Descubriendo el Amor

CAPÍTULO 29: Eres mi canción favorita

He ido al supermercado muy temprano para comprar los ingredientes para prepararle un postre especial a Harry. He pensado en hacerle un Lava Cake, y llevárselo en una cajita especial.

Creo que mi espalda me dolerá eternamente luego de llevar tanta carga, y es que he aprovechado a comprar un par de insumos más que, sé que hacen falta en casa. Mientras estoy luchando con la carga de las bolsas, intento abrir por completo la puerta trasera del auto con mi espalda y mis pompas, para acomodar todo. El baúl ya está lleno con otras compras, y luego de acomodar bien todo, regreso a casa.

Estaba arreglando los ingredientes y el detalle para Harry en una pequeña bolsa que mi madre me dió para cuando hiciera las compras, además de preparar una pequeña maleta con un cambio de ropa, una toalla y mis cosas personales. Siempre me enseñaron que debía ir preparada cuando no estuviera en casa, se que estoy muy cerca pero no puedo evitar poner en práctica lo que me enseñaron durante toda mi vida.

Las chicas se habían ido con Zayn y Liam, un rato después que yo salí a hacer las compras, por lo que me encontraba completamente sola en casa. Me sobresalte y boté un par de recipientes de la cocina al escuchar el sonido del timbre de la casa, recogí todo y me dirigí rápidamente a ver quién era.

— Hola mi Bonnie — Harry estaba en la puerta con sus manos detrás de la espalda.

— Harry, ¿qué haces acá? — pregunté — pasa — indiqué que entrara

— Quería saber si ya estabas lista y decidí que mejor vendría por tí — se acercó y me saludó con abrazo y un beso en mi mejilla

— Estoy terminando de guardar un cambio de ropa y mi pijama en mi maleta — le devolví el beso en la mejilla — déjame ir por la maleta y nos vamos ¿ok?

— Claro linda, te espero acá — señaló mientras se dirigía al sillón para tomar asiento.

Subí rápidamente con el corazón acelerado, tenía mucho miedo de volver a verlo, pero se mostró igual que siempre y no rechazó mi pequeño beso en su mejilla. Tomé aire y exhale varias veces intentando calmar mis nervios y todas las mariposas que revoloteaban en mi estómago.

— Ya tengo todo lo que necesito Hazza, podemos irnos — esbocé un sonrisa un poco nerviosa mientras sostenía mis maletas frente a Harry

— Déjame ayudarte — tomó las maletas y nos dirigimos a la salida

Cerré con llave la casa y al avanzar saliendo de la propiedad, Harry tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos mientras caminábamos sobre la acera hacia su casa. Una electricidad recorría todo mi cuerpo, me encantaba caminar de la mano con él.

— Gemma está emocionada por ahora — rompió el silencio

— ¿Ah sí? — pregunté nerviosa

— Si, ha estado preparando el pollo para cocinar contigo, enserio te quiere, nunca la había visto así con una amiga.

— Yo quiero mucho a Gemma, realmente ha sido como una hermana para mí durante este tiempo.

— Mi madre también te quiere — me miró fijamente — y yo te quiero muchísimo mi niña — sonrió y mis neuronas parecían no funcionar.

— Yo también quiero a tu madre, pero especialmente te quiero a ti mi Harry — sus ojos verdes me miraban de una manera especial que no lograba descifrar pero que provocaba que mi cerebro dejara de funcionar y mi corazón estuviera a punto de estallar.

Él me sonrió, y seguimos caminando en silencio el resto del camino hacia su casa, únicamente podía escuchar el rechinar de su chaqueta contra la maleta que cargaba sobre su hombro.

Realmente estaba disfrutando la calidez de su piel en mi mano, encajaban perfectamente, era como caminar sobre pequeñas nubes de algodón de azúcar, me sentía como un pequeño unicornio en un mundo de fantasía mientras me aferraba a su agarre.

Mi mente aterrizó cuando él soltó mi mano para abrir la puerta, me indicó que pasara con una linda sonrisa y me adentré al lugar.

— ¡Bonnie! ¡Bonnie! ya tengo listo todo - Gemma corrió hacia mí y me abrazó muy fuerte

— ¡Genial! traigo el resto de ingredientes para completar la cena — señalé la bolsa que Harry traía en su mano

Acomodé mi maleta en el cuarto de Gemma y le pedí que guardara un paquete al fondo del refrigerador, era el detalle para Harry, de igual forma les hice una bandeja de cupcakes a la familia para que pudieran tener un pequeño postre y Gemma en especial pudiera comer algo dulce esta noche.

Preparamos la cena con Gemma, tal y como lo planeamos, Pollo y papas fritas, le enseñé a hacer un par de aderezos para completar todo. Harry preparaba la sala, bajó los colchones de sus camas y los acomodó con almohadas y sábanas para cubrirnos. El chico es inteligente, acomodó una pequeña mesa de centro a un lado para poder colocar la comida, además de tener un par de bandejas cerca para evitar derramar algo encima.

Luego de dejar todo en su lugar, le pedí a Gemma que me prestara su baño para poder darme una ducha rápida y ponerme mi pijama, siempre que cocino comida frita, siento que el olor se queda impregnado en mi ropa y cabello, es un poco desagradable, no me hace sentir cómoda.

Decidimos que veríamos una maratón de películas navideñas, sabíamos que el día había pasado, pero el ambiente aún seguía intacto, especialmente porque en la sala estaba ese bello árbol decorado con esferas azules y plateadas, se veía precioso.

Nos acomodamos en los colchones, yo estaba enmedio de ambos hermanos, llevábamos un buen rato comiendo, riendo, haciendo comentarios de cada escena, y mientras presenciamos que el corazón del Grinch crecía una talla más, Harry estiró su brazo encima de mis hombros y con un leve movimiento me acercó un poco más a él, yo cedí ante su petición y coloqué mi cabeza sobre su pecho.

— ¡Oh por Dios! — Gemma se sobresaltó —se acerca la medianoche y debo llamar a Julien — tomó su móvil y comenzó a levantarse — vuelvo en un rato, no vean otra película sin mí por favor — suplicó.

— Te aseguro que vendrá hasta el otro año — Harry reía fuerte al escuchar su propio chiste




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