El deseo de vivir

Siento tu alma inconexa a la realidad,

Siendo extraña y ajena,

diferente a lo que llamarían vida.

Te siento bailar y reír

como si sintieras más allá de tu tacto,

más allá del fervor de tu corazón.

Pero el espesor de tus palabras

me hace dudar de tu veracidad.

Sé que hay algo que no veo,

quizás en tus ojos,

en tus labios,

en tu cuerpo,

en tus maneras

o en la forma en la que amas.

¿Qué podría ser el detonante de tu alma?

¿Qué me permitiría verte como nadie más lo ha hecho?

Cuánta vida podría ver en aquellos ojos que parecen brillar.

Cuánta alegría podría sentir aquella que desea vivir.

Cuánto amor podría tener aquel corazón que no se siente feliz.

Aún si me equivoco sobre ti

Anhelo creer,

quizás incrédulamente,

que conozco a aquella

que con tantas ganas desea

mucho más

que cualquier otra mujer que haya existido.