Capitulo 23

Le doy un largo sorbo a mi botella de agua dejando que el preciado líquido refresque mi boca y garganta.

—Entonces le dije, soy una mujer casada y tengo una hija—Mamá calienta agarrándose de un árbol

Asiento para que sepa que le prestó atención mientras me siento en la grama del parque al que siempre venimos a trotar, a mi lado Clara arranca pasto mirando a mi madre expectante

—¿Y saben lo que me dijo?—Deja de hacer calentamiento y pone sus manos a ambos lados de su cadera—¿Y eso que? Yo también soy casado y con hijos—Imita la voz de un hombre

Río, si esa es la forma del cardiólogo de su hospital de ligar con las mujeres le ira mal.

—Si ese sujeto sigue así terminara en el hospital gracias a su esposa y no precisamente trabajando—Bufo

—Idiota—Suelta Clara volcando sus ojos—¿Por qué hay tantos idiotas? ¿Y por qué habremos tantas estúpidas?

Lo de Xan aun esta algo reciente y que el rubio se mantenga acosándola prácticamente no está ayudando, Xan se aparece en todas partes en las que Clara este, terminan discutiendo cada que mi amiga lo confronta y particularmente no me está pareciendo para nada sana la situación. Él la sigue tratando como si fuesen novios aun y cuando la castaña le dejó en claro que todo entre ellos se había terminado.

—Nadie es idiota, ni estúpida—Mamá se sienta con nosotras—Solo hay hombres que no son los indicados para ciertas mujeres y hay mujeres que no somos las indicadas para ciertos hombres, las consecuencias de mezclar el aceite con agua y ponerlo a fuego es que chispee y queme todo a su alrededor, es una mezcla que no se debe hacer y, linda—Toma la mano de Clara—Te mezclaste con aceite siendo un agua tan pura y cristalina—Ya me dijo Delanie lo que sucedió con tu ex...—La castaña se tensa con el comentario de mi madre—Lamento que hayas tenido que pasar por una experiencia de esas a tan corta edad...

Clara bufa

—Una raya más al tigre no hará la diferencia—Bromeó la castaña

Mamá deja salir un largo suspiro

—En realidad sí la hace, y más cuando es tu primera raya amorosa—Opina mi madre

—Es que ni siquiera vale la pena que me esté lamentando—La castaña cubre su rostro—Me puso los cuernos en mi propia cara y...—Se mantiene en silencio

Mamá y yo compartimos mirada

—¿Y qué?—Animo a que continúe

—Me estoy arrepintiendo de no haberle pegado una bofetada, debí hacerte caso cuando me dijiste que lo escuchara, pero que no volviera con él...—Lanza—En cierta parte no me duele tanto, ¿Saben? Estoy... Me siento... confundida—Frunzo el ceño mirandola—Cuando en la fiesta quise buscar a Xan me encontré a Blake, y... Casi nos besamos—Vuelve a cubrir su rostro—¡Dios! Llévate a ese rubio antes de que te lo mandé, por favor—Lloriquea

—No, está bien que te hayas mantenido firme, no se merecían ninguno de los dos, él no te merece porque eres demasiado valiosa y nunca lo supo y tú no lo mereces porque él es demasiado diminuto a tu lado—Mamá toma una de sus manos—Si una persona te ama, también amara tus imperfecciones, respetará tus gustos, te respetará como persona jamás te traicionará de esa manera y nunca se le paga con la misma moneda, no eres igual a él y eso te hace superior.

—Y lo de Blake no lo empujes, solo deja que fluya—Aconsejo—No es el momento apropiado para que tomes alguna decisión, lo de Xan es reciente, tus sentimientos están mezclados y estoy segura que lo menos que quieras es dañar a Blake

Clara tuerce sus labios y asiente sin acotar nada más.

—¿Saben por qué Dustin no ha venido estos últimos días?—Pregunta mamá cambiando el tema y haciendo que me tense—Ni siquiera lo he visto ir a la casa, ¿Pelearon?—Me mira con detenimiento

Dustin, no habíamos cruzado palabras desde el día en que Miranda ingreso a nuestro instituto, Drake y Blake decían que la estaba ayudando a ponerse al día y yo solo trataba de morderme de la lengua para no explotar, en el instituto era como si se lo hubiese tragado la tierra nunca lo veía, y la única clase que compartimos se suspendió esta semana, sin mencionar el viaje escolar que se está organizando como despedida a nuestra generación ya que esta semana finalizan las clases y en definitiva adiós instituto. Tomo una gran bocana de aire y curvo mis labios hacia abajo

—Está un poco ocupado—Miento y comparto mirada con mi amiga

—En realidad está ayudando a una nueva alumna, se incorporó demasiado tarde por motivos personales y tiene tan solo menos de una semana para ponerse al día con demasiadas cosas—Termina de explicar Clara y a mamá se le dibuja una sonrisa en los labios

—Dustin es un chico de grandes sentimientos, es de esas pocas personas que ponen siempre a los demás antes que ellos y en ocasiones es bueno, pero me preocupa que se desgaste y que nadie este para él, le tome gran cariño este tiempo en que ayudó a Delanie, sin duda tiene un alma increíble

Asiento, negada a profundizar en la conversación, lo he llamado, le envié un par de mensajes y sí, tuve respuesta, pero horas más tarde. Incluso muchas veces le dejaba mensajes que no revisaba sino hasta el día siguiente, lo invite a salir al café y me rechazó, cortésmente, por tener que ayudar a una amiga

Todo esto me está comenzando a molestar más de lo normal, y sí, estoy celosa de que el tiempo que antes pasaba conmigo ahora lo este pasando con ella.

—Bien, entonces como el entrenador nos enseñó, a trotar bellezas—Mamá se levanta y toma del brazo a Clara para llevarla de la mano

Sonrío porque mi amiga tiene pésimo ritmo, tal y como lo tuve yo cuando empeze salvó que ella no tropezará con la raíz de un árbol y no caerá con un pelirrojo sobre ella.

Reviso mi teléfono de nuevo, ya se ha vuelto rutina, lo hago a primera y a última hora y ni hablar de cuántas veces lo reviso en el transcurso del día. No tengo notificaciones provenientes del chico que se ha apoderado de mis pensamientos y tal vez sueños últimamente. En cambio, tengo un par de mensajes de Drake citandome en una biblioteca, frunzo el ceño, pero le confirmo que iré.