FELIZ LECTURA
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Benjamín miró a Claver indicándole el camino con sus manos, ellos no podían pasar así que debían quedarse parados frente a la entrada en una parte bastante lejana; esperaban que dentro no hubiera nada que la pusiera en peligro. Pero que ella estuviera en camino a entrar al templo era suficiente para saber que era la indicada para esta misión, de que si tenían razón cuando decían que ella era su salvadora, sin ella no hubiesen intentado venir de este lado ¿para qué? Si de todos modos no podían tocarlo ni siquiera podían abril la puerta, el simple hecho de que el brillo tocara su piel aunque no tocaran la llama los mataba, esa era la regla. En que pensó la reina cuando vio que su propia idea le había salido bien para su perdición cualquiera estaría estallando de rabia en este momento.
Benjamín se sentó en una roca de mármol mientras miraba a la mujer caminar, vio cuando abrió las grandes puertas de madera de aquella construcción de piedra también vio cuando entró al templo y la perdió de vista rogaba a todos los espíritus que allí dentro estuviera todo calmado. Claver respiró profundo quitando un poco de sudor de la parte de su frente no herida, camino un poquito más y Ahí estaba, una llama azul que brillaba con intensidad entre rocas de mármol.
—Santos cielos que hermoso —Susurró Claver mientras se acercaba lentamente. Se quedó frente a las rocas donde las llamas flotaban sobre ella. Claver sacó un objeto de cristal que habían hecho las hadas para que entrara la llama brillante, el brillo del diamante azul.
—Algo dentro de él le falta brillo —Recordó las palabras de la pequeña hada, no se había equivocado en lo absoluto su visión era muy amplia. Ya sabia el porqué de su fascinación con Dereck.
Claver destapó el frasco especialmente preparado para esta llama. Primero acercó lentamente su mano, no sintió nada que lastimara su piel así que lo tomó en sus manos, no sentía un peso, pero si sentía un pequeño caliente que a su vista se reflejaba como una llama azul brillante. La colocó en el frasco y lo cerró. Solo era una llama brillante ¿Qué pasaría cuando la uniera a su dueño? ¿Habría un estallido? ¿Brillará? ¿Se transformará? Metió el frasco en el bolso que tenía encima y empezó a salir del templo, dentro del frasco el brillo no podía hacerles daño a ellos no importa si lo sacara a su vista el problema que para ser quitado de las rocas debía ser tocado. Byron mostró una sonrisa amplia cuando vio a Claver caminar hacia ellos.
—Allí viene! —Gritó uno de los Vampiros señalando a la chica.
—Hey ¿Dónde está? ¿Dónde está la vida de mi hermano? —Empezó a preguntar Camilo.
—No, la vida no camilo sino que estuviera muerto, su poder, más bien su poder —Comentó Byron.
—Me siento orgulloso de tener un hermano tan importante como Dereck —Maya y Benjamín rodaron los ojos, Claver llego a su lado y sacó el objeto de cristal, todos se quedaron maravillados con su brillo.
—Wow es hermoso —Susurró el hada de la fauna. Maya afirmó con la cabeza.
—Volvamos por el mismo camino —Susurró Benjamín, el brillo los tenía hipnotizados. Claver guardó el frasco por segunda vez y empezó a caminar junto con ellos. El calor se estaba apoderando del bosque y de ellos también.
—Pero que calor es este —Habló Camilo con la lengua afuera.
—Hay un arroyo hacia delante —Comentó Jack saltando una roca.
—Puedes tomar agua de mi cántaro —Claver se lo pasó a Camilo.
—Cada minuto se enamora más de mí —Soltó al momento de tomar el cántaro, Byron echó una carcajada—. ¿Celoso hermano?
—Hermanito, hermanito ya sabes lo que pienso de tu futuro con Claver. Date por vencido anda —Byron le tiro un besito.
—Una pregunta cuál de nosotros dos te gusta? —Preguntó Camilo, Claver, los tres Vampiros y el hada del bosque soltaron una carcajada.
—Que problema —Comentó Benjamín mirándolos y negando con la cabeza —. Un triángulo amoroso sin pie y sin cabeza.
—Esto es demasiado para mí —Dijo Maya. Corrió hacia el arroyo cuando lo vio desde lejos.
—¡Agua! —Gritó Byron corriendo hacia ella.
—Pensé que no te gustaba el agua Byron —Dijo Claver entrando junto a todos al charco. Todos empezaron a beber del agua que por suerte seguía su rumbo hasta un lugar desconocido. Si no fuera así estuviera muy sucia con todos dentro de ella.
—Si me gusta solo que en ese momento no tenía sed —Dijo encogiéndose de hombros.
—Maya se supone que no debemos tener hambre con el alimento que nos dio Brisa —Comentó Benjamín sintiendo su estómago rugiendo.
—Sí está raro, acabo de sentir mi estómago —Respondió ella, salieron del Charco y siguieron su rumbo hacia el árbol. Una flecha salió de algún lugar hiriendo a Claver en el hombro.
—¡Claver! —Byron corrió para ayudarla, ella cayó de rodillas en el suelo por el impacto Byron le quitó el bolso pasándolo a Maya. Benjamín y su Hada estaban atentos con sus arcos preparados, Camilo se había convertido en lobo y los tres Vampiros estaban atentos mirando hacia todos lados.
—Esa flecha es... Es una de las flechas de los guerreros del rey Jorge —Comentó Maya mirándola cuando Byron se la pasó, el chico le amarró la herida a Claver para que se detuviera el sangrado.
—¿De dónde ha salido? —Preguntó Jack, no veía por ningún lado algo que le indicara enemigos cerca.
—Estamos llegando a nuestro árbol, no sé que decirte —Comento Benjamín—¿Puedes seguir Claver?
—Sí, seguiré —Dijo mientras Byron la ayudaba a levantarse del suelo. Empezaron la caminata otra vez aún con el arco en las manos.
—¿Gordon? —Gritó Benjamín sin poder creérselo aquel hombre más alto que todos salió de entre los árboles a su vista, Era Gordon uno de los guerreros más poderosos del rey Jorge. Guerrero que había fallecido junto a su rey en la destrucción del reino.
—Papá —Susurró Camilo sin poder creérselo.
—Entreguen el brillo, la reina Leticia ha vencido.
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Editado: 20.07.2022