Voy camino al paradero del bus, los pensamientos bailan en mi cabeza, siento que me voy a volver loca, pienso que porque mejor no me quedé en cama, decir una mentira, decir que amanecí enferma y así no levantarme, no… esa excusa ya la use ayer no puedo faltar dos días a la universidad, después quien se aguanta a mis padres gritando que están botando el dinero del semestre, además ayer no me creyeron mucho, y nuevamente mi mamá dijo que era pereza, que si seguía así me iba a retirar de la universidad y me iba a obligar a trabajar en el almacén de muebles del pueblo, todo menos eso, - si uno realmente se quiere deprimir y morir de tedio, trabaje en el almacén de muebles-, además tengo que entregar un trabajo y no puedo darme el lujo de perder la materia, en fin.
- Respira, sonríe, y sigue respirando, que nadie note tu tristeza.
- Vas a llorar, vamos llora, sabes que yo estoy acá para ser tu paño de lágrimas.
Siento que las lágrimas corren por mis mejillas, no se que me pasa, siempre lo mismo, siempre esa opresión en el pecho, esas ganas de no continuar, de no hacer nada, de simplemente quedarme dormida y no despertar.
Por fortuna estoy sola en el paradero, así nadie verá mis lágrimas.
Oh, ahí viene mi transporte, vamos sonríe Toñito no tiene porque verte triste.
- Buenos días Toñito, que tal amaneciste, se ve que hoy será un lindo día, el sol brilla en todo su esplendor.
No como las nubes grises que cubren mi vida.
- Buenos días Val, tienes razón hoy va a ser un día espléndido, pero lo mejor de mi día es tu hermosa sonrisa, ayer no te vi, ¿saliste más temprano?
- Oh, no, amanecí un poco indispuesta, creo que comí algo que me cayó pesado, pero ya estoy bien.
- Lamento escuchar eso, pero bueno me alegra que hayas amanecido mejor.
- Si, gracias, adiós Toñito, que pases un buen día.
Ah, Toñito, el fiel conductor del bus, podría confiar en él y abrirle mi corazón, sé que él me escucharía, pero de pronto cambie lo que piensa de mí, y deje de ser mi amigo, siempre me hace sonreír, es un rayito de luz en mi vida, lo conozco desde siempre, desde que era una pequeña niña y él todavía era un joven, bueno no tanto, pero era más joven, es como ese abuelo bonachón que nunca tuve.
El dia pasa como cualquier otro, se desliza lentamente entre clases, exámenes, y muchas cosas más, bueno no ha sido tan mal el día, me saque 4.5 en el parcial de estadística, y el profesor de economía me felicitó por mi trabajo, dijo que se veía muy prolijo, espero sacarme un 5, o un 4 al menos, realmente necesito esa nota, la última no estuvo bien, un 3.5 baja mi promedio y no quiero tener una escena en la casa, siempre que bajan las calificaciones se arma un drama.
Cuando terminan las clases, me dirijo a mi casa, nunca me ha llamado la atención irme con mis compañeros a "tomar algo", no importa que sea viernes y mañana no haya que madrugar, tampoco es que sea muy amiga de ellos, prefiero irme a casa y encerrarme en mi habitación.
- Buena idea, además que les vas a aportar a ellos, lo único que vas a lograr es que se den cuenta lo patética que eres.
Cuando llego a casa son casi las seis de la tarde, tengo algo de hambre, pero solo pensar en pasar una "velada" con la familia me produce escozor.
Mamá me dice que la cena estará lista en 5 minutos, que si esta vez me voy a dignar a acompañarlos a cenar, le digo que no tengo hambre, que estoy cansada y que me voy a acostar temprano, me mira con cara de acontecimiento, va a iniciar una escena, y antes que empiece le digo que voy a comer algo con ellos.
La cena transcurre tranquilamente, todos hablan de sus cosas, de cómo les fue en su día, realmente no me importa, hago un resumen mental de mi día y veo que no estuvo mal, Lorena la chica más popular del salón se sentó conmigo en una clase, e hicimos un trabajo juntas hablamos como si fuéramos amigas, y Camilo, me sonrió, por un momento se me iluminó el día.
- Jajaja, ¿en serio crees que Lorena se sentó contigo porque le nació? No seas ilusa, ella se sentó contigo porque su gran amiga no fue, y Pss tu eres el "cerebrito" o eso es lo que dicen, así que ella se acerco a ti por conveniencia, y Pss Camilo, a ver, el no te sonrió, como crees, eres fea, sosa, ridícula, él nunca se fijaría en ti, óyelo bien, nunca, ni él ni nadie.
La cabeza me empieza a dar vueltas, no me siento bien, se me quito el hambre, me levanto lentamente, y recojo mi plato, y me retiro a mi habitación, entro y cierro la puerta.