Realmente no sabía que responderle a Lester, pero no tenía ganas de iniciar una relación en esos momentos. Él lucía muy atractivo y todo pero no eran momentos para hablar de amor o cosas parecidas.
—Tiempo al tiempo, Lester.
—Sí, tiempo al tiempo.
De momento sentí curiosidad por saber un poco sobre su vida amorosa.
—¿Y qué me dices de tu vida amorosa pasada? No he sabido nada de ti en ese plano.
Suspiro.
—Es complicado, Denis. Ya te había dicho anteriormente de que no quería tocar ese asunto por el momento, y no es porque este sufriendo o algo así, es que un tema muy delicado lo cual envuelve varios aspectos y perdona. Mi relación pasada verdaderamente fue un caos, quizás en un futuro entenderás sobre el asunto.
—De acuerdo, lo que tu digas.
—¿No quieres salir hoy?
—Hoy no, Lester. Si quieres salir sal, no tienes que quedarte aquí por mí. Eres libre de hacer lo que quieras, además me encanta la soledad.
—Todavía no tengo planes aún.
—Ya no tengo lágrimas para llorar —cambié de tema—. La vida misma me ha cambiado antes solía ser una llorona, ahora parezco una persona fría y un poco amargada.
Ambos nos quedamos callados hasta que Coreen llegó. Lester aveces solía dejarme con la palabra en la boca. Iba a pronunciar algo cuando Lester me detuvo y se inclinó a decirme algo.
—Denis, déjamelo a mí, ve a tu habitación, confía en mí —me susurró.
Entendí sus palabras. Rodée los ojos, pero me incómodo porque le iba decir muchas cosas a aquella hermana rebelde.
—Está bien —mascullé.
Sonrió.
Coreen tomó su móvil y al parecer llamaba a alguien. Se la dejé a Lester y me retiré del lugar sin decir ni una sola palabra, subí hacia mi habitación. Sólo le di una mirada a Coreen antes de fijar el último escalón de las escaleras. Ella entendía muy bien el motivo de mi silencio y decidió ignorarme, pero dependiente de lo que Lester creía yo no iba a callar por una eternidad, porque sentís que le estaba haciendo un mal y merecía un castigo por parte de mis padres aunque Lester se opusiera.
Esperé en mi habitación como por dos horas a Lester hasta que al fin llegó, luego de hablar con Coreen, era muy apoyados.
—Tranquila hablé con ella, cálmate —me dijo tratando de calmarme.
—Lester —lo llamé—. Ven, siéntate aquí, por favor.
Indiqué con mi mano derecha a que se sentara junto a mí. Llegó a mí sin preámbulos. Cuando estuvo a mi lado, apoyé mi cabeza en su hombro. Lester había sido un buen amigo para mí y para Coreen.
—Te amo Denis —susurró Lester.
Yo continuaba callada. Cerré mis ojos y luego me incliné para dormir. Ya era tarde en la noche.
En la madrugada desperté porque sentí algo encima de mí, no podía ver que era, percibí que Lester también tuvo ese evento extraño. Estaba oscuro no sabía que era, sólo sentía algo que me aplastaba.
—¡Lester! —grité.
—¡Denis! —gritó Lester —. ¡Estamos atrapados!
—¡Sí!
En un rato largo, lo que estaba sobre nosotros se había ido. Nos volvimos a componer y me dirigí a encender la luz. No había nada. Todo estaba normal. Nos volvimos a acostar y nos venció el sueño.
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Editado: 29.05.2024