¡Elena!
En un baile de susurros cargados de emociones, se pierden en el aire, mientras ella emite plegarias silenciosas anhelando el regreso de aquel hombre que ha arraigado en lo más profundo de su ser.
LAS PALABRAS EN LA MENTE DE ELENA SON COMO SUSURROS QUE RESUENAN, EN SU HABITACIÓN
"Desde que te fuiste y no he vuelto a verte, me he vuelto tacaña con el amor, como si el tiempo hubiera agotado mi paciencia y generosidad. Mis gestos de ternura que solía, tener, se vuelven menos cálidos, mi corazón resguarda su intimidad.
Un miedo enorme ha invadido mi ser. Ya no derramo palabras sin medida, ni aquella pasión desbordante, todo parecía más fácil cuando podía contemplar tu belleza, ahora guardo mis sentimientos con cautela. En una guarida oculta, protegida al instante, temerosa de amores fúgaces que duelen y dejan grandes secuelas."
Con el paso de los años, he aprendido a ser selectiva en mis afectos, a entregar mi amor con prudencia y sapiencia. Proteger mi corazón de desamores defectuosos, valorando cada gesto con paciencia. "No he perdido la capacidad de amar, porque aún te sigo amando, sino que he aprendido a guardar mi corazón y buscar calidad en la cantidad. En la profundidad, más allá del azar, esperando hallar en el amor una auténtica felicidad."
"Seguiré guardando mi corazón con la esperanza de que regreses y voltees a verme, Martín, incluso si es para dejarme claro que ya no habrá un Martín y Elena. No importa, ya no deseo vivir con la incertidumbre de no saber de ti y tus sentimientos. Necesito cerrar este ciclo, seguiré esperándote en el silencio, así nadie notará que tu ausencia en mí se refleja con prudencia."
"Todos a mi alrededor se burlan, llenan sus bocas pronunciando tu nombre. Intentan debilitarme para poder clavar las uñas por la espalda. Sé que será un momento crucial en nuestras vidas, tu regreso. No importa si tu mirada ya no sea la misma y tus ojos no desborden ternura al volver a verme, estaré feliz de todas formas, porque mis ojos volverán a verte."
En la distancia que nos separa, siento un vacío en el pecho,
tu ausencia se convierte en un suplicio, en este amargo despecho.
Te extraño en silencio Martín, sin saber nada de ti, mi anhelado y apuesto Amor prohibido.
_Solo puedo verte y quererte de lejos, en este eterno lleno de duelo.
Cada recuerdo tuyo es un suspiro, una caricia en mi mente,
navego en las aguas turbulentas y la nostalgia de lo que fue, un amor latente.
En la penumbra de tu ausencia, mi corazón te nombra en cada latidos.
Te extraño, te añoro, en esta danza de susurros triste y lleno de sombra.