Matthew subió para acompañar a su hermano menor a que se acueste,usando como excusa que ya era bastante tarde para él.
Se había retirado realmente enfurecido porque su padre mencionó a su esposa tras haberla comparado con Kenya.
Por el clima generado, la mirada penetrante que Matthew depositó en su padre, Sam negando con la cabeza y rodando los ojos, dieron a entender a Kenya que no era un tema fácil de tocar y que ya era habitual esa reacción en Matthew.
El clima tenso generado no mejoró el estado en el que Kenya se encontraba. Nunca fue la mejor para sobrellevar esa clase de momentos, ni mucho menos la situación que conlleva a eso.
Pidió permiso para ocupar el baño costándole el doble subir. Al llegar, notó que la condición en la que se encontraba era deplorable.
Sus manos temblorosas, su rostro empalidecido y una sensación de náuseas terminaron con su desvanecimiento al poco tiempo de entrar. Sólo llegó a remojarse un poco el rostro y sin más, se derrumbó.
Si todo hubiera terminado ahí no hubiera sido tan grave, pero con decirles que minutos después se dirigía al hospital principal de Nueva York trasladada en una ambulancia junto con paramédicos pueden notar que el suceso acabó con problemas mayores.
Lo ocurrido fue resultado de una contusión en la parte trasera de la cabeza, ya que al caer se golpeó fuertemente con un pequeño mueble para guardar productos de limpieza.
Enfermeros ayudaron a bajar la camilla del vehículo para que con movimientos ágiles y veloces ingresen al área de urgencias.
Los minutos pasaban cual horas haciendo más ardua la espera de algún resultado clínico.
En los pasillos, poca gente se encontraba merodeándolos, pero allí firmes se encontraban Richard, Christopher, Samuel y Brett, quien no perdía la esperanza de ver a su amiga salir sana y salva de aquella habitación gélida con luz tenue.
–El Dr. McConaughey solicita hablar con un familiar directo de la paciente Kenya Moore. – Dijo una enfermera que salió de aquella sala, quien rápidamente pudo reconocer quienes la acompañaban ya que al verla salir de aquel cuarto la observaron como pidiendo a gritos una respuesta.
–Yo soy el mayor responsable de la casa en la que ella se está hospedando. Iré yo. –Dijo Richard
–Lo siento, pero el doctor pidió estrictamente un familiar directo y mi trabajo es acatar todas sus órdenes.
–Entiendo perfectamente señorita, pero su madre se encuentra en camino. Vive en San Francisco y lógicamente aún no llega. Kenya aquí no tiene a nadie más que nosotros.
–Está bien, en ese caso sí es posible hacer una excepción. Acompáñeme por aquí señor. –Dijo aquella.
Luego de unos minutos de esperar solo en el consultorio de aquel doctor, éste ingresa y estrecha su mano con la de Richard.
–Muy bien señor Allen, mi nombre es Hernie McConaughey y soy el doctor a cargo de Neurología.
La información que puedo darle por el momento es reducida ya que aún no se tiene los resultados completos de la paciente y porque al no ser un familiar directo se preservan algunos datos para aquellos que si lo sean. Son cuestiones de protocolo, señor Allen. No corre por mi cuenta.
–Entiendo perfectamente doctor.
–Bien. La señorita Moore en estos momentos se encuentra sedada para reducir el dolor en la zona. Aún no tenemos los datos de la tomografía que le enviamos a hacer pero en cuanto podamos tenerlos y pueda contactarme con un familiar directo se los vamos a hacer saber...
Antes de sedarla pudimos hablar con la joven, al principio tuvo reacciones que nos preocuparon ya que estaba muy nerviosa y no podía controlar su llanto. Dijo que tenía mucho miedo, pero automáticamente lo relacionamos con una fobia a los hospitales o quizás a las inyecciones pero luego poco a poco fue reaccionando. Pudo también haber sido producto del golpe, son muchas las hipótesis.
Hasta el momento no presenta ningún cuadro de pérdida de memoria, conocimiento, o algún problema con sus sentidos principales como lo son la vista y la audición. Lo cierto es que la paciente deberá permanecer en el lugar un día más para terminar con los chequeos rutinarios. Pero aún así no quisiera perder la oportunidad de hablar con su madre o su padre si es que es eso posible, tengo algunas preguntas para hacerles. Ojalá pueda hacerlo a la brevedad...
El doctor misteriosamente solicitó con urgencia la presencia de Grace, la madre de Kenya. Talvez haya sido por los nervios, pero Richard no notó aquel tono insistente y algo preocupado con el que el profesional se dirigió.
–Como ya le había mencionado a una enfermera, la madre está en camino y alrededor del medio día a más tardar estará aquí. –Le contestó Richard. –Muchas gracias por aceptar hablar conmigo doctor. –agregó
–No se preocupe señor Allen, ante cualquier novedad los mantendré al tanto.
–Gracias nuevamente.
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Editado: 16.07.2018