Noches de tormenta y realmente deberían llamarse: noches de tormento.
Tu imagen se planta en mis recuerdos, tu toque se hace presente, tu aroma vorazmente me desquicia, aniquila sin aviso.
Tus ojos oscuros me confrontan con la verdad, no te tengo, pero pareces tan real, te toco una y otra vez, siento tus brazos alrededor de mi cuerpo, tu calor, tus labios, a ti por completo.
Te abrazo fuerte para no despertar y volver a la realidad donde tú no estás y me calcina la soledad.