Estoy en mi habitación, pensando en todo lo que pasó el día de ayer, aún no me puedo creer que Tyra ya no esté, no sé en que momento el destino decidió que sería divertido que todos los que me rodean empezaran a morir uno por uno. Aunque Tyra no era exactamente una amiga muy querida y cercana, era mi compañera, era la nueva inquisidor y por tanto no solo era la nueva integrante de este aquipo si no también tenía un papel fundamental para nosotros. De repente el ruido de la puerta me saca de mis cabilaciones, volteo hacia ella y veo como se abre lentamente, la persona que la abre es Hariel, entra lentamente. Me ve fijamente a los ojos y noto que hay algo de duda en ellos.
-Hola... (le sonrío y me levanto de la cama, camino hacia él, pero me detengo, noto que se comporta diferente)
-Hola... (suspira profundamente y de repente sacude su cabello con ambas manos como su tuviera alguna idea en la cabeza de la cual se quiere deshacer)
-¿Todo bien? estás... raro... (le digo mientras guardo mi distancia y pongo toda mi atención en él)
-No sé... dimelo tú... (me ve como si hubiera hecho algo reprobable)
-¿Perdón? ... espera... ¿estás así por lo de hace rato?... ¿por qué abracé a Lucifer? (lo veo fijamente a los ojos y una sonrisa se dibuja en mis labios)
-Aún sientes algo por él... o... ¿me equivoco? (noto la molestia en su rostro, pero se me hace risible)
-Hariel... claro que no... ya no lo veo como nada más que un aliado... y si lo abracé fue por que sentí lástima por él... ¿viste lo destrozado que quedó con la noticia de Tyra?
-¿Segura que nada más fue por eso? (suspira pesadamente mientras camina de un lado al otro de la habitación) llevamos años juntos... y... te he pedido que...
-Vamos con lo mismo... (Cierro los ojos y me siento en la cama esperando a escuchar su comentario de siempre)
-Quiero formar una familia contigo Florence... ¿es tan malo? (abro los ojos y lo veo frente a mi viendome fijamente)
-No, no es malo... pero aún no es tiempo... sabes que mi deber está aquí con mis hermanos y con Tony... no puedo ser inquisidor y madre a la vez... (la misma cantaleta de siempre, se esta volviendo difícil de soportar)
-No tienes por que quedarte como inquisidor... sabes que si formamos algo, si tu quedaras embarazada nos iriamos de aquí... ya no serías inquisidor...
-No quiero dejar de ser inquisidor... (levanto mis ojos hacia él) además... si me embarazo ¿qué? ¿nos iremos a dónde? ¿al cielo? ¿viviremos allá? ¿tendrémos un "vivieron felices para siempre"? (me levanto y me coloco justo frente a él)
-¿Sabes qué es lo que no entiendo? (sonríe de medio lado, como si lo que dije fuera un chiste amargo) que eso no lo pensaste cuando te revolcaste con Lucifer...
Su comentario lo siento como una puñalada directo al corazón, me sorprenden sus palabras, no creí jamás me fuera a decir algo así, instintivamente, movida por el dolor que generó, levanto mi mano hacia él y le doy una bofetada lo suficientemente fuerte para voltear su rostro hacia un lado, noto como mi palma queda marcada en su mejilla y sus ojos se quedan clavados en el piso.
-Cuando cargaste al hijo de Lucifer en tu vientre no tuviste problema con aceptarlo aunque él no estuviera a tu lado... (levanta sus ojos hacia mí y con su mano cubre su mejilla) bueno... supongo que cada quien tiene prioridades... y respetaré las tuyas tanto tiempo me sea posible...
Me quedo sin palabras, da media vuelta y sale de la habitación, cuando estoy consciente de lo que pasó, cierra la puerta detrás de él, dejandome sola de nuevo. ¿Hice mal?, empiezo a respirar con dificultad, siento como una presión en el pecho no me deja respirar con naturalidad, me siento en la cama y recuerdo bien lo que pasó aquella vez, recuerdo como me sentí cuando me supe embarazada, con miedo, pero... feliz... no sé... en verdad tenía ganas de tener a ese bebé, después de eso nada fue igual para mí, aunque Hariel se quedó a mi lado y me apoyó en cada paso, aunque estuvo siempre para mí, no me sentía completa, no pude saber lo que es cargar una vida en mi vientre, su propio padre lo arrancó de mí, Lucifer, mi primer amor sincero, por el cual sentí euforia, alegría incontrolable, me sentía viva con él, su simple mirada me hacia cambiar la perspectiva de mi persepción del mundo... y aunque él decidió quedarse con Alexiel, aunque me arrebató a mi bebé... muy dentro de mí... le seguía teniendo cariño.
Aún recuerdo cuando regresó como perro con la cola entre las patas, arrepentido de traicionarnos, arrepentido de lo que me hizo... aún recuerdo como lo rechacé... lo alejé de mí, en parte por que sabía que él no me iba a amar como yo a él, que su amor me destrozaría, sabía que quedarme con él solo acabaría conmigo, también Hariel fue parte importante de tomar esa desición, él me mostró que un hombre por muy rudo, sanguinario y tosco que sea, no lastimará a la mujer que ama, él solo ha sabido amarme con dedicación, paciencia y cariño y he tratado de corresponderle en todo, pero siempre que llega al punto de formar una familia terminamos igual, no sé por que no deseo tener hijos con él aún, no sé si tenga que ver mi aborto, no sé si tenga que ver Lucifer, solo sé que no me siento preparada para eso y me duele verlo frustrado, pero me duele más que no pueda hacerme entender, que no pueda sentir lo que siento, que no pueda comprenderme.
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Editado: 18.01.2020