Domingo, día libre, lo que significaba té y chocolate mientras miraba alguna serie o eso era lo que tenía planeado, pero no sería así porque al parecer hoy me tocaba ser buena vecina, beth y dylan, los papás de Tom, querían una niñera, un familiar estaba en el hospital y no tenían con quien dejarlo, así que pensaron que como la nueva vecina se lleva tan bien con su pequeño, ella podría cuidarlo y quien podría decirle que no a esos ojitos celestes y esos cachetotes enormes, Por supuesto que yo no.