Capítulo 28

Coreen se había quedado callada, dejando un silencio entre nosotros por unos segundos, resultó un poco incómodo, pero era algo normal, después dejó la computadora a un lado, y se animó a hablarme.

—Hermana sí, yo tengo que decirte algunas cosas —me confesó —No te había dicho que tengo novio y sí; hemos tenido relaciones. Mi novio usa condón, por ese lado no te preocupes.

«Vaya hasta que se animó a hablar». 

Bien por ella, pero pensé de que ella no sólo tenía que aferrarse al uso del condón, porque se podría romper.

—Está bien pero creo que debes de usar algún método de planificación —le recomendé mientras me sentaba junto a ella —. Puede haber un momento en que se rompa, y después el dolor de cabeza.

—Soy menor de edad, a mí no me van a vender ese tipo de medicamento —reclamó —. ¿Qué crees que diría nuestros padres si le digo que me compren unas pastillas? Se atreverían a tirarme por las ventanas, y tú misma ni se si me harías el favor. Además no me gusta conversar sobre mi vida privada con todo el mundo.

De hecho Coreen solía ser reservada, ella casi nunca me habla se sus novios, pero sí indagaba en mi vida constantemente. No había equidad en ambas por más que la queríamos poner.

—Descuida yo te lo compro —le aseguré y le di un toque en su cabeza —. Quiero que confíes en mí para todo. Pero lo que no me agrada de ti, son tus salidas nocturnas a escondidas de todos.

—Gracias Denis —me abrazó y me dio un beso.

Amé ese momento que se producía muy difícilmente, eran pocas.

—¿Cuándo me lo vas a presentar? —le pregunté chocando mi hombro derecho con el de ella —. Tengo que conocer a mi cuñado, y saber que clase de novio tienes, ojalá no sea con uno que parezca Drácula. Como el chico aquel que tenía pacto con Satanás.

—Cuando quieras Denis —me contestó de mala gana —. Y no critiques mis gustos que yo no critico los tuyos.  

—¿Qué tal si mañana? —le pregunté.

—Está bien, te lo preguntaré —me respondió —. Así dejarás de preocuparte, y controla tus sentimientos ridículos hacia mí.

Justo en ese momento recibí una llamada entrante, desvíe mi mirada de Coreen, tomé mi móvil y vi que era Alvaro, le contesté la llamada y salí de la habitación de mi hermana. Caminé hacia a mi habitación mientras conversaba con Alvaro.

—Hola Denis, te llamé para darte las buenas noches y poder escuchar tu voz.
—Ay Alvaro, pero si nos vimos hace have rato.
—Sí, lo sé. Pero aún te extraño. ¿Qué haces?
—Estoy en mi habitación, mirando el techo, nada más mientras converso contigo. ¿Y tú?
—Igual que tú. Bueno te sigo escribiendo, sólo quería escuchar tu voz.

Colgó.

Dejé mi móvil arriba de la cama, tomé una ducha y seguí conversando con Alvaro por whatsapp. Cuando me cansé de teclear me despedí y me eché a dormir. 

Pero en poco rato escuché un sonido extraño, me levanté y miré por la ventana vi lobos afuera. Me quedé perpleja, porque nunca había visto esos animales por casa, ignoré el hecho y me recosté de nuevo.