Después de Él; No hay Nada

La previa

Este fue el inicio de todo de un antes y un después de Él.

Yo estaba convencida de que el Niño tenia novia y no estaba equivocada, pero en parte si porque ya habían pasado unos meses desde que habían terminado la relación pero que aún se seguían viendo de vez en cuando.

 

En esa investigación exhaustiva que toda mujer sabe hacer supe que era de la misma edad que llevaban un buen tiempo juntos pero que por diferencias estaban en ese vaivén que n o sabían donde estaban.

 

Pero yo no me considere que debía investigar mas y solo me quede con la información que adquirí para mi tranquilidad de que el estaba en lo que fuera eso, pero menos interesado en mí.

 

Pero yo si me pude dar cuenta que yo andaba más interesada en Joss más de lo que debería asumir, esa alma vieja me tenia absorta pero ese matiz de aventura me atraía cual polilla a la luz.

 

Pasaron semanas donde no nos vimos solo eran mensajes, de todo un poco podía saber que hizo la semana pasada porque de todo me hablaba, hasta de lo de su ex, me hablaba aun cuando ni siquiera yo le preguntaba.

Lo estaba dejando ser, estaba esperando que quizás el se cansara para poder irme sin un quizás en mi cabeza; pero cada día veía más lejos que ese día llegara, no solo ya le contaba de su día a día, sino que se interesaba si comía o no, si dormía bien o no, sabía que el si se veía con mi papa para sus consultas, pero yo me escabullía a mis trabajos y demás obligaciones para poder permitir que cada uno siguiera con su vida.

 

Los días pasaron entre mensajes y llamadas, algunos no contestando para no crear hábitos, pero con la excusa del trabajo.

A veces sentía que él lo sabía o lo suponía que todo eso era yo sacándome de la ecuación.

Pero El continuaba ahí, queriendo saber de todo y por todo de mí. Las razones y mis pensamientos. Parecía que estuviera buscando un tesoro perdido hasta que encontró en una noche que me le presentara tal cual era.

 

No soy de escribir hasta muy altas horas de la noche con nadie, y menos tener conversaciones trascendentales porque siempre he sabido que ahí es donde mi cerebro no tiene filtro, soy directa sin atisbos de misterios.

Y esa noche no fue diferente.

 

Estaba haciendo mucho frio afuera se sentía el viento silbar, la calefacción estaba a tope y aun así se sentía el frio.

El sueño no estaba por ningún lado y me fui a hacerme un chocolate para colocarme a adelantar y aprovechar el tiempo, pero cuando estaba esperando que el agua calentara porque ya tenía el resto de los ingredientes listos; sonó la alerta de un mensaje eran la 1 am y me dije quien se le ocurre estar hablando a esta hora.

Miré y era el me dije: Quien mas sino el niño Joss.

 

El mensaje ese solo un emoji llamando la atención y luego entonces respondí de la misma manera y luego escribí:

 

  • ¡A dormir Niño!

La respuesta fue un emoji que me sacaba la lengua y luego decía:

  • Usted no me manda y yo aprendo con el ejemplo.

 

Me reí. Porque ya sabia como responderme para que no me gustara, pero lo deje ser y le pregunte que estaba haciendo fuera de escribirme

 

Y aun trato de arrepentirme de esa pregunta, pero no lo encontrar el arrepentimiento.

 

Me respondió: - Extrañarte

Mi corazón se detuvo una milésima de segundo y luego se me dibujo una sonrisa y comenzó mi pobre corazón a galopar y mis dedos traicioneros escribiendo. – No mas de lo que yo te extraño.

 

Y ahí supe que estaba perdida traté de no hablar, puse el móvil en modo avión para que no entraran los mensajes, pero esa era la hora de mi perdición.

 

 

La fuerza de voluntad me duro escasos 2 minutos y excitada volvía a reactivar la red cuando comenzó a sonar las alertas y abrí el chat donde decía:

  • Lo solucionamos de una vez, voy a tu casa.
  • Niña solo dime que sí y llego
  • ¿¿Estás ahí?? No me dejes después de decirme que me extrañas.

 

Vi que estaba escribiendo cuando respondí:

  • Aquí estoy.
  • Solo hubo problemas técnicos.
  • Pero ya todo ok

 

Joss sin más respondió:

  • Estaba por ir a ver si seguías viva, pero ya vi que tu corazón volvió a latir
  • ¡No te olvides de respirar vale!

 




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