Capítulo 34

El sábado en la tarde...

Tomé el auto de Helen prestado para pasar a buscar a Carmen, cuando fui a su casa no estaba lista, la vi nerviosa y ansiosa.

—Vamos apúrate, espero no hacerlos esperar mucho, lo hago por ti, acuérdate que el mismo Paulo pausó este día, ojalá tengas suerte —le dije mientras le peinaba el pelo.

Se puso una playera ajustada al cuerpo, junto con una mini falda y unas sandalias. Salimos rápidamente. Llegamos a un club, donde había piscina, bar, restaurante, canchas de juegos y otras cosas más. Paulo y Leo reservaron un lugar para nosotros. 

—Llegamos no fue en vano la espera —dije con las mis manos puesta en sus hombros.

Paulo y Leo se voltearon. Me devolvieron la sonrisa.

—Siéntanse por favor —dijo Leo.

Me senté en frente de Leo para que Carmen se sentara en frente de Paulo.

—Buenas tardes —saludó Carmen a los dos, mientras caminaba.

Ellos le devolvieron el saludo, Paulo poseía una mirada encantadora, Leo se veía tierno, su voz era dulce. Ambos tenían sus encantos. Durante la semana estuvo conversa en un grupo de whatsapp los cuatro, mi fin era que Carmen pudiera cumplir sus fantasías con Paulo.

—¿Qué haremos aquí? —cuestioné.

—Lo que ustedes quieran —respondió Leo.

Este poseía una voz y un encanto que podía derretir a cualquier mujer, Helen durante la semana me miraba extraña, como advirtiendome con los ojos.

—Me gusta jugar tenis y golf no sé, si hay canchas aquí de esos deportes —comenté.

—Por supuesto que los hay, podemos ir más tarde, no sé si tu amiga... —afirmó Leo.

—Yo sé jugar tennis pero golf no —contestó Carmen.

—Te podemos enseñar —respondió Leo.

Carmen asintió.

—¿Quieren algo de comer... beber? —preguntó Paulo.

—De tomar sí, que no sea fuerte ni ligero —sugerí.

—¿Sidra? —preguntó Paulo.

—Sí —afirmé.

Paulo giró su mirada hacia Carmen.

—¿Y tú Carmen? ¿Qué quieres? —cuestionó Paulo.

—Lo mismo —respondió.

La orden no se hizo de esperar Paulo ordenó una botella de sidra, en medio de copas y risas pasamos un buen rato, ya Carmen se había soltado un poco, cuando vi que estaba incluso buscando conversación le dije a Leo a que me llevara a jugar golf.