—¿Love? ¿No bajarás con nosotros? —preguntó Louis al otro lado de la puerta.
—Si Lou, solo me estaba poniendo mi pijama —alcé la voz para que pudiera escucharme.
Me puse un pijama cómodo para bajar con los chicos y sobrevivir a la noche, la cual imaginaba que sería divertida y algo caótica con tenerlos juntos en un mismo espacio.
Al abrir la puerta, me encontré con un Louis sonriente y recostado en el marco.
—Yo, ya traigo mi pijama, ¿vamos? —me tomó del brazo y bajamos juntos.
—¡Bonnie! Siéntate aquí —Niall me indicó el lugar, dando unos pequeños golpecitos con su mano, en el sofá.
A mi lado derecho se sentó Louis, quedando yo en medio de ambos chicos.
Harry, Zayn y Liam caminaban con Gissele y Erika con platos que llevaban comida, botanitas, jugos, gaseosas y las famosas palomitas de maíz que tanto deseaban todos para esta noche.
Harry detuvo su mirada en nosotros tres, que estábamos cómodos en el sofá y observé como su semblante cambió. De pronto estaba un poco serio. Todos se acomodaron en diferentes sitios, excepto él.
—¿No te vas a sentar? —Le pregunté.
—Si —respondió de la manera más fría y se sentó a la par de Louis.
Era un poco extraño verlo de esa manera, pues, siempre andaba sonriente o de buen humor, y ese cambio repentino era algo nuevo para mí.
Habíamos decidido ver la saga de Resident Evil toda la noche. Gissele nunca la había visto, para Erika y para mí era una de nuestras favoritas y a los chicos les encantaban los zombis, los videojuegos, y todo lo que se refiriera a sustos, sangre, gente muerta. En fin, no nos tomó mucho tiempo decidir lo que queríamos ver.
Casi a la mitad de la primera película, me di cuenta del escenario que teníamos en aquel espacio. Erika estaba en el piso con Zayn, acostada boca abajo, en dirección a la pantalla de la televisión, Zayn se encontraba sentado a la par de ella.
Miré a Gissele, quien estaba en otro sillón con Liam, se había quedado dormida en su pecho, Liam le acariciaba el cabello y la tenía abrazada, me encantaba esa imagen, yo prácticamente veía doble del sueño, me sentía cansada, pero la película me encantaba. Niall se dio cuenta.
—Recuéstate. —Me indicó Niall, alargando su brazo tras de mí para que posara mi cabeza en él.
Le hice caso al rubio, pero estaba un poco incómoda porque Louis estaba muy pegado a mí.
—Sube tus piernas. —Louis quitó el cojín para que pudiera acomodarme mejor.
Las subí y para mi sorpresa él colocó un cojín sobre mi cintura y se recostó en él. Prácticamente, abrazaba mis piernas como si fuera un peluche.
Creo que, durante la cuarta película, me quedé dormida.
Cuando desperté, Erika estaba dormida en la misma posición y Zayn se había acostado a la par de ella con su brazo sobre ella. Liam y Gissele están dormidos, abrazados en el mismo sofá. Louis, Niall y yo en la misma posición, ellos también dormidos.
A quien no veía por ningún lado era a Harry.
Quería levantarme, pero Louis estaba sobre mí. Intenté removerme con cuidado y de mala manera se cambió de posición, dejándome libre el paso. Pude levantarme cuidadosamente para ir al baño.
¿Dónde se habrán metido esos preciosos ojos verdes? ¿Se habrá ido a casa tan temprano?
Tenía demasiada hambre, así que me dirigí a la cocina en búsqueda de algo qué comer. Ahí estaba Harry, con su cabeza metida en el refrigerador.
—¿No has dormido? —le pregunté y él se sobresaltó al escuchar mi voz.— Buenos días.
—Buenos días, Bonnita. Ya amaneció, vi otra película y un capítulo de una serie. Creo que dormí como una hora, pero ya no pude más, así que decidí levantarme.
—Tienes razón, son las ocho de la mañana, yo ya tengo hambre, supongo que por eso desperté. —Rasqué mi cabeza—. ¿Tienes hambre?, ¿quieres que te prepare algo de comer?
—Dormiste como una linda princesa, rodeada de dos dragones. —Puso sus ojos en blanco y luego soltó una pequeña risa—. Sí, tengo hambre, aunque tengo una mejor idea.
—Amaneciste chistosito, Styles ¿Cuál es tu idea?
—Cocinemos juntos.
—Es una idea increíble, me encanta. Pero no, yo quiero que pruebes mi comida, te lo dije.
—Está bien, entonces supervisaré tu trabajo y otro día hacemos algo juntos.
—Me parece perfecto. Creo que mejor haré desayuno para todos, en cuanto el olor salga de la cocina, verás que se despertarán y vendrán hacia acá.
Saqué cosas de la nevera para cocinar un rico desayuno, mientras tanto Harry, en su intento de supervisión, lo único que hacía era distraerme. Me hacía cosquillas, me acariciaba el cabello y bromeamos mucho.
Parecía que había cambiado de humor repentinamente. Me encanta pasar tiempo con él, es divertido, a pesar de que no me dejaba cocinar en paz.
Estaba terminando de cocinar, cuando de pronto todos, excepto Liam y Gissele entraron a la cocina.
—Tengo hambre —El chico rubio entró a la cocina con sus ojitos adormilados.
—Tranquilo, Niall, ya casi estará el desayuno. —Harry despeinó su cabellera dorada.
—Linda noche, ¿no?, la pasamos bien, y al parecer Liam la pasó aún mejor —dijo Zayn levantando sus cejas repetidamente.
—Oh, por supuesto que sí, tuvo una buenísima compañía, al parecer —respondió Louis.
—Con alguien cuyo nombre empieza con G. —Erika subió una ceja.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿De qué hablan? —cuestioné con confusión.
—Cuando estábamos a punto de entrar a la cocina, ellos ya se habían despertado y estaban platicando cerca y Liam tomó su mano. —Me explicó Erika.
—¡¿Qué?! Necesito ver eso. — Dejé de servir los platos y salí corriendo a espiar a mi amiga y detrás de mí venían todos.
Me acerqué, Liam acariciaba el rostro de Gissele con el dorso de su mano, le estaba diciendo algo, ella estaba sonrojada y con una inmensa sonrisa, no lograba escuchar. De pronto ella se puso de pie, Liam también, la tomó de la cintura, se acercó y la besó.