Capítulo trece || Parte I

☆

Olmo me mira con los ojos entrecerrados, juzgándome. «No lo hagas.»

-Tal vez debería cancelar.

Siempre es así: cada vez que acepto una invitación para socializar, cancelo cinco minutos después de decir que sí. ¿Por qué no puedo ser una adolescente típica a la que le gusta salir con sus amigos?

Agarro mi celular y busco el chat grupal que tengo con mis amigas. Estoy a punto de decirles que tal vez no es una buena idea que vaya, pero el timbre suena. Mi perro sale disparado de mi habitación.

-Ya están aquí.

Me paralizo por unos segundos. Me pongo algo nerviosa.  «Es sábado por la noche, solo relájate en esa fiesta.» Comienzo a contar hasta diez y respiro profundamente.

En mi sala se encuentran Marjorie con dos maletas enormes de viaje y Majo con su mochila de la escuela y un maletín mediano.

-¡Oh, vaya! Veo que vienen super preparadas. ¿Te vas a quedar todo el fin de semana Marjorie?-Dice mi mamá en un tono amistoso mientras les ofrece algunas bebidas.

-Si usted me lo permite, señora Rivera, podría quedarme hasta el lunes. No soy una molestia, me va a amar.-

-Me caes muy bien y tú también.- Se dirige a Majo que le responde con una mueca adorable.

-Pueden dejar de fingir y mostrar su personalidad de adolescentes delincuentes.- me siento muy cómoda ahora y los nervios se van desvaneciendo.

-Pero ¿Marjorie que has traído?- Intento subir sus maletas por las escaleras.

-Te traje opciones de disfraces, no sabía que ibas a querer, así que precavida vale por dos.- Se adelanta por las escaleras sin cargar absolutamente nada y se dirige a mi habitación.

-¡OMG! Marte, tu habitación es tan tú.- Me dio un poco de vergüenza porque me había olvidado de que era la primera vez que conocían mi habitación.

-Ordinaria como yo, lo sé.-

-Mira el techo, es bellísimo.- Había colocado pegatinas en forma de estrellas y planetas que estaban ubicados estratégicamente para dar la sensación de un universo.

-Si es tan tú y nada ordinaria.- Me dice Majo mientras me ayuda con las maletas de Marjorie.

-Bueno, estas son las opciones.- Marjorie abre una de las dos maletas y saca un disfraz de una diabla, una bruja, una... ¿Vaca?, luego saca un par de telas, coronas de flores y un par de tutús.

-Tenía pensado algo en mente y creo que tu corona de flores me servirá.- voy hacia mi armario y saco un vestido blanco casual y lo coloco en mi cama con la corona de flores de Marjorie.

-¡Guala!- digo mientras señalo mi disfraz con entusiasmo.

-¿Qué?- Marjorie parece algo confundida.

-Ese es mi disfraz.

-¿La niña de las flores?-

-No, la reina de mayo.- su expresión me hace entender que es en vano, no tiene idea de lo que estoy hablando.

-¡Midsommar! - Grita Majo y eso me anima a luchar por mi disfraz.

-¿Midso-qué?- Marjorie sigue sin entender.

-La del oso sangriento y la chica que hace así.- Majo y yo hacemos una mueca de dolor como el póster de la película donde sale Florence Pugh. Marjorie también hace una mueca pero de espanto.

-Bueno, quién soy yo para juzgar, algunas pretenden ser originales- Nos señala- y otras venimos a cambiar el mundo. -Se señala.

Majo y yo nos reímos, estoy feliz porque me siento cómoda con mi disfraz.

-Puedo ser tu oso si quieres.- Me dice Majo.

-No hay un disfraz de oso Majo, salvo si quieres ser una vaca.- Responde Marjorie.

-Por favor el otro año pensemos en eso.- Majo me hace sentir tan bien, teníamos tantas cosas en común y es algo nuevo para mí compartir mis gustos con nuevas personas.

Marjorie se sienta en el suelo y abre su segunda maleta.

-Bueno, este es mi disfraz.

-¿Toda la maleta es tu disfraz? .- Pregunto ingenuamente.

-Sí, traje todo. Maquillaje, accesorios y repuestos.- Marjorie abre su maleta y saca un saco enorme blanco con manchas negras, luego saca una peluca donde la mitad es blanca y la otra negra.

-Oh, Cruella.-

-No, esa Cruella.- Me corrige Marjorie.- Soy la Cruella de Emma Stone, la Cruella buena y fashionista.

Amo a Marjorie, su personalidad es una de las cosas que más admiro de ella.

-¿Tú lo hiciste?

-Todo lo que ves aquí lo hice yo.- Realmente es muy talentosa.

Majo saca de su mochila una capa, una corbata y una varita.

-Hufflepuff- Digo mientras veo el logo amarillo de esa capa.

-Newt Scamander- Coloca el maletín, que había traído, encima de su disfraz.

-Como vas a estar con un maletín toda la fiesta- Cuestiona Marjorie.

-Tengo la chalina de Newt.- respondo sacándola de mi armario.

-Entonces seré solo una bruja cualquiera e insignificante.-

-Eres Majo de Hufflepuff, no eres insignificante.- Majo me responde con una sonrisa.

-Puedes ser la perra de Hufflepuff.- dice Marjorie mientras camina hacia mi ventana y agarra una rama que había en el borde, ya que por el árbol que estaba enfrente caían un montón hacia mi cuarto.

Marjorie camina hacia Majo y se lo coloca en el bolsillo de su pecho. -Ahora ya eres Newt Scamande.- dice mientras Majo y ella sonríen. Es casi imposible no ver la conexión que tienen ellas dos. Son tan distintas, pero eso las hace quererse más. Una parte de mí anhelaba tener algo así pronto con ellas.

Son las siete de la noche y la fiesta comienza a las diez. Así que decidimos irnos cambiando mientras veíamos un capítulo de Euphoria. Estuvimos más enganchadas viendo el capítulo que arreglándonos para la fiesta.

-¿Te acuerdas que el año pasado decíamos que éramos Cassie y Maddie?- Majo asiente.

-Pues nunca más hay que decirlo. Ahora soy tu Lexi y tú mi Rue.

-Me parece perfecto.- Majo la abraza dramáticamente- Pero sin las drogas.

Terminamos de arreglarnos por fin. Jota y Samuel me mandaron un mensaje para confirmar que me esperarían afuera de la fiesta. Entré al baño para estar un momento sola. Mi estómago me dolía porque los nervios volvieron a atacarme de pronto. Odio ponerme tan nerviosa en estos momentos. Me siento segura con mis amigas, con mi disfraz y ahí iba a estar Jota. Eso es lo importante. Me siento cómoda y solo debo concentrarme en disfrutar de la fiesta.