Descubre la verdad

Capitulo 2

Denis

- Denis, Denis – escucho mi nombre.

- ¡¡¡DENIS!!! – gritan y yo me despierto de golpe.

- ¡¿QUE?! – le grito a la persona que me despertó.

- Ya llegamos – abro bien los ojos y me doy cuenta que ya no hay nadie en el avión y fue Lía quien me despertó.

- Disculpen señoritas ya se tienen que bajar – dice la azafata sonriendo amablemente.

- Si disculpe – digo un poco sonrojada por hacerla esperar.

Me levante del asiento pensando en el recuerdo que tuve me quede pensando.

A Lía nunca le conté lo que me pasó realmente en esa época de mi vida, no quería que supiera que me quedé para que no le hicieran nada a ella por que sé que nunca se lo perdonaría; solo le conté que me hacían daño y escape de ellos y que me encontró un hombre quien me cuidó por unos meses hasta que me fui de nuevo al orfanato.

Aún recuerdo el día en el que volví.

 

Flashback

 

Estoy frente el lugar que me había visto crecer, tenía nervios de cómo reaccionaría Lía y nana Teresa con mi regreso.

Toco la puerta.

Tendría que esperar que José me abriera la puerta, José es el guardia de seguridad, es el encargado de que nadie entre ni salga sin autorización.

Cuando abrió la puerta se sorprendió al verme parada frente a él.

- ¡Oh Dios!, ¿Denis?, ¡Niña!, ¡¡¿qué haces aquí?! - me pregunta asombrado.

- Volví Señor José, ¿Cómo ha estado usted? - le pregunté con una pequeña sonrisa.

Aunque me haya pasado lo que me pasó estas personas siempre han estado junto a mí y siempre me trataron bien.

- ¡Oh! entra niña, entra - dice abriendo el portón.

Al entrar lo primero que hizo fue abrazarme a lo que yo me tense, que sepa que son buenos no hace que siga siendo como antes, ahora no me gustan los abrazos y aunque antes tampoco me gustaba dejaba que las personas cercanas si me abrazasen ya no, no me gusta.

Se separo de mi medio confundido, pero no dijo nada.

>>Teresa y Lía están encantadas de volverte a ver - me dijo con una pequeña sonrisa, pero en sus ojos se veía preocupación y es algo lógico el señor ha sido como una cara paterna para todos nosotros.

- Iré a verlas - dije despidiéndome para dirigirme a la entrada de las instalaciones.

Ya que en la parte de adelante hay como una canchita donde los niños juegan fútbol sentí muchos ojos en mi espalda, pero ellos no me importaban.

Seguí caminando en dirección de la habitación en la que se hospedamos junto con unas niñas más.

Cuando llegue abrí la puerta y allí estaba tendida en mi cama abrazada a mi almohada.

- Hola - murmure por lo bajo para no sobre saltarla.

Ella volteó hacia donde mi apenas me escucho.

Se quedó en shock durante unos segundos y luego salto de la cama a velocidad de la luz por apenas y parpadee y ya la tenía enroscada a mi cual koala.

Escuche unos pequeños sollozos abandonar su boca y la abrace fuertemente.

- Ya ya, no llores, ya estoy aquí y jamás volveré a irme - dije acariciando su cabeza.

- ¿Nunca más? - pregunto levantando su pequeña cabeza y mirándome.

Siempre he sido unos centímetros más alta que ella por lo que me daba ternura mirarla hacer ese pequeño puchero.

- Tratare de nunca más dejarte - le dije, y es verdad, no dejare que me alejen de ella nunca más; no quiero que le pase lo mismo que a mí.

Pasaron unas horas donde permanecimos abrazadas mientras ella mientras me contaba cosas de lo que hizo en estos últimos diez meses sin mí.

Luego fui a visitar a nana Teresa la cual no se sorprendió ni de mi llegada ni mucho menos de mi demora a ir a verla.

Solo me pregunto que por qué me había ido de la casa de mis ''padres'', yo le conté que habían desaparecido un día y nunca más volvieron.

Pasaron dos meses donde lo buscaron, pero jamás los encontraron y quien iba a pensar que una niñita en esas condiciones diga una mentira así que me dejaron tranquila en el orfanato ya que ellos no tenían más familiares por lo que volví a quedarme huérfana.

*Pobre de mí* pensaba yo con una sonrisa maliciosa cuando me contaron la "mala" noticia.

 

Fin de Flashback

 

 

Una vez que bajamos del avión pasamos a buscar las maletas.

Después de recoger nuestras cosas pedimos un taxi para que nos llevase a un restaurante cerca de aquí ya que estábamos hambrientas.

 Luego de tres minutos llegamos al restaurante "Quail + Crane" y nos despedimos del taxista dándole las gracias.

Entramos llevado las maletas las cuales eran solo dos una era mía y la otra era de ella, en esas maletas solo iban lo básico para cualquier viaje pues ya nuestras cosas estaban en la casa.

Lía se llevó las maletas y yo le fui directamente al baño pues me estaba orinando y para quitarme la pereza que aún tengo por el reciente sueño.

Ya en el baño lo primero que hice fue mis necesidades pues estaba a punto de reventar.

Cuando vacié mi vejiga me lave las manos con jabón, cuando no quedaba resto de este me eche agua en la cara un par de veces y me seque con papel.

De regreso me fijé en la hora y me di cuenta de que eran la 1:45 p.m. por lo tal mi estomago estaba pidiendo a gritos atención.

Al no mirar por donde caminaba me choqué con algo y caí de bruces al suelo y mí celular se resbalo de mis manos cayendo de igual manera solo que a este se le rompió la pantalla.

Cuando estaba por tomarlo una mano lo hizo por mí, me levante rápidamente para ver quien lo había cogido.




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