¡Mi pobre, pobre amor! Aventurero, te has ido en busca de tu travesía, ¿Vas a volver?, ¿Cuándo te volveré a ver?, ¿A quién debo preguntar por ti? Sin tener que enfrentarme a los interrogatorios de la gente entrometida, ¿Qué debo hacer? Si me has mantenido oculta desde hace tanto tiempo, y me has abandonado sin decir palabra alguna… ¿Una carta? ¿Una carta, Alonso? Es todo lo que recibí de ti después de los años de amor y pasión que te entregué… Una carta, que no firmaba ni con un “Te amo” ¿Y ahora? Ahora debo esperar a que la fortuna esté de tu lado y regreses a mi lado… dejando atrás tus ambiciones y grandes proezas…
Ahora siento, marcado con fuego en mi corazón, el año en que te atreviste a abandonarme, Alonso, mi aventurero y codicioso Alonso, 1578, y desde entonces llevo contando las horas hasta tu regreso, llevo contando los días… los meses… y comienzo a preguntarme si efectivamente volveré a verte, si en efecto me amabas con tal demencia que ni en el momento más oscuro dejarías de recordar mi pálido rostro… ¿Recuerdas lo que me decías? En las noches que me visitabas, las noches que se hacían tan cortas… me susurrabas al oído lo dulces de mis labios… lo suave de mi piel morena y lo adictivos que te resultaban mis besos… y caricias…. Y te amé con alma y corazón… con cuerpo y mente… Te amé… y te nombré el único… pues… a todos los hombres de cuerpos cansados que el mío debió consolar, el tuyo fue el único con el que me atreví a soñar… divagar y navegar por un mar de esperanzas y anhelos… que con una locura casi enfermiza moría por hacer verdad.
Mi pobre amor, preso de su sed y locura, preso, preso de ti mismo mi Alonso. Ya ha pasado mucho tiempo, sigo esperando… sé que estas en algún lado y que tal vez encontraste una bella joven que te cumpla los caprichos, de todas formas… las líneas de la edad comienzan a apoderarse de mi rostro que un día llamaste tersa… las curvas que solían enloquecer tus sentidos comienzan a transformarse en tiesas líneas que un día fueron deseables…
Aún me permito soñar y delirar con tu regreso… de todas maneras, las historias de un amor como el nuestro… un amor oculto y al mismo tiempo tan perfecto, son el único recuerdo que me queda en la mente de tu hermosa presencia, y lo único que ella conocerá de su padre.