Delirios [ Taehyung-Bts ]

Seis.

Ya está. Lo que faltaba. La había liado al involucrarme con él, de eso no había dudas.

Suspiré. Ya tendría tiempo para contestar ese mensaje con entereza más tarde. Ahora debía ir corriendo donde Yoongi si no quería hacerlo esperar.

No tendría tiempo de arreglarme y tenía todo el maquillaje estropeado por la cantidad de horas de transporte y ajetreo.

Al menos nos veríamos en un lugar cercano a la clínica. Algo de compasión me tenía.

Tras correr como si me pagaran por hacerlo y apretujarme en el transporte público, llegué a tiempo. Yoongi odiaba que lo hicieran esperar. Y ya estaba allí sentado con su refinada y habitual elegancia de gato.

Al verme hizo un gesto de bienvenida con la mano y me sonrió con calidez. Vaya que necesitaba esa sonrisa ahora con lo que acababa de pasar.

—Hola enana. ¿Cómo te fue en el control? —Me preguntó amablemente.
—Bastante bien. —Saqué orgullosa mi hoja de rutina de mi bolso y se la entregué—. Hicimos esto.

La examinó con cuidado.

—¿Una rutina? Supongo que lo necesitabas. Me alegra saber que fue productivo.
—Sí. Lo único malo es que el doctor mantiene bastante las distancias conmigo.
—¿Y qué esperas? Es un médico.        
—Pues... Seokjin no era así.      
—Hablando de él ¿le vas a escribir?    
—¿Cómo lo haría? Él se ofreció como un príncipe a ayudarme en lo que necesitara, pero no puedo llegar e invitarlo a salir. Además, no sé nada de él. Puede que esté casado.
—El que no arriesga no gana. —Dijo Yoongi en tono burlón.

Un mesero se aproximó a nosotros y tomó nuestra orden. Ambos pedimos fideos negros. Me moría de ganas por probarlos, hacía mucho tiempo que no comía algo así.

—Hablando de tu rutina... ¿Volverás a cantar? —Me quedé en silencio—. Sé que es difícil para ti hablar de esto. No es necesario que lo hagas si no quieres hacerlo. —Dijo Yoongi con suavidad.    
—Sabes que para ti soy un libro abierto. Lo cierto es que no puedo dejar atrás una parte de mí sólo por lo que ocurrió... La música siempre me ha sido intrínseca. Y quiero dejar de una vez por todas mi pasado atrás. Ya han pasado dos años... y tengo que seguir viviendo.

Yoongi me miró sin decir nada, con una expresión ilegible. Al cabo de unos segundos me dijo: —Me parece muy valiente que lo intentes otra vez. Cuentas conmigo para eso. Sé... sé que lo de Taeyang no fue fácil para ti. —Al oír su nombre no pude evitar hacer una leve mueca de dolor.

La comida llegó y el tema cambió a Jimin.

—¿Cómo siguen las cosas con él?       
—Ayer peleamos sobre una estupidez. —Yoongi se notaba molesto al mencionar esto.
—¿Quieres hablar al respecto?  
—No hay mucho que decir. Tú sabes que odio involucrarme demasiado en tan poco tiempo. Jimin se ofendió porque después de acostarnos ayer me dijo que me quería y la verdad... no pude responderle. No porque no lo quiera ¿sabes? —asentí. Estaba al tanto de los problemas de Suga a ese respecto—. Sino porque... no me salieron las palabras. ¿Y cómo explicarle eso? Lo intenté, pero sólo resultó peor. Él cree que no lo hago porque simplemente no me nace hacerlo. Pero llevamos muy poco tiempo y... —hizo una pausa para beber un trago de su Coca-Cola—. No quiero comprometerme. Creo que lo quiero demasiado como para admitirlo y que luego las cosas salgan mal. No creo que lo pueda soportar.

Me quedé en silencio, buscando las palabras más adecuadas.

—Yoongi ¿no crees que de cierta forma las cosas salen mal cuando no se dice lo que se siente en una relación? -Me miró confundido.    
—Tienes razón, pero... No sé qué hacer con mi miedo.       
—Jimin parece ser un buen chico. Creo que deberías darle la oportunidad de demostrar que realmente va hacer las cosas bien. Se nota que te quiere, Yoongi, y es un cariño sincero. ¿Vas a perder eso sólo porque temes que al final las cosas se arruinen? Yoongi —Lo tomé de la mano por sobre la mesa— Si se arruinan se sigue adelante. Lo que importa es lo que se vivió y el darlo todo en esa experiencia. Aunque después te quedes sin nada. No se trata de perderse uno mismo cuando amas... —hice una pausa recordando mi dolorosa experiencia con Taeyang—. Yoongi, tú sabes... cuando ocurrió lo de Taeyang todo lo que era mi vida se desmoronó. Pero aquí estoy... rehaciéndome —no pude evitar que las lágrimas empañaran mi visión al recordar aquel doloroso episodio de mi vida— mentiría si te dijera que ya no me persigue su recuerdo. Pero la vida sigue, y el dolor remite. Además, estoy segura de que con Jimin las cosas no serían así.

 

Yoongi me miró emocionado y apretó mi mano entre las suyas.

—Maldición, Daphne, no me hagas llorar mientras como. —ambos reímos.     
—Lo que quiero decir es que Jimin se merece que le des esa oportunidad de amarte. Y tú te mereces darte a ti mismo la oportunidad de amar después de tanto tiempo.
—Gracias... Tus palabras siempre me infundieron ánimos, y esta vez no es la excepción. —Alzó su vaso de coca-cola y me indicó que hiciera lo mismo para que brindáramos—. ¡Gonbe!
—Por nuestra amistad. Y por Jimin. —añadí riendo.

Conversamos por un par de horas más y luego salimos del restaurante.

—Te acompañaré a casa. —Dijo Yoongi con resolución.     
—No tienes que molestarte...    
—Daphne, son más de las nueve de la noche. No te dejaré caminar sola por las calles.
—Está bien. Gracias, Yoongi.



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En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

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