Capítulo 5

Mia.

- ¡Adiós papá, te amo! -grité desde el corredor hacia su estudio, iba atrasada a la escuela.

- Mia Verónica, ¡no grites! -reprochó mi madre con su usual amabilidad y cariño maternal de siempre (nótese el sarcasmo)

Decidí no contestarle y seguir mi camino.

Samuel pasaría por Vivianne y luego por mi para ir a la escuela.

Sé que debería mantenerme alejada de Samuel, pero es inevitable, sería demasiado extraño dejar de hablarle de la noche a la mañana.

Por otra parte, no quería pedirle a Alex que pasara por mí. Las cosas entre él y yo aún estaban algo densas. Ayer había pasado por mi casa a saludarme, y noté que algo extraño le ocurría, pero preferí no preguntar.

Al abrir la puerta de mi casa, vi la camioneta de Samuel estacionada, salí rápidamente y subí en ella.

- ¡por fin llegas! -dice Samuel, le hago una mueca.

- Hola para ti también- digo – hola Viv – añado.

- Hola Mia, ¿todo bien? -responde ella, yo asiento con la cabeza mientras comienzo a hurgar dentro de mi mochila, para finalmente sacar una cajita de tamaño mediano y color rojo

- ¿eso es comida? – interroga Samuel

- No – contesto – ¿siempre estás pensando en comida?

- Obvio- repuso él. Yo suelto un suspiro.

- Son las invitaciones para el evento del sábado… debo entregarlas antes del jueves.

- ¿no es más fácil enviar un mail? – dice Samuel. Vivianne le da un golpe en el hombro.

- ¡No seas idiota! -exclama Viv- los mails no son para nada elegantes.

- Exacto – puntualicé. – Aquí está las suyas… Familia Mackenna- Dubois – le entregué un sobre a Vivianne–y Familia Leutwyler-Bunster – le pasé el sobre a Samuel – por favor sean puntuales- pedí

- Allí estaremos Mia – aseguró Vivianne.

Cuando llegamos a la escuela vimos que en la entrada estaba Caroline aparentemente absorta en sus pensamientos.

- ¡Tierra a Caroline! – dice Samuel, ella se sobresalta.

- No los vi llegar- murmura

- ¿todo bien? – pregunto

- Así es- responde- te extrañamos ayer. ¿está todo en orden?

- Sí… ten- le digo pasándole un sobre que saqué de la cajita- Familia Walker-Etcheverry, suplico puntualidad.

- No te preocupes, gracias. A mi padre le encantan los eventos que organiza tu padre.

- ¡Son unos terribles amigos! – grita de pronto Michael incorporándose al grupo- ¿por qué nadie me dijo que hoy había examen?

- Supusimos que sabías leer los avisos del mural- respondió Vivianne

- Evidentemente eso es algo que olvidé, querida amiga. – repuso con falsa molestia- pero pasando a temas mucho más importantes… ¡hoy faltan exactamente 2 meses para el cumpleaños de Mia! – exclamó. No podía creer que Michael lo recordara. - ¿ya tienes planeada tu fiesta? – interrogó

- La verdad es que no – respondí – pero ustedes ya saben que están invitados.

Los chicos siguieron hablando sobre mi cumpleaños, pero yo ya no me sentía tan emocionada como hace 1 semana. Todo lo que ha pasado en los últimos días me ha hecho tener la mente en otro lugar, estaba constantemente distraída.

De pronto sentí una presencia detrás de mí, aún así no me moví.

- ¿todo bien, princesita? ¿por qué tan pensativa? – susurró en mi oído.

- Basta, Samuel – respondí en otro susurro

- ¿basta de qué? Yo no estoy haciendo nada – dijo inocentemente. Yo solté suspiro.

- Vivianne – dije - ¿vamos por nuestros libros? – consulté, ella asintió con la cabeza y comenzamos a caminar en dirección a nuestros casilleros.

- Hay demasiada tensión entre ustedes dos – señalo Vivianne

- ¿de qué hablas? Yo no siento nada de tensión… - dije evidentemente tensa- ¿cómo vas con Jason?

- ¿te das cuenta de que últimamente lo usas a él para cambiar el tema de conversación? – le hice un gesto de súplica a Viv, el cual ella entendió- estamos… ¿avanzando?, es muy atento conmigo…me siento bien hablando con él.

- Me alegro mucho por ti Viv, espero que puedan ser felices juntos.

Viv se limitó a sonreír. Estábamos llegando a nuestros respectivos casilleros, yo abrí el mío y saqué mi libro de Literatura. Vivianne abrió el suyo y quedó con cara de sorpresa absoluta.

- ¿qué ocurre? -murmuré acercándome.

Cuando estuve totalmente de frente al casillero de Vivianne, pude ver lo que ella veía y la tenía tan asombrada. Dentro, había un ramo de rosas rojas y blancas gigante, junto a una cajita de lo que supuse eran chocolates y un paquete envuelto el cuál no supe deducir lo que era.

- Hay una tarjeta en las flores- indiqué sacando el pequeño papel que había y enseñándoselo a Vivianne.

En él se hallaba una letra prolija y delicada:

“¿Vamos por un café a las 5?

                               -J.”

Pude ver la emoción en el rostro de Vivianne y no pude evitar sonreír yo también. Me giré para ver si Jason observaba la escena. Y así fue, como todo un psicópata, Jason Forks se encontraba en la esquina del corredor, sonreía divertido y me guiñó un ojo.

- ¿aceptarás? – pregunté a Viv.

- Sí, claro – repuso ella.

- Genial- susurré

Luego de que terminara nuestra primera clase, fuimos a la cafetería, yo saqué mi laptop para seguir organizando el evento del sábado. Aún me faltaba enviar la invitación a la familia Stolzenbach. Todavía no podía creer que mi padre fuera a asociarse con ellos.

- Iré por refrescos – anunció Alex, y fue rumbo a la barra de refrescos.

- Miren eso – señaló disimuladamente Michael – me parece que esa chica es nueva, o no estaría intentando hablar con Olivia y Sofía. – yo puse mi atención en la chica que señalaba Michael, era de estatura mediana, cabello color miel y ojos verdes. Estaba intentando sentarse en la misma mesa que Olivia y Sofía, a lo que ellas respondieron con un desagradable gesto.