Pacto

Rodrigo

De vuelta en el hospital veía la cara de mi amigo con un toque demasiado grande de preocupación y a los doctores mirándome como si jesus estuviera en la camilla en mi lugar

-Estabas vivo sin respirar-Comenta mi amigo asombrado

-De que hablas?-Cuestiono aun aturdido pues sentía que me había golpeado una pandilla entera de cholos de los más callejeros

-Dejaste de respirar pero tu cuerpo seguía normal, tu corazón seguía latiendo y de laguna forma la oxigenación de tu cuerpo se mantenía sin ayuda de nada, ni siquiera de tus pulmones-Comenta el doctor sorprendido

-No voy a dejar que el gobierno experimente conmigo, hice un pacto con el diablo por eso me mantuve vivo-Miento ya que no quería un libro de la extraordinaria historia de Rodrigo el hombre que vivió aun sin reparar

-No le hagan caso es bien así sarcástico-Interfiere mi amigo al ver que algunos doctores al parecer si eran ingenuos y me habían creído

-Necesito que me dejen a solas con mi amigo-Pido mirándolo fijamente

Al salir todos y escuchar esa puerta cerrarse solo veo a mi amigo mirándome impaciente por una explicación

-Si hiciste un pacto con el diablo?-Pregunta mi amigo dudoso

-Veinte hice –Contesto sarcástico lo cual no le hizo tanta gracia –Tal vez si lo haga pronto –Comento pensando en aquella mujer tal vez la presión no es algo que me fuerce pero la curiosidad si

-De que hablas?

- Todo es raro y confuso sinceramente espero estar drogado y que todo esto sea solo un mal viaje que se siente lo suficientemente real para confundirme

-Eso no me responde mi duda

-Créeme yo también espero que alguien resuelva las mías pero adivina que, nadie lo hace

-Yo puedo  hacerlo-Dice una voz conocida que asomaba su presencia poco a poco según la puerta abría-Dice la mujer que se mete a todos lados sin ser llamada es súper fastidiosa  

-Mi nombre es Carla- Se presenta tomando asiento junto a mi amigo

-Claro siéntate-Murmuro sintiendo como me hundía mas en esta pesadilla

-La conoces?-Pregunta mi amigo mirándola

-Es del diablo que te hable

-Me alagan tus palabras-Responde Carla con un tono sarcástico

-No estoy entendiendo nada-Suelta mi amigo recargándose en el sofá

-Yo tampoco-Digo casi agonizante pues sentía como los pensamientos luchaban por proclamarse campeones de la verdad absoluta, cada uno con una teoría distinta y más descabellada que la anterior, empujando mostrándome argumentos más irracionales que lo que estaba viviendo

-Le vas a contar a tu amigo?-Susurra la mujer

-Claramente te escucho susurrarme pudiste decirlo en voz alta o telepáticamente, supongo que eso te ha de Salir muy bien-Respondo haciéndola molestar, claramente su cara no era la más amistosa del lugar en esos momentos

-Te van a matar en cuanto puedan ocupas que te protejan-Afirma la mujer mirándome seriamente tratándome de convencerme

-Por qué lo quieren matar? Puedo entender que sea fastidioso pero, a quien hiciste enojar? –Pregunta mi amigo convencido de que había ido con la mafia más peligrosa del planeta y les había matado al jefe a base de puros corajes

-Tu amigo es un poco especial e idiota-Contesta la mujer viéndome

-Me alagan tus palabras-Digo mientras mi amigo expresaba en su rostro la crisis más grande a lo largo de su existencia mental

-En que puedo ayudar para que no lo maten?-Cuestiona mi amigo comprometido con la causa “salven al pendejo”

-Convéncelo que acepte ir con nosotros-Responde la mujer levantándose, me miro, miro a mi amigo dejo una tarjeta en la mesa y se fue sin decir nada

-Esa se cree en una película-Comenta mi amigo tomando la tarjeta –Es como de un templo solo viene la dirección y un tipo código-Señala mi amigo mientras me muestra la tarjeta de con un claro material barato

-Estas juzgando el material y no lo que dice verdad?-Pregunta mi amigo molesto ante su poca comprensión del enfoque de mi cabeza

-Si no les alcanza para unas buenas tarjetas dudo que tengan algo de buena calidad-Respondo de manera burlona

-Me haces dudar en si quiero seguir escuchando tus razonamientos sacados del culo-Indica mi amigo mirándome molesto

-No sabrías que hacer sin mí, pero tienes razón no tienes que seguirme en esto, es peligroso y no sé qué haría si te pasa algo por mi culpa

-Eres más idiota de lo que pensé, enserio crees que voy a dejar que alguien más trate de matar al idiota que lleva años jodiendome todo el día?

-Soy el idiota que alegra tus días, espero que el que te los jode se cuide porque si te escuchaste molesto-Respondo riendo mientras escucho como se abre la puerta dándole paso al doctor y todo el circo de enfermeros que querían ver al hombre milagro, realmente espero que ese doctor cobre por verme porque si no lo está haciendo  se estaría viendo muy idiota