Crianza y comienzos

Corre el año 96, Es su primer día de clases, pero a simple vista, será una niña muy astuta e inteligente para su corta edad. Suri, es llevada por su madre al colegio del pueblo; transcurren los días sin novedad. Cada 27 de mayo, Suri observa en silencio como la tristeza en forma de lágrimas recorren el rostro de su adulto padre; ella observa sin preguntar, pues considera que no debe preguntar algo que se sabrá cuando se considere propio.

Su madre por mientras, prepara el almuerzo como cada día para Suri, sus 7 hermanos (5 de sangre y 2 nietos criados como hermanos), y su Padre. El día transcurre normal.

Suri está feliz pues participará en una obra en la fiesta de la escuela del pueblo y una de sus hermanas se prepara para enseñarle a practicar las vocales y en un descuido de mamá, su hermana Magdalena le enseña a bailar un poco.

Así transcurren los días hasta que llega el momento de presentarse en la obra de la escuelita del pueblo.

La maestra de Suri, está muy contenta con ella y la sobre proteje mucho. Aún así, la pequeña Suri disfruta de su mundo.

Transcurren los años y también su educación seglar, está a punto de comenzar una nueva etapa. Ya con 13 años empezó a transitar el camino del folclore. Desde los 7 años empezó con clases de danzas y progresa de forma impresionante, sin embargo, algo nuevo comienza a sus 8 años. 

Su padre (que por cierto es extranjero), por años (y desde que ella tiene noción de conciencia) ama el folcklore tradicional argentino, lo que lo lleva a iniciarse en el mundo de la radiodifusión. Así es, su padre comienza su carrera de locución (sin graduación previa, solo amor nato) y la joven y extrovertida Suri, lo acompañará en esta emocionante etapa para ella.

Todos los domingos, a las 12:15 parten rumbo a la emisora (que está a 22 kilómetros del pueblo),  junto a su padre que con mirada fría y carácter imponente se abre paso en ese "nuevo mundo para ella". Todo transcurre con normalidad, todos los domingos y ya contando sus 13 años de edad, se agrega un plus a su "nuevo mundo" : se encamina al recitado folclórico y por ende, transitar por varios escenarios del lugar y de provincias cercanas.

Continúa con sus estudios seglares, la solicitan mucho para los concurridos actos escolares, pero ella comienza a darse cuenta de lo apesadumbrados que se sienten quienes asisten al establecimiento y decide dar un paso al costado para que los directivos busquen a otros también capaces para esa responsabilidad y eso a ella le da paz y se libra de tanta presión y miradas de reojo.

Al transcurrir casi 3 años, cuenta con sus 16 casi de inmediato y con ello también levanta miradas y roba suspiros a su paso, pero para ella aún el amor no es del todo importante, pues aún a esa edad su Padre sigue dejándola al ingreso del colegio del pueblo y pasa a buscarla al horario de salida, cosa que a la jovencita Suri no le incomoda, pues a sus ojos, Su Padre, es la primera persona importante en su vida (como toda hija mujer...).

Pero al llegar el fin de semana, sucede algo que no esperaba y creo nunca imaginó...