No me había percatado de que estaba perdida en mi cabeza, entre mis pensamientos atropellados y mis emociones confusas.
— ¿No te hizo daño, verdad? ¿Estás bien? — preguntó, mientras tomaba mis brazos con suavidad, al parecer tratando de calmarme al moverlos ligeramente de arriba a abajo. Su contacto se siente cálido, reconfortante, como si intentara anclarme a la realidad.
—Si… si estoy bien— dijo mientras me zafaba de sus manos y me tapaba el rostro con las mías. —Aparte… ¿Quién me haría daño? — agregué, en voz baja, sin mucha convicción.
—Interrumpo— dice el que estaba detrás de nosotros.
Veo que Isaac no esperaba su llegada y parece un poco molesto. Por mi parte, al verlo sigo sintiendo algo extraño dentro de mí, como una mezcla de celos y ¿curiosidad?.
—Veo que ya conseguiste nueva amiga, Clark— dice en un tono retador
—Bueno, solo venía para saber si estas bien. Veo que este te está empezando a gritar— voltea a ver a Isaac con una pequeña sonrisa y una mirada fulminante.
Esto se estaba poniendo tenso. Involuntariamente, doy un paso atrás. Al hacerlo, Isaac se acerca a él. Lo tomo de la mano, y en este instante, siento que mi corazón se acelera al máximo.
—Deberías irte, Prescott— dice Isaac, apretando ligeramente mi mano.
—Okey— dice Prescott. Da unos pasos, se detiene y gira hacia nosotros — Ah y gracias por él “te quiero” de esta mañana, Miller— me guiña el ojo derecho.
—No era para ti— digo rápidamente, estoy confundida ¿como es que sabe mi nombre?
—Lo sé… ya quisiera.... — dice algo más, pero no alcancé a escuchar. Lo dijo con un tono más bajo, un tono casi inaudible.
— ¿Qué fue lo que dijo Isaac? — pregunto, todavía asustada.
—No lo sé— lo dice sin apartar la mirada de Prescott. —Se hace tarde. Será mejor que nos vayamos. — añade, guiándo me hacia la camioneta.
Sigo confundida por todo lo que acaba de pasar. Tengo muchas preguntas sin respuesta, ¿sabrá algo Isaac de lo que ocurrió?
— ¿Quién era él? — pregunto, mirándolo.
— ¿Quién, Harry?, relativamente nadie importante. Va en nuestra escuela… también está en algunas de tus clases, aunque casi nunca entra. Los maestros lo pasan igual.
—¿En serio? —dije, un poco incrédula.
—Eso dicen. Hay rumores por todos lados. Que paga a la escuela, que tiene algún trato con la directora, incluso que su familia tiene conexiones turbias.
—Unos dicen que lo vieron saliendo de la dirección con un sobre lleno de esos gruesos, ¿sabes? Supuestamente estaba “agradeciendo” a la escuela por su comprensión con las faltas. Otros juran que su papá es algo así como un mafioso retirado. Ya sabes cómo son los rumores todo se exagera, parecen cosas que suenan a película... aunque, quién sabe, con Harry, nada suena tan imposible. — responde sin mucho interés, pero entonces me mira brevemente, curioso —¿Clary que ha sido ese “te quiero” que le dijiste? — me mira rápidamente.
—Fue una confusión— respondo, algo avergonzada —iba saliendo del auto cuando me dejó. Mi hermana se fue tan rápido que ni un adiós me dijo, entonces me enojé un poco. Pensé que lo había dicho en mi cabeza, pero lo dije en voz alta… y me vio el... Entonces por eso se iba de la escuela— explicó.
—Como te dije, casi nunca entra—dice, seco.
Hay un pequeño silencio. Solo un par de segundos, pero parecen minutos tan incómodos.