El malo de la historia

Dentro de nuestra narrativa

Los actores y sucesos parecen contrariarse.

¿Dices la verdad?

¿Dicen la verdad?

¿Digo la verdad?

La tristeza aparece en todos los capítulos.

El final es el mismo.

No busco el tormento ni las desgracias.

No encuentro placer en tus lamentos.

No sufras con mi nombre en tus labios.

Expectante, escucho tu corazón romperse,

No puedo hacer más que languidecer en mi sitio.

Tu rostro se vuelve otros rostros.

Rostros que han maldecido tanto mi espíritu

Mi vida, mi familia, mi pasado y mi futuro.

El recuerdo me consume, pero se hace añejo y cada vez más distante.

Han pasado siglos desde el recuerdo de tu piel,

Pero solo minutos desde tu último adiós.

Esa última palabra que me dejó a la deriva,

Sabiendo que nunca más volverás.

Merezco lo que Dios tiene para ofrecerme,

No me quejo de mi destino,

Pero ¿qué rol tenías tú en ello?

No entiendo cuál fue el mal

No entiendo mi papel en tu tristeza

No sé si tu corazón blasfema mi recuerdo

Mis intenciones, confusas, susurran tu presencia.

Alejados del amor, del deseo, de la amistad.

Solo extraño tu alma y lo poco de la mía

Que quedó contigo.

No siento el pedirte perdón,

Pero si el que no te olvides de mí.

No quiero que esto termine así.