Depresión

Capítulo 17

Tuve pesadillas toda la noche, así que me levanto muy cansada, pero no importa tengo un propósito y lo voy a cumplir, Sofía sigue remoloneando en la cama le digo que si vamos a nadar con papá, se tapa la cara con las cobijas y me dice que no pero al momento se levanta y se dirige al baño con el vestido de baño.
Cuando llegamos mi papá se están haciendo unos largos entonces decidimos apostar a quien era más rápido, el perdedor invita helados -espero que no pidan muy caros-, los medicamentos y todo lo que ha pasado me debilita, así que voy perdiendo. Cuando salimos de la piscina estoy extenuada y soy la clara perdedora.
 - Como siempre, ¿qué se puede esperar de ti? Nada, eres una fracasada y no lo puedes negar ni ocultar.
Suspiró y me dirijo a la mesa con ellos, donde nos está esperando mamá con el desayuno, se ve delicioso aunque no siento hambre hago todo lo posible por comer algo necesito fuerzas para continuar así que debo comer así sea poco.
Después de bañarnos salimos al centro comercial, pienso que nos vemos cómo una familia feliz y eso me gusta, mi papá compra los helados yo pido uno de chocolate, dicen que es el alimento de la felicidad así que pido salsa de chocolate extra, estuvimos buena parte del día dando vueltas, mi mamá y Sofía se fueron de compras mientras yo acompañé a papá a comprar unas cosas que necesitaba para la oficina, cuando nos volvimos a encontrar me mostraron unos pantalones y unas camisas que me habían comprado bastante lindas por cierto, fuimos a almorzar y nos devolvimos a la casa, cuando llegamos estaba muy cansada, entonces me fui a dormir un rato.
Cuando me desperté ya eran casi las 7 de la noche, todos estaban en la sala viendo una película, me fui al estudio con mi bolso y saqué mi cuaderno el mismo en el que había escrito la carta a mis padres, era hora de hacer la de Sofía.
" Mi muy querida y amada hermanita, te escribo estas palabras porque es más fácil así, no se si de pronto sea capaz de decirtelas algún día, es más no creo que pueda mostrarte está carta.
Solo quiero que sepas que te amo y te admiro, me parece que a tu corta edad has sido muy valiente al tener que enfrentar tantas cosas y siempre tener una sonrisa en los labios, admiró tu belleza, tu inteligencia, tu tenacidad, siempre tienes una respuesta inteligente, nunca dejas que los demás pasen por encima tuyo y aunque me dijiste que te molestaba que a veces se burlaban de ti por tu estatura y tu cuerpo, déjame decirte que todos los que te dicen cosas feas es por envidia ¿Quién no va a tenerte envidia? Yo lo hago.
Bueno, no sé si te acuerdas del día que nos conocimos, como ya les dije a nuestros padres en una carta anterior lo que sentí y viví cuando los conocí, ahora es tu turno.
Yo si me acuerdo perfectamente, estaba muy nerviosa, porque ya mis papás me habían contado de tí, pero no estaba segura si ellos habían hecho lo mismo contigo, ese día ibas vestida con un hermoso overol rojo con muñecos en el frente y unos tenis azules, llevabas tu hermoso cabello rizado en dos colegas que se movían al ritmo de tu cuerpo, me pareciste tan tierna, tan linda, eras tan pequeña, parecías una hermosa muñequita.
Recuerdo que sentí envidia cuando te vi, nunca en mi vida había visto una niña tan bien vestida, pensé que nunca me vería tan bien como tú, además traías un osito de peluche en tus manos y en tu rostro se dibujaba una hermosa sonrisa, cuando llegaste a mi lado me abrazaste y me pasaste el osito que fue  la compañía de Amadeo por esos días,  -lamento haberlo perdido- nunca nadie me había dado nada y menos una niña, recuerdo que nos sentamos y mientras mis padres hablaban con la trabajadora social y la madre superiora tu y yo nos quedamos jugando, no sé de qué hablamos pero si estoy segura que no tocamos el tema tenía miedo que de pronto me rechazaras, cuando llegó la hora que se tenían que ir me abrazaste y me diste un beso en la mejilla, desde ese momento supe que iba a cuidarte y que no iba a permitir que nada malo te pasará, que iba a cuidar de ti, como no pude hacerlo con mi hermanita, la que tuve antes de conocerte.
