Desde mi cielo

CAPITULO 3:Ave Cesaria / Stromae

     Caminamos por las calles, aún están oscuras, no tarda en amanecer, él permanece callado, camina a mi lado sin dejar de verme, sigo pensando donde será el mejor lugar para hablar, un lugar neutral, de repente mi estómago vuelve rugir con fuerza. Pongo los ojos en blanco, espero que no lo haya escuchado, volteo hacía él y sonríe burlón, claramente lo escuchó. Suspiro con fuerza y me detengo, veo hacía todos lados, hay muy pocos lugares que estén abiertos a estas horas, además no tengo dinero, supongo que él tampoco. Volteo hacia él de nuevo y su rostro sigue escrutinando el mío, con duda.

-Si me permites... si es que quieres y aceptas... podemos ir a mi departamento... creo que tengo comida ahí... (se queda pensativo)

-¿Los demonios comen? (lo veo sorprendida y él sonríe pícaramente)

-Por gula... vamos... los pecados capitales son nuestra especialidad... (me ve aún con la pregunta implícita en su mirada a lo cual suspiro, tengo miedo de que sea una trampa, pero... ¿tengo otra opción?)

-Vale... vamos... (lo veo con las manos en la cintura, aún reflexionando si es buena idea)

     Noto que se acerca a mi lentamente, sin dejar de verme a los ojos, frunso el ceño, ¿qué intenta ahora?. Me sujeta de la cintura y me acerca a su cuerpo, choco contra él y mi indignación se vuelve aún más grande, levanto mi mano intentando darle un puñetazo en la cara, pero él velozmente lo sujeta y lo ve con detenimiento, después voltea hacía mí y me sonríe, pero es una sonrisa tranquila, relajada. Noto que sus alas se extienden, empiezo a entender su tirada, no no no, me rehuso a volar, odio volar, odié las prácticas de paracaidismo.

-Odio volar... lo odio... (lo veo fijamente a los ojos y lo noto divertido)

-Lo sé... (me sonríe de oreja a oreja, orgulloso de lo que está apunto de hacer)

     De una sola intención me levanta y me toma en brazos, me aferro a su cuello por inercia mientras sus alas se extienden en su totalidad, son enormes y me quedo sorprendida. Lo veo suplicante y noto como sus ojos se vuelven cada vez más rojos, su sonrisa se ensancha más, está divertido con lo que hace él muy desgraciado. En cuanto siento que despega encajo mi cara en el hueco que se forma en su cuello, me rehuso a ver, me aferro a él siento que encajo mis dedos en su espalda, pero parece que eso no le hace mayor molestia. Cierro los ojos con fuerza durante todo el trayecto, inhalo su loción, no es dulce, es fresca y muy intensa, no puedo parar de respirar su aroma. Admitamoslo, es delicioso olfatear a un hombre que huele bien, de los pequeños placeres de la vida. De repente salgo de mis pensamientos, noto como sus pies tocan el piso.

-Llegamos... (escucho su voz en mi oído, sus labios están muy cerca y me eriza la piel)

     Levanto la cabeza y abro los ojos, veo que efectivamente llegamos, pero esto no es un departamento normal, es un penthouse, brinco de sus brazos, pero me siento mareada, camino como borracha, empiezo a trastabillar hasta que siento sus manos en mi cintura intentando darme soporte. Pongo mis manos sobre las suyas agarrandome de ellas y empiezo a respirar profundamente, saco el aire con fuerza  y cierro los ojos intentando controlar el vértigo. Cuando abro los ojos él está a mi lado, muy cerca de mí, sujetando mi cintura y viendome con preocupación, su rostro está demasiado cerca del mío. Cuando estoy consciente de su cercanía me alejo, me quito sus manos de encima y camino lejos de él, me ve fijamente, confundido, ve las palmas de sus manos y las cierra, regresa su mirada hacía mí como si intentara comprender algo muy difícil.

-¿Bien?... (volteo hacía todos lados, analizando el lugar donde estoy) primeramente... ¿Dónde está la comida? (levanto una ceja hacía él)

     Noto como se forma una sonrisa ancha en su boca, empieza a reír mientras se acerca a una barra que está dentro del mismo lugar, detrás hay todo un estante lleno de botellas, saca un par de vasos y sirve un líquido ambar al mismo tiempo que levanta un teléfono que está en la orilla de la barra. 

-¿Monet? ... si, necesito comida... necesito.. (voltea a verme como analizandome) proteína... carne... si, eso está perfecto... gracias... (cuelga y toma ambos vasos y se dirije hacía mí) sentemonos... la comida viene en camino (me ofrece un vaso mientras se sienta en uno de los sillones)

-Bien... en lo que viene la comida empieza a explicarme... ¿qué me pasó? (lo veo fijamente mientras me siento en el sillón frente a él)

-¿Qué te pasó?... bien... no se mucho de como moriste... por lo menos no los detalles... pero... vale... lo que recuerdas, la forma en la que te mataron, todo lo que pasó es verdad... (me ve mientras se recarga en el sillón y toma de su vaso)

-Entonces... ¿estoy muerta? (lo veo sorprendida a los ojos)

-No... ahora ya no... estás viva... y puedes morir... te trajo a la vida Tony... el demonio que conociste... 

-¿Para qué me trajo a la vida? (veo mi vaso intentando comprender lo mejor que puedo lo que él me dice)

-Vale... esto te lo tendrían que explicar ellos ¿sabes? este no es mi trabajo, pero... bien... como ya notaste existen los ángeles y los demonios en sus diferentes variaciones y con su particular progenie... ¿ok?... eso... lo comprendes... ¿cierto? (me ve fijamente con los ojos entrecerrados)




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