son las hormonas a esta edad. —dice Damián en tono aburrido encogiéndose de hombros.
— No es algo de otro mundo saben. —hablo restándole importancia apoyando a Damián—además no lo quiero...
—Yo tampoco... —no sé en que estarán pensando en estos momentos, pero sus ojos estan muy abiertos, y ni que decir de sus bocas. <<Dios en qué momento se nos olvido el pestillo de la puerta>>
— Miren no nos quieran engañar con eso y tu Alissa, estas enamorada de Damián. Ahora lo veo claramente, todo ese disque odio, y...—hace una pausa mi padre, y se queda pensativo como si recordara algo.
— ¿Qué? ¿Enamorada De Él? ¡¡Yo!! Jajajajajaja como me voy a casar con este pedazo de idiota.—me apretó el estomago mientras me rio exageradamente.
— Y yo tampoco, .. es ridículo. —me apoya Damián enojado, mientras me mira ceñudo reír como posesa. Mientras tanto nuestros padres nos miran y yo por fin me calmo secandome unas lágrimas que caen por el esfuerzo. Si voy a actuar, ¿debo hacerlo bien no? Y por lo mismo, nos hacemos los aburridos. Yo me miro las uñas y él mira hacia la ventana.
— Entonces, si Alissa esta embarazada, ¿qué va a pasar? —pregunta mi padre y Damián comienza a toser, me apresuro a golpear su espalda algo fuerte, nadie debe saber que muero por abrazarlo.
— Bueno me hago cargo, pero casarme, soy muy joven padre. Además con ella mi vida sería un infierno. No es una cruz que quiero carga a mi edad. —dramatiza Damián.
— Yo también, es mejor esperar. Ahora si no les importa, tengo un hambre que temo comenzar a ver visiones. Así es que me voy a comer por el bien de mi salud mental. —me quejo, e ignoro la otra hambre.
— ¡¿Tienes hambre?! ¡Por Dios...— empieza a hablar o a gritar mi padre.
— Esta bien padre, si es por la salud mental tuya mi hambre puede esperar...—quiero seguir hablando, pero en ese mismo instante mi traicionero, o mas bien "salvador" estómago ruge y el de Damián lo hace a continuación.
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Editado: 06.10.2022