Demons (libro 2. Ángel Rebelde)

Suposiciones

Una vez que los jóvenes habían abandonado la librería, Abe había ido a colocar en su lugar el libro que había estado leyendo Maureen, pero estaba en ello cuando sintió la repentina alteración de la energía, y aunque sabía que no era en su local, igualmente sabía que debía ser muy cerca y quién la estaba causando, pero sabiendo también quién era uno de los recientes visitantes, no tenía ninguna duda de que estaba relacionado con aquel muchachito, de manera que se apresuró hacia el lugar de los hechos donde efectivamente encontró a Dev y a sus amigos rodeados de las personas menos recomendables del mundo, pues el grupo de malhechores estaba compuesto por un par de hijos de Nephilims y varios shedims. Casi al mismo tiempo se presentó Araxiel junto con varios Nephilims y liquidaron el asunto en un muy breve lapso de tiempo, pero como Abe no podía ocultar de ninguna manera su antipatía por la progenie de los ángeles caídos, al escucharlo y como cabía esperar, Araxiel enfureció y reaccionó en consecuencia.

  • ¡Largo!  --  exclamó
  • No tienes autoridad para echarme de ninguna parte

Como Araxiel aún tenía en la mano su Adilik, lo empuñó con  más fuerza mientras avanzaba hacia Abe.

  • ¡Papá!  --  exclamó a su vez Dev

Él no le prestó ninguna atención al chico y se le fue encima a Abe, pero aquel enfrentamiento fue aún más corto que el anterior, porque inmediatamente entre otro destello de luz brillante aparecieron Limeriel y Heylel.

  • ¡Basta!  --  ordenó Heylel

En forma automática los dos individuos se detuvieron, y al menos en el caso de Araxiel, parecía haberse calmado por completo en forma repentina.

  • Parece que tienen muchos deseos de que Yibril nos fastidie –  dijo Heylel
  • Sin duda éste los tiene –  replicó Abe  señalando a Araxiel – Y déjame en paz Limeriel, estoy bien – agregó apartando a Limeriel – Este cretino no es tan bueno como cree
  • ¡Lárgate antes de que…!
  • Ya te dije que no puedes darme órdenes
  • Tal vez no él, pero yo sí  --  dijo Heylel y Abe lo miró con ira
  • Lo que tú deberías estar haciendo es matando shedims
  • Eso hago Abe, pero no me fastidies
  • Teniendo en cuenta la fecha, espero que por lo menos a una la hayas despachado ya

Dicho esto desapareció, después de lo cual Heylel se giró hacia Araxiel.

  • Noah…
  • No me digas nada, sabes perfectamente que ese infeliz es extraordinariamente bueno para hacerle la vida miserable al más paciente, y si a eso le sumamos que me odia, pues…
  • No te odia – lo  interrumpió Limeriel
  • Creo que papá lleva razón, tía Leah – opinó Dev – y si no lo odia a él, es claro que a mí sí
  • Si fuese así no habría venido en tu ayuda – insistió ella
  • Tal vez vino solo porque odia más a los shedim que a mí – porfió Dev
  • Deja de decir necedades – intervino Heylel
  • No son necedades tío Virgil, solo  un poco antes y mientras estaba en su librería, me dijo que lo mejor que podía hacer papá era entregarme él mismo a Mikhalyáh
  • ¡Cretino miserable!  --  escupió el padre de la criatura
  • ¿Qué hacías tú en la librería de Abe? – preguntó Heylel con suspicacia, porque conocía bien a Dev y sabía que aquel niño era especialista en fastidiar al prójimo, máxime si el mencionado prójimo daba muestras de que tenía éxito en su propósito
  • Fui a consultar un libro – le contestó él
  • Veamos Dev, en casa dispones de todos los libros que puedas necesitar ¿Por qué razón tenías que ir a una librería y precisamente a la de Abe?
  • Porque no puedo llevar a Maureen a casa – contestó él
  • ¿Maureen? ¿Estamos hablando de la misma Maureen?
  • No fastidies tú también tío, claro  que es la misma, no conocemos otra

Entre los otros tres se cruzó una mirada de preocupación que naturalmente no pasó inadvertida a Dev. Ya él sabía el interés que su padre parecía tener en Lil, la Nephilim amiga de Maureen, pero en esta ocasión le pareció que había algo más.

Heylel por su parte estaba seguro que Lil no podía estar involucrada en todo aquello, pues de haber sido así, él lo habría sentido y además Kellen le habría dado aviso inmediato. No obstante, el hecho de que un grupo de shedims emboscara a Dev a plena luz del día, y aunque hubiese sido en una calle solitaria, era una mala señal, pues era indicativo de que lo estaban siguiendo, la pregunta era por qué, y lógicamente su primer y casi único pensamiento era que estuviesen tras Lil.

  • Debo marcharme 
  • Virgil, no tiene que…
  • ¿Ah no? – la interrumpió él
  • No – dijo ahora Noah
  • Pues si alguno de ustedes tiene una mejor explicación me encantaría escucharla, pero no tengo tiempo justo ahora




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