Eddie no dejaba de comunicarse conmigo por mensaje, ya que tiene que ser precavido, los vampiros son muy susceptibles con los que le rodea, por lo tanto, no tengo que confiarme mucho a la hora de hacer llamadas telefónicas, ya tengo suficiente en saber que mis conversaciones telefónicas eran guardadas.
Me encerré en mi habitación y me concentré en otras cosas, a pesar de la distracción que conlleva los mensajes de Eddie. Al parecer, hay un problema en la AC, todos los Concejales de Asociación, entre otras palabras: los superiores cuentan conmigo como última alternativa para descubrir si Frederick iba a estar o no involucrado con los planes de Lilly Hoffman. El único problema sería Lysander, está tan empeñado en cuidar a Frederick que sería casi imposible saber si este se comunica con otros vampiros.
Le pregunté si él ya tenía un plan para resolver ello, pero lo que me contestó fue: ¿Y tú?, ¿no tienes algo en mente para adquirir la información?
«Mierda» pensé con frustración y masajeé el puente de mi nariz, «¿qué hago?». ¿La AC necesita un informa tan rápido?, ¿tan urgidos están? Este es mi segundo día en este lugar, ¿cómo haré para obtener información tan rápida? Espiar a un vampiro no es fácil, mínimo necesito una semana para enterarme de varias cosas, pero ¿dos días apenas? Se supone que el contrato es largo.
En fin, después de quejarme mentalmente por todo, me decidí en contactarme con los demás más tarde.
Miré mi muñeca, gracias a la curación de Frederick, está lisa y no posee ninguna cicatriz, nadie me dijo que alimentar a un Ancestro tendría beneficios además de la habitación y la comida; aún recuerdo con claridad el dolor de mi muñeca al ser perforada por los colmillos de mi propietario, nadie me dijo que la mordida de la primera escala sería tan dolorosa a pesar de que él no parecía tener la intención de ser brusco.
―Qué estúpida ―me dije al darme cuenta que no acomodé todos los libros que me compró Max.
Tal vez acomodar libros me haría olvidar un poco la frustración y la presión que la AC quiere ejercerme, ¿acaso no hay más cebos para presionar? Me imagino que no, ya que soy la única que está conviviendo con un Ancestro, el único que queda de su especie.
Cuando empecé a ordenar alfabéticamente mis libros, escuché que abrieron la puerta, me asusté con la sola idea de que Lysander o Frederick ingresaran a mi habitación sin pedir permiso, pero al voltearme, pude respirar con tranquilidad.
―Casi me causas un infarto, Charles.
El poni se dirigió hacia mí, mordisqueando mi ropa, le acaricié la cabeza. Miré los adorables ojos de Charles.
―¿Sabes qué? ¿Te han dicho que eres un buen antiestrés? ―Me senté en el piso para poder estar un poco a la altura de él.
Ahora entiendo porqué Frederick y Lysander lo quieren tanto, es cierto que Lysander se queja mucho de él cuando se vuelve travieso, sin embargo, se nota genuinamente que quiere mucho a Charles.
―Eres el niño consentido de esta casa.
Charles relinchó, mi corazón se siente conmovido por tanta ternura. Qué poni más privilegiado, no tiene que dormir afuera, puede estar calientito cuando haga frío y siempre olerá bien, ni siquiera parece que posea pulgas.
Empecé a notar que Charles parecía querer decirme algo, ya que me jaloneaba la camiseta y movía la cabeza como si hiciese un ademán para que le siguiera, me guió fuera de mi habitación y así lo seguí. Nos dirigimos al living de la morada, uno hermoso decorado con muebles esponjosos, sin embargo, no lo crucé, me escondí. Al parecer, alguien vino de visita y estaba sentado en uno de esos muebles.
―¿Por qué tanta urgencia en crear nuevos vampiros? ―cuestionó lo que debía ser la voz de Lysander―. Tu ama debe saber que Frederick no quiere nada que ver con el CV, hace siglos que lo expulsaron de ahí.
―Mi ama puede hacer que lo acepten nuevamente en la CV, solo necesita de su cooperación, no tiene que hacer mucho, solo dejar caer unas cuantas gotas de sangre para nosotros ―habló otra voz que se me hace un poco conocida.
―Declinaré la oferta, señor Argus.
―La reunión tiene que ser con su amo, no con usted, los Sirvientes no deben negociar por encima de su amo.
―Lo mismo le digo. Yo velo por el bienestar de mi amo y la lady Hoffman no es parte de ese bienestar.
―No dejaré que insulte a mi ama ―advirtió con un tono un poco amenazador.
―Y yo no dejaré que le robe la tranquilidad a mi amo.
Por un momento sentí que Lysander se levantó para dar final a la conversación.
―El señor Frederick es un vampiro Ancestro, su deber es crear más vampiros, los humanos se reprodujeron como parásitos y abarcan un enorme porcentaje en este mundo, a este paso vamos a desaparecer definitivamente. Considere el punto de mi ama, por lo menos ruego que su amo pueda reunirse tranquilamente con mi ama.
Hubo una gran pausa, parecen estar demasiados concentrados en su conversación para notar mi presencia, olí mis brazos y noté que huelo a vainilla como Charles, ese poni me impregnó su olor, tal vez por eso no saben que estoy escuchándolos.
―Hablaré con Frederick al respecto, si acepta tener una reunión con lady Hoffman, no lo frenaré ―. Me asomé un poco para poder vislumbrar la discusión―. Sin embargo...
Casi se me corta la respiración al ver a Lysander abofetear al Sirviente de Lilly Hoffman, de su mejilla salpicó sangre y se podía ver claramente los enormes arañazos que le hizo Lysander, aunque solo fue en cuestión de treinta segundos para que regenerara la piel de su mejilla.
―Espero que mi advertencia haya quedado clara, señor Argus. Puedo hacer cosas peores que esa, es solo cuestión de su accionar, entre otras palabras: si hace algo que perjudique la tranquilidad de mi amo, puedes irte despidiendo de tu cabeza.
Esa amenaza fue tan seria que me erizó la piel, no quiero estar en el lugar de ese vampiro, es cierto que veo mucho a Lysander de mal humor, pero nunca lo había visto enfadado de verdad, y parece que es capaz de todo.