CAPÍTULO 33: Tostadas Francesas

Esta semana ha sido la mejor, no puedo creer que soy la novia de Harry, ha sido tan difícil imaginarlo que ahora, creermelo es peor. Siento que esto es un sueño, o una alucinación y que pronto despertaré.

Mis padres saben la noticia, están felices, aunque como todo buen padre, ambos me han dado muchos consejos. Antes de ello han hablado con Harry, y con los chicos, cuando estoy en el campus y decido llamarles, es un caos tener que traducir, pero Niall se lleva el premio.

— Tengo muy calor — respondió el rubio cuando mis padres le preguntaron cómo estaba, era un día caluroso y fué lo único que logró decirles.

Es tan gracioso, creo que entre los cinco chicos, reunimos cincuenta palabras en español que se saben muy bien, el problema es a la hora de usarlas, las colocan en una misma frase, sin embargo Niall es el que más empeño le pone y creo que es el que más palabras sabe articular. Las chicas y yo terminamos con dolor de estómago de tanto reírnos cuando dicen conversar en español con nosotras.

Mis padres adoran a Harry, Anne y Gemma también han hablado con ellos y se llevan muy bien, les han dicho que si deciden venir a Inglaterra, ella estaría encantada de tenerlos como huéspedes en su casa. Ahora que Harry y yo estamos juntos, muero por ver una escena con ambas familias juntas, sólo de pensarlo me deja una sonrisa enorme en el rostro.

Hoy Erika ha decidido cocinar algo especial, ella dice que de tanto observar lo que cocinamos nosotras, ya aprendió mucho, así que aquí nos tiene sentadas en el desayunador, muertas de hambre, y viendo cada uno de sus movimientos.

— Entonces ¿cuál es el menú Chef Eri? — preguntó Gissele mientras esparcía el líquido color naranja en una de sus uñas.

— Hoy desayunaremos tostadas francesas y huevos revueltos con salsa ranchera — respondió muy segura y orgullosa de lo que estaba haciendo.

— Deberías habernos despertado a la mitad de la preparación, porque me arde mi pancita, me muero de hambre — agarré puse ambas manos en mi vientre e hice una mueca de dolor

— Quería que presenciaran el momento de mi obra de arte, para que luego no dijeran que lo compré en algún lado, así que no se quejen, estoy haciendo mi mayor esfuerzo, porque las amo y se lo merecen — nos amenazaba con el cuchillo y el ceño fruncido.

— ¡Calmate! Necesito vivir para contar lo deliciosa que estará tu obra de arte Chef — Gissele levantaba sus manos en señal de paz — pero ni Gordon Ramsey se pone así de histérico en la cocina.

— Por supuesto que no, el te hubiera aventado el cuchillo con solo ver que te pintas las uñas en un lugar sagrado y frente a él — reí señalando el pequeño frasco naranja 

Jugueteamos un rato más mientras Erika, cocinaba su tan famosa obra de arte, claro que ella puede cocinar, pero está limitado a lo más sencillo, o la comida típica de El Salvador, que debo decir no es tan fácil como parece. Así que, considera un reto hacer tostadas a la francesa, y aún más viviendo al lado de dos futuras Chef que la mantienen bien alimentada todo el tiempo.

— Tenemos semanas de no cocinar pupusas, deberíamos hacer e invitar a los chicos, saben que las amaron, especialmente Zayn, estaba sorprendida de verlo comer tanto — propuso Giselle

— Me muero por comer pupusas, y eso es cierto ¿ Eri alguna vez lo habías visto comer así? 

— Definitivamente no, lo he visto comer mucha pasta a la boloñesa, pero no tanto como las pupusas 

— Niñas, se comió doce, ¡DOCE!, y las hicimos bastante grandes y muy gorditas para que todos las disfrutaramos como se debe— Gissele seguía impactada

— Ese día me sentí agotada, no sé cuántas hicimos con Gissele, solo recuerdo ver la mano de Zayn cada dos minutos, sacando una tras otra de todos los sabores, ¿se imaginan si lo llevaramos a El Salvador? Se come la Pupusería completa — alcé la voz mientras extendía mis brazos lo más que podía

— Niall perdió la batalla ese día, solo logró comerse ocho y luego se tiró panza arriba en el sillón, no podía ni moverse, mientras Zayn estaba sentado de lo más normal, hasta salió a fumar con Louis un rato al patio y parecía como que no había comido nada — Gissele se reía de la imagen de Niall en su mente.

— Ahora si chicas, les serviré mi obra de arte — Erika parecía que bailaba en la cocina, mientras con movimientos ágiles movía los platos hacia nosotras.

Se veía delicioso, la verdad Eri había hecho muy buen trabajo con la presentación, había puesto fresas y arándanos y un par de chispas de chocolate encima, además de miel a un costado para verterlo sobre las tostadas si lo deseábamos. Además de eso nos había preparado un frappe de moka. Cada una tomó una porción de la tostada y la saboreamos.

— Nena, está delicioso — Gissele tomó una porción más grande de la tostada y la llevó a su boca

— ¡Por Dios están buenísimas! — logré articular con mi boca llena de arándanos

— ¿He pasado la prueba? — dijo Erika nerviosa frente a nosotras

— Eres la diosa de las Tostadas, te llamaré ¡TOSTADITA! — Gissele levantó sus manos en alto y le dió un beso en la frente

— Eres nuestra tostadita — le dí otro beso en la frente — pero como bien sabes querida Chef Tostadita, todo logro conlleva a un sin fin de responsabilidades, así que, declaro los sábados, ¡SÁBADOS DE TOSTADITAS!— grité y bailé en mi asiento, Gissele me secundó