17. El nudo del ocho.

A veces llega a resultar tan curioso el misterio de la vida.

Lo impredecible que puede ser, como sin darte cuenta, todo te lleva a otro camino.

Como las decisiones que tomes, influyen en lo que pasará. 

En lo que se aproxima.

Como por algo conoces a ciertas personas.

Como es que estaban destinadas a estar en tu vida por un tiempo determinado.

Pero siempre enseñándote algo.

 Porque a veces, llegan en el momento perfecto, cuando más los necesitas. 

Cómo podrías haber llegado a un bulevar pero no lo hiciste.

No lo hiciste porque tomaste el otro camino y eso, te llevo a otro bulevar. 

Al que estaba destinado desde un principio.

Y la vida se encargo de ponerte en ese bulevar.

Porque tuviste que vivir cada segundo ahí, para poder convertirte en lo que eres ahora.

Alguien fuerte, valiente, independiente. 

Porque gracias a eso:

Te conociste.

Porque gracias a eso:

Ahora sabes lo que quieres.

Sabes lo que vales.

 Sabes que cuando pones empeño en algo, tarde o temprano dará de sus frutos.

Y es ahí cuando decides crear un nudo, porque cuando las cosas se entrelazan bien, el resultado es indestructible. 

Creando uno de los nudos más resistentes.

El nudo del ocho. 

Bendito sea el misterio de la vida.

Porque gracias a ello, estas feliz de estar en un bulevar totalmente diferente al que te encontrabas. 

En el cual tendrás que tomar más caminos, pero con suerte, te seguirían trayendo esa serenidad.

Y seguirás estando contigo misma, apoyándote y luchando.

Porque así esta destinado.