Desde que te conocí amor

22. Mi vida

Estaba sorprendida porque Matt no me dejó que lo abrazara.

-Il hay algo más...

-¿Qué es?- me empezaba a preocupar un poco por el tono en que lo dijo.

Saca una bolsita de su bolsillo de su pantalón y yo ya estoy pisando el paraíso.

-Se que estamos jóvenes aún, pero estoy totalmente enamorado de ti Il, desde que te conocí mi vida ha mejorado y cambiado para bien, eres mi vida entera. Te amo demasiado flaca.- hace una pausa, abre la bolsita y nuestros ojos se encuentran -Quiero pasar el resto de mis días a tu lado, venciendo juntos cada obstáculo que se nos interponga en el camino, amándonos hasta la eternidad.- me toma de la mano y continúa. -Il quiero que sepas que amo cada parte de ti, incluso las que piensas que son defectos, esos para mí son perfectos y te amo con mi alma.

Me coloca el collar. Es tan hermoso. Cierra la distancia que había entre nosotros.

Nunca me imaginé que me dijera todo esto en la orilla del mar, a la puesta del sol. 

Todos estos tiernos detalles que Matt ha tenido para mí son muy bonitos. Me encantan.

-Il sé que esto talvez sea muy pronto, pero ¿Puedo ser tu novio?

No respondo, claro que quiero, lo quiero a Matt toda mi vida se ha resuelto, pero aún desconfió de todos.

Al ver que no respondo, él habla. -No tienes que responderme ahora... yo sabía que era demasiad...

-Sí Matt.- lo corté con mi respuesta.

Lo abracé y lo besé... para ser sincera yo jamás había tomado la iniciativa en este tipo de situaciones, pero él es quien jamás lograré sacar de mi mente y no creo que quiera sacarlo ni de mi vida. El beso fue suave, dulce y tierno; nuestros labios encajaban a su perfección, nuestras respiraciones sincronizadas, nuestros latidos acelerados. Deseaba este beso tanto como él y eso hizo que el beso sea profundo... no sólo besó mis labios, también besó mis más profundas heridas, ama cada parte que yo considere defecto y ha despertado los demonios que nunca nadie conoció, cumplió lo que una vez me dijo:

-Déjame besarte en tus más profundas heridas, amar tus defectos que para mí son perfectos y despertar los demonios que nadie conoció.

Luego de eso, seguimos caminando por la orilla, contando parte de nuestra infancia, y sí... después de todo, casi no recuerdo mucho, pero Matt hace que recuerde todo lo hermoso que viví y genere en mí nuevos recuerdos, unos que no olvidaría hasta mi último aliento. 

Pasamos el resto de la noche en un restaurante que él solía ir de pequeño con su familia, compartimos una pizza deliciosa en una velada muy romántica. 

Cuando mencionó a su familia, entró en mí cierta curiosidad por conocer a sus padres.

-Matt ¿Qué hay de tu familia?... coméntame sobre tu padre y tu madre. 

-Mi familia es...- se queda pensativo. 

Al ver que no continúa, hablo. -No te preocupes Matt, no saliste corriendo de mi vida al enterarte de todo lo que me pasaba...- lo tomo del hombro y continúo. -Tampoco saldré corriendo de la tuya.

-Il, pero en mi familia no soy bienvenido.- lo dijo finalmente.

-¿Por qué no lo eres Matt?

-Bueno... digamos que antes yo no era así. Yo tenía ciertos vicios que estaban arruinando mi vida y la de mi familia, pero en cuanto te vi en aquella foto me propuse dejarlos con todas mis fuerzas, cuésteme lo que me cueste, para poder tener una historia junto a ti.

-Matt eso es muy lindo de tu parte. Pero no creo que sólo por eso ya no seas bienvenido en tu casa...

-No es sólo por eso... también me culpan de que mi hermana se haya ido con Adrien.

-Pero eso no tiene sentido... tú no la obligaste a ir con él ¿O sí?

-Pueda que sí...- dijo apretando su mandíbula.

-Matt, cariño, está bien. No te preocupes, se resolverá. Si no quieres ir por ahora a casa de tus padres, no hay problema.

-Gracias por entender Sweetie. 

Cómo me encanta escucharlo llamarme así. 

No entiendo muy bien el por qué, pero prefiero no preguntarle ahora... es mejor que él me lo cuente a su tiempo, cuando él esté listo me contará sobre su familia y lo que pasó con Mara.

Cuando llegamos a nuestro departamento Damon no estaba ahí, solo Nadia y ella estaba un poco pálida.

-¿Qué pasa Nadia?- dije al verla cuando me dio una sonrisa decaída, triste.

Matt sólo se limitó a ver y a escuchar.

-Ily tu madre empeoró. Damon fue con Dave al pueblo para llevarla al hospital. Estoy esperando a que llame Damon. Dijo que en cuanto estén en camino al hospital me llamaría.

-¿Qué? ¿Mi madre?- se me derrama una lágrima. -¿La traen al hospital al que fui?

-Sí Ily.

-Vamos. Nadia toma un abrigo y vamos al hospital lo antes posible.

Le pedí a Matt que nos llevara al hospital, en el camino Nadia nos contó más detalles de lo que había sucedido. Ambos estábamos demasiado impactados con la noticia, nosotros sabíamos que mamá estaba mal de salud, pero cada vez que le mencionábamos algo sobre eso, ella decía que estaba bien, que tenía todas las medicinas, que va mejorando su salud, la última vez que la vimos estaba bien, se la veía bien, con un buen semblante. 

Llegamos a la sala de espera del hospital, ahí ya estaba Damon y Dave; ellos nos informaron que mi madre estaba en urgencias, que cuando llegaron a casa ella estaba con toz y casi sin poder hablar.

Nadia se comía las uñas de la angustia, ningún médico salía a avisarnos el estado de mi madre.

Esta espera nos desespera a todos. 

Matt estaba arrimado en la pared y yo estaba en frente de él a pocos centímetros de distancia, casi encima de él. Me tenía entre sus brazos acariciando mi espalda y mi cabeza.

Era tranquilizante.

Me susurraba en mi oído. -Tu madre es fuerte, saldrá bien de esta. No te preocupes.- aunque esas palabras eran reconfortantes porque provenían de Matt, me traían amargos recuerdos. No quiero perder a mi amada madre... no deseo perder a alguien más.



#20030 en Novela romántica
#4881 en Thriller
#2601 en Misterio

En el texto hay: misterio, juvenil, amor

Editado: 16.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.