Derecho a amar

Capitulo 2

Primer día, primera carrera....y una sorpresa?....

Te pienso hasta dormido...💭💔

EN LA CASA DE ANGIE - NOCHE

La habitación estaba en penumbra, solo iluminada por el suave resplandor de la luna colándose por la ventana. Me acosté temprano, mañana comenzaban las clases y quería descansar... pero el sueño no llegaba.

Me acomodé entre las sábanas, cerré los ojos y traté de despejar mi mente, pero fue imposible.
Un nombre, un rostro, una risa... él.
Otra vez él.

¿Por qué no puedo sacarte de mi cabeza?
Necesito hacerlo... incluso en mis sueños te apareces... esto ya es demasiado.
Creo que aún no estoy lista para dejarte ir...

EN LA HABITACIÓN DE JOSHUA - NOCHE

Luego de todo lo que pasó hoy, lo único que necesitaba era descansar...
Me puse el pijama, me tiré en la cama, y por más que cerré los ojos, algo -o mejor dicho, alguien- no dejaba que durmiera en paz.

¿Por qué sigues aquí... en mi mente?
Debería olvidarte. Tengo novia... aunque no la quiero. Pero aún así... esto se siente mal.
Este es mi último intento. Pero... ¿y si estoy mintiéndome a mí mismo?

EN SUS MENTES - AL MISMO TIEMPO

Quiero verte. Tal vez así pueda seguir adelante.
A veces basta con mirarte... aunque no te diga nada.
Solo quiero que seas feliz... aunque no sea conmigo.

Pensamientos iguales, al mismo tiempo.
Como si sus corazones hablaran sincronizados.
Y con esas palabras flotando en la noche... los dos finalmente cerraron los ojos.
Dormidos. Soñando. Esperando.
Sin saber que el día siguiente traería una sorpresa... para uno de ellos.

☀️ AL DÍA SIGUIENTE - DESPERTAR EN CASA DE JOSHUA

-¡Joshua, levántate ya, hijo! -la voz de su madre lo despertó con dulzura.

-Cinco minutos más, mamá... todavía es temprano -gruñó con la cara enterrada en la almohada.

-Nada de cinco minutos. Tienes que ayudarme en la casa antes de que te vayas. Tu hermana lo hizo la semana pasada y ya se fue. No creo que a... bueno, ya sabes a quién, le gusten los chicos perezosos...

-¡Mamá! -Joshua apareció de golpe y le tapó la boca con la mano, interrumpiéndola con una mezcla de vergüenza y alerta.-¡Ya estoy aquí, mamá! Te voy a ayudar... pero por favor, no menciones más eso. Además... tengo que decirte algo -bajó la mano y habló en tono neutro, casi sin emoción-. Laura y yo... somos novios.

La madre de Joshua parpadeó, sorprendida.
-¿Es una broma? Porque si lo es... no tiene gracia.

-No es una broma -repitió él con seriedad, suspirando profundamente antes de irse a ordenar su cuarto-. Mejor dejemos el tema hasta ahí.

Pero ella no lo hizo. Lo siguió hasta la puerta de su cuarto, con la mirada entre confundida y protectora.

-¿Y qué pasa con...? -dudó, pero continuó-. Esa chica que te gusta... sé que no es Laura. Solo quiero que seas sincero contigo, Joshua. ¿De verdad la olvidaste? ¿La ves ahora como una amiga? ¿O en el fondo sigues... queriéndola?

Él se sentó en la cama. Bajó la mirada. Silencio.

-No puedo dejar de quererla -dijo por fin, con voz baja-. Van años... y cada día la quiero más. No solo eso... creo que la amo.
-Pero aún así... me voy a dar una oportunidad con Laura. Quizás llegue a quererla. Quizás... logre ver a "ella" solo como amiga. Así podré seguir. Porque soy un cobarde, mamá. Un cobarde que nunca tuvo el valor de decirle lo que siente a la persona que ha amado todo este tiempo. Soy un idiota...

Su voz se quebró. Las lágrimas bajaban solas, sin permiso.
La madre no dijo nada, solo lo abrazó fuerte y acarició su cabello.

-No eres un cobarde. Eres fuerte, Joshua. Porque hacer lo que haces... eso requiere valor. Pero por favor, no te mientas. No te hagas daño. Si estás convencido de que esto es lo mejor, te apoyaré. Siempre estaré para ti.

Joshua se dejó abrazar como un niño. Como ese niño que aún vive dentro de él.

-¿Y si comemos helado? -preguntó ella con una sonrisa-. Luego me ayudas a cocinar. Bueno... pensándolo bien, mejor solo comemos helado. No quiero terminar en el hospital por tu comida.

-¡Oye! Mi comida es deliciosa. Y... ¡el último en llegar lava los platos del almuerzo!

Sin esperar respuesta, Joshua salió corriendo a la cocina con una sonrisa infantil.
Su madre lo siguió con calma, feliz de verlo sonreír al menos por un instante.

(Mi pequeño Joshua... estás creciendo. Pero no sé si esto realmente te hará bien. Aun así, estaré a tu lado siempre. Y tu padre... también lo está.)

🍽️ EN CASA DE ANGIE - MISMA MAÑANA

Mientras tanto, Angie cocinaba con su mamá entre risas, harina en las mejillas y bromas al aire.
La comida ya estaba lista. Angie se sentó a ver su serie favorita antes de alistarse para el colegio.

Pero algo no saldría como lo había planeado...

⏰ 1:45 P.M. - AMBOS EN SUS CASAS

-¡¿QUÉEEEEEEEEE?! ¡¿ES TAN TARDE?! -gritaron al unísono, como si compartieran la misma vida.

Saltaron del sofá, corrieron por toda la casa, se metieron a la ducha, se cambiaron a la velocidad de la luz. Las clases empezaban a las 2:30, pero vivían lejos. Tenían que salir YA.

Comieron, se alistaron y salieron corriendo, literalmente.
No eran los únicos: todo el vecindario parecía estar en la misma situación.

Pero lo que ninguno esperaba...
era que esa tarde alguien llegaría al colegio y cambiaría las cosas para siempre

Con Angie:

-Oye, ¿y cómo te sientes ahora que empezamos clases? Además, ¡es nuestro último año! ¿No te emociona? ¡Di algo! -exclamó Angie, entusiasta.

Pero al girarse, notó que Evelyn ya no estaba a su lado. Se había quedado unos pasos atrás, totalmente concentrada en su celular. Esta frunció el ceño con una mezcla de diversión y molestia, así que decidió aprovechar la distracción de su amiga para hacer una pequeña travesura.

-¡Buuu! -gritó de golpe, apareciendo a su lado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.