Desiciones Que Matan

Capítulo 16

Santiago

Este día, ¿no podía ser más estresante? Después de haberme reunido con los chicos en el parqueo, recibo una llamada de Nathalia, realmente pensé que cumpliría su promesa de mantenerse alejada, llegue tarde a la primera hora de clase, (por haberme puesto a contestar esa llamada), por lo tanto no me dejo ingresar el profesor. La segunda hora pude entrar sin problema pero la profesora aplicaría un examen, examen en el cual ni el coordinador de la carrera me lo hizo saber.

La tercera hora, la tengo libre, por lo tanto me dispongo a ir a la cafetería, ya que a esta hora no hay muchos estudiantes en ella, solo hay algunos estudiantes merodeando la cafetería y me llevo la más grande de las sorpresas, Mario.

No dilato nada, por conseguir toda la información de Leila, y hablando de ella, Will me dijo que faltaría hoy a la universidad, pero hay algo que me llama la atención, tiene una pequeña cortada en el cachete y no solo eso, está hablando con Gianna. Me pongo los audífonos y selecciono la aplicación que José, había creado, esta aplicación nos permite escuchar las conversaciones y se gravan automáticamente.

Una vez que ingreso nuevamente mi celular en el bolsillo trasero del pantalón, me dispongo a caminar, directo al mostrador a comprar un sándwich y una soda. Una vez que tengo mi pedido y lo he pagado, me voy a sentar a una de las mesas vacías y por lo que veo Mario no me ha notado, por lo que llevo la capucha de mi suéter en mi cabeza.

No estoy tan lejos, pero tampoco estoy muy cerca, estoy a una posición adecuada y lo único que hago, es terminar mi sándwich y escuchar lo que tienen que decir.

-El plan no salió a como se había estructurado, solo se levantó y fue detrás de la anoréxica, le reclame y me mando a freír espárragos.

-Gianna, eres buena seduciendo y en la cama, no se te puede ser difícil destrozarlo.

-No lo entiendes Mario, tiene el mismo brillo que…

-Ni te atrevas a mencionar su nombre, acuéstate con José, cueste lo que cueste, que del resto me encargo yo.

-Él no es estúpido, se dará cuenta que algo tramo, no se creerá el cuento de que me gusta y que, quiero algo casual con él.

Escucho como Gianna suelta un ¿gemido? Pero que rayos, volteo mi cabeza, sin llamar mucho la atención para ver lo que está pasando. Y claro no debería sorprenderme, Mario la está tocando encima del pantalón creo que en cualquier momento tendrá su orgasmo, no soy un santo pero diablos, debería de tener un poco de decencia, estamos en la cafetería de la universidad.

-Vamos al baño de hombres, de acuerdo cariño.

Gianna solo asiente con la cabeza, ya que no puede hablar por la simple razón de que esta conteniendo los gemidos y se está mordiendo el labio inferior. Volteo rápidamente la cabeza para que no me noten y tan solo miro de reojo, cuando salen de la cafetería, espero tan solo unos minutos hasta que tocan la campana.

Creo que el día de hoy, voy a saltarme las demás clases y arrastrare conmigo a José, será mejor que le envié un mensaje.

Yo: José, ¿Dónde diablo estas?

José: Biblioteca.

Yo: ¿Estás solo?

José: No, estoy con Antonio, Yariela y Will.

Yo: ¿Qué hacen los dos últimos ahí?

José: Imagíname, que te estoy poniendo los ojos en blanco. Yariela y yo tenemos un trabajo que hacer y claro Will no la quiso dejar sola, sin mencionar que Antonio y Wil también tienen que realizar un ensayo. Y aquí estamos en la biblioteca.

Yo: No se muevan de ahí, me acabo de enterar de algo que tienes, que saber.

Me desconecto del chat, y me dispongo a caminar directo a la biblioteca, genial primer día y ya parezco todo un chico malo, ser espía no es fácil, muchas veces tienes que elegir sin importar el costo que puede generar, eso lo aprendemos tanto a la buena como a la mala manera. Porque siento que haber venido a Villa Votta abrirá viejas heridas, ¿acaso fue un error a ver venido?

La verdad no lo sé, pero la respuesta llegara en cualquier momento, ingreso a la biblioteca, solo muevo mi cabeza para buscar a José o Antonio, hasta que diviso la camisa verde de Antonio y la campera de José en el respaldar de la silla, me acerco hasta ellos, tomo asiento al lado de Yariela, ya que a su lado izquierda esta José, del otro lado de José esta Will, y al lado de Will esta Antonio, por lo cual Antonio está en el centro de Will y yo.

-William, Yariela es bueno verlos.

Yariela me da una sonrisa sincera, mientras que William solo me da un asentamiento con su cabeza.

-Santiago, me puedes decir porque tan desesperado.

-No estoy desesperado José.

-Tus mensajes dicen otra cosa.

-De acuerdo, nos saltaremos lo que, queda de clases…-los cuatro me miran todos confundidos, claro, solo a mí se me ocurre decirle de buenas a primera que faltaremos a las demás clases.



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En el texto hay: decisiones, reencuentro, amor desamor

Editado: 04.05.2021

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