Capítulo 39

Me tumbé sobre mi cama recordando a Alvaro y cerré los ojos luego los abrí, de verdad que me estaba gustando Alvaro. Pero aún sentía dudas, me tambaleaba sobre una balanza, si continuar conociendo a un hombre lobo o si darme la oportunidad de conocer a un simple mortal. El asunto era un poco complicado ya que nunca me había topado con un ser sobrenatural. Aveces escuchaba versiones sobre seres sobrenaturales, pero jamás pensé que podría ser tan real como lo estaba viendo. 

«¿Y si llegara ser un ser que devora a las personas?».
«¿Y si me chupa la sangre?».

No podía emitir juicios de valor, porque aún no conocía en lo absoluto sus intenciones. Hay personas que suelen tapar su verdadera personalidad con mentiras y mucha falsedad.

De pronto entró mi hermana y detuve mis pensamientos para conversar con Coreen. Cerró la puerta con su pie derecho, se acercó a mí, se sentó en el suelo, cruzó sus pies y giró su rostro hacia mí.

—Denis, Elías quiere que nos veamos más temprano, si es posible que sea ahora —me dijo, estrujándose la cara —. Me imagino que no hay ningún tipo de problemas y que no tienes nada que hacer. ¿Verdad?

—Por mí no hay problema Coreen —pronuncié lentamente moviéndome de la cama —. ¿Ya conociste al nuevo huésped?

Coreen me miró extrañada.

—¿Nuevo huésped? —cuestionó incrédula.

—Sí, se llama Lester —le respondí pensativa —. Al parecer no te lo han presentado, yo lo supe cuando vino.

—Ah —guardó silencio —. ¿Y qué tal? ¿Es guapo? ¿Cómo se ve? —preguntó Coreen curiosa —. Podría ser tu nueva pareja.

—Es lindo, pero no te adelantes. 

—Entonces yo podría seducirlo —dijo Coreen jugando con su cabello.

La miré sorprendida. 

—Coreen, tienes novio —le reproché sorprendida —. ¿Piensas estar con los dos? Por favor, evítanos un problema en nuestra propia casa.

—¡Denis no seas ridícula! ¡La gente hoy en día no es fiel! —exclamó Corren —. Te recomiendo a que tenga varios novios porque tus novios harán lo mismo, es mejor tener tres que uno. Si uno se va, te quedarían dos.

—Lo siento, yo no pienso como tú. 

—Boba —Coreen rodó los ojos.

Por unos minutos cortos nod inundando en silencio. Luego Coreen se sentó sobre mi cama y se echó a dormir ahí. Voltée mis ojos, me aproximé a ella e hice que se moviera, se movió y se fue a bañar. Yo me cambié de ropa. Cuando finalizando tomé mi móvil y abandoné la segunda planta. 

Caminando hacia la sala de estar me topé con Lester, aquel muchacho lindo que de seguro mi hermana intentaría ligar, chocamos de repente, ninguno lo pudimos evitar, cuando nos compusimos por el impacto Lester dijo algo que me dejó pensativa.

—No confíes ni en un sombra, porque quien hoy te brinda su amor, mañana te podría herir —murmuró.

Me quedé paralizada. «Por qué él habría dicho eso». Ese chico sí que era extraño. «Será qué conoce a alguien cercano a mí», en verdad no lo sabía, no sabía que decir. 

—Hoy no puedes entender mis palabras pero; mañana sí y te acordabas de mí —prosiguió. 

Después de decir lo que quiso decirme, se retiró. Esperé a Coreen para salir, y luego le notifiqué a mamá de nuestra salida.