Esa noche soñé, no me acuerdo que pero si se que eras tú, cuando por fin llegó la hora de venir a casa recuerdo que tú estabas feliz, me decías todo lo bien que la íbamos a pasar, que el cuarto de la bebé había sido reformado para que fuera el cuarto de una niña grande o eso era los que decían mis papás, recuerdo que te reprocharon por decir eso, pero después se rieron, yo te dije que no me molestaba igual sabía que era el reemplazo de la bebé que no sobrevivió y en el fondo me alegraba porque si ella hubiera estado yo no habría tenido la oportunidad de ser adoptada.
Cuando llegamos a la casa, mientras mamá bajaba las maletas tú me tomaste de la mano y me llevaste a mi habitación, recuerdo que jugamos hasta que nos quedamos dormidas en la cama fui tan feliz por esos días, tenía una hermosa familia, una hermana maravillosa y estaba en un colegio que aunque me asustaba estaba aprendiendo y eso me gustaba, más cuando me adelantaron de curso porque los profesores decían que tenía las capacidades para estar con niños de mi edad, eso no te gustó mucho porque tú seguías con los pequeños y ya no nos veíamos tanto, pero bueno con esa hermosa personalidad que tienes lo superaste rápido.
Pero el tiempo pasó y las cosas se fueron complicando a medida que íbamos creciendo nos empezamos a alejar, yo ya estaba entrando a una edad complicada y tú seguías siendo una niña, mis demonios internos me seguían con más fuerza y ya no podía ocultarlos en nuestros juegos infantiles, sentía que te llevaba años luz, por momentos te sentía tan pequeña e infantil que a veces ni siquiera te soportaba, pero cuando te hacía el feo o te sacaba de la habitación me sentía mal por haberte hecho llorar, por ser tan mala, así que preferí empezar a encerrarme en mi, preferí dejarlos a todos por fuera, no quería lastimarlos, no quería hacerles daño y por protegerlos les termine haciendo más daño, si hubiera confiado en ti si me hubiera dado cuenta que eras mucho más madura e inteligente de lo que aparentabas de pronto las cosas habrían sido diferentes. No creas que te estoy echando la culpa, toda es mía por no buscar ayuda cuando la necesite, creí que era más fuerte y no pensaba que si te daba esa carga iba a borrar tu hermosa sonrisa y eso nunca me lo hubiera perdonado.
Solo te pido que me perdones, por haberte dejado fuera de mi vida por tanto tiempo, por cerrarte la puerta de mi vida en las narices por hacerte sufrir y por hacerte sentir que me tienes que cuidar cuando no es así, yo soy tu hermana mayor y aunque ahora no puedo decir que soy tu mejor ejemplo solo quiero que vuelvas a ser mi hermanita, mi confidente, esa misma con la que en las noches que no podía dormir se pasaba a mi cama y me abrazaba con fuerza, perdóname por quitarte eso, me reconfortabas tanto, quiero que volvamos a ser esas niñas que se encontraron ese maravilloso día que me regalaste un osito,  aunque lo perdí  él  llevaba un pequeño broche de corazón que no se porque se lo puse a Amadeo y cuando me siento sola o triste saco a mi osito de su escondite y pienso que ese pequeño corazón que le puse es el tuyo que late al unísono  con el mio. 
Te amo, por favor nunca pierdas tu sonrisa y tu energía, te prometo que voy a hacer todo por mejorar las cosas, gracias por aceptarme como tu hermana y ser tan comprensiva".
Terminé mi carta cerca de una hora después cerré el cuaderno y lo guardé salí al estudio y me quedé con ellos y rato viendo televisión, hasta que llegó el momento de ir a la cama,me tomo mi medicamento y me voy a dormir.
 



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En el texto hay: esperanzas, famila, suicidio y depresion

Editado: 04.04.2020

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