3.

Después de todo, lo había convencido para que me acompañará a un concierto de música clásica, era algo que no quería él pero accedió después de decirle que se quedaría sólo, aceptó. Los boletos estaban al 2x1, había pensado en invitar a Alex, pero estaba Alastor, así que, por qué no él. Ya era de noche cuando llegamos –Bien, ya llegamos – le dije mientras veía el Palacio de Bellas Artes.

–Bonito, nosotros no tenemos eso en … – detuvo la oración.

–Si, ya se dónde. – entramos en silencio y nos acomodaron en nuestros asientos. A los pocos minutos se corrió el telón y salió el director.

Estaba tan embobada viendo el escenario qué ni me acordé de él. Empezó a tocar y no pude evitar sonreír.

–Tienes razón – me dijo al oído, sentía su aliento chocar contra mi oreja – me gusta está música.

–Serán casi dos horas de música – me giré para verlo – su nariz y la mía chocaron. Ignoré a todos y sólo me centre en sus ojos. 

Él se retiró y volvió a acomodarse en la silla. Morí, no puedo mentir, algo en mí me decía que terminaría enamorándome de él. El concierto acabo y esperamos a qué todos salieran. Íbamos en silencio.

–Vaya clima – mencionó para él. Había empezado a llover, maldije una vez más el clima de la Cd., México. –¿Me oíste…? – me preguntó.

–Eh… Si, el clima es cambiante… Deja pido un taxi – saqué mi teléfono y busqué un Uber.

–¿Qué es eso…? Veo que muchos no prestaron atención al concierto por estar con eso – señaló.

–Es un Smartphone… – dije cómo si fuera la cosa más simple del mundo 

Alzó una ceja – ¿Qué es un Smartphone…?

–Es un teléfono móvil… Puedes tener contacto con todo el mundo…

–Es un distractor… También vi qué estaban grabando con eso… 

–Si, puedes tomar fotos y vídeos… – le mostré cómo funcionaba.

–¿Porqué no grabaste…? – preguntó, esto era más una plática informativa del celular.

–Bueno, prefiero tener recuerdos en mi cabeza – sonreí, la verdad era que me había quedado sin almacenamiento…

–No intentes moverte – habló un tipo atrás de mi… – Dame todo lo qué tengas.

–Ok… – vi de reojo a Alastor, estaba tan despreocupado como siempre.

–Oye amigo… – dijo por fin – Vete, no queremos problemas.

–Entrega tu cartera o tú novia sufrirá un corte – me susurró 

–Será que te vayas por las buenas… – puso sus manos dentro del pantalón. Todo se movía lento a mí vista. Vi a Alastor tomar el tipo del cuello para tirarlo. – Vete – le dijo, su mirada tranquila cambio, era fría y penetrante.

–¿Qué mierda eres…? – su voz se cortó.

–Tienes tres segundos para irte o yo mismo te envío al otro mundo.

Vi a un Alastor distinto, no era el tipo relajado qué había estado conmigo en estos días, estaba preocupado… No sé sí sea la palabra correcta, pero se le veía distinto, puede observar que sus ojos eran más oscuros, y vi como en su sonrisa, un poco sádica, sí voz era distinta.

–Dos… – habló con su voz ronca. El tipo corrió por su vida. –¿Estás bien…? – me preguntó sacándome de mi shock.

–Si, sólo es el susto… 

–Bien.

–Tus… – señalé sus ojos, ya no había rastro alguno de sus ojos color chocolate, habían cambiado eran completamente negros .

–No es nada, pronto pasará – se sobo los ojos. 

–No es necesario qué me digas. – puse mi mano en su hombro.

Sonrió, no sé si lo hizo a fuerza o fue natural, pero sus ojos ya habían regresado a su forma normal. Llegó el Uber y nos dirigimos a mí departamento, no hablamos de lo sucedido.

*****

Alguien gritó.

–Qué mierda… – me levanté como alma que lleva el diablo de mi cama.  Cuándo te das cuenta que tu alarma no sonó porque pusiste mal la hora, PM en vez de AM. Hablaba en latín, no le entendí mucho; corrí a su lado, estaba temblando y sudando, quité las cobijas y verifique sus signos vitales – mierda… – su pulso era superior, sí seguía así podría tener una arritmia cardíaca y después un paro cardio respiratorio. –está teniendo un episodio de TEPT. Si sigue así puede colapsar y su cerebro puede hacer qué caiga en un coma momentáneo … – debía sacarlo de ese estado, pero sería difícil. Si cambiaba su estado de manera muy rápida su cerebro podría tener consecuencias a largo o corto plazo.