(microrelato)

“Bradán era el príncipe del reino de Sora situado a orillas de la Península de Naigar. Su mejor amigo vivía en la aldea que rodeaba al reino y éste había desaparecido. Entonces el joven príncipe decidió partir en su busca hacia los bosques Itutara. Tomó a su yegua y acompañado de seis soldados salieron a la aventura. Cerca de la medianoche llegaron a un lago verdoso en donde pusieron su campamento. Aquella noche se escuchó una voz preciosa que cantaba una melodía en un idioma desconocido. Cuando el sol apareció se dieron cuenta que tres de los soldados ya no estaban. Bradán supo que algo extraño sucedía en aquel lugar así que decidió quedarse una noche más allí. A la madrugada volvió a oírse nuevamente aquella melodía y el resto de sus soldados también desaparecieron. El príncipe se hallaba solo en medio de aquel bosque. A la noche siguiente Bradán se tapó los oídos con un poco de algodón y salió a la luz de la luna en busca de la cantante. El lago se veía encendido y en el medio de éste, una mujer de cabellos azules flotando en medio del agua, cantaba su canción. Pero Bradán no la oía. Pudo ver que alrededor de ella flotaban los cuerpos de sus soldados. Así que supo lo que había sucedido con su buen amigo. Con tristeza en el corazón y a la vez ira, se lanzó al lago, con su espada atacó a la ondina y la cortó en pedazos. A la mañana siguiente llegó al reino con la cabeza de la mujer colgando de un palo. Los aldeanos aplaudían a Bradán por haber destruido a ésta ninfa acuática que había hecho tanto daño.”

por Valeria O.

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Escrito el23/06/2019

F A C E B O O K: “Escribiendo entre las nubes”

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