Después de la lluvia

A solas...

Esa mañana la hierba aún tenía gotitas brillantes que esperaban para saludar al sol, caminar descalza en la hierba es sentir la mordida helada y vigorosa de la naturaleza.

Cuando el insomnio llega, salir a caminar por el bosque cerca de la laguna resulta una terapia para los sentidos, la naturaleza habla con el alma.

Las estrellas son compañeras fieles, que aún entre las nubes, permanecen con su luz, y narran historias de todo lo que ven, historias que les confiamos por miles de años.

Me envuelvo en la frazada y sigo por la orilla, se ve como el viento mueve un poco el agua creando ondulaciones que vibran cuál baile

El agua termal desprende un vapor que atrae con ensoñación, dejo mi frazada y mis prendas a un lado y voy permitiendo que el agua cubra mi cuerpo.
Es la mejor hora para nadar, nadie interrumpe esa unión sagrada con la naturaleza, que permite la meditación y da tiempo de orar, rezar, cantar, ser, vibrar.
Recordar al amante silencioso que comparte su cuerpo, aroma y pasión cada  madrugada.
La feliz infancia llena de juegos inocentes, de risas despreocupadas, alegrías infinitas, cuando explorar era permitido, que ser feliz era sencillo.

Después de éste regalo al alma, salir y sentir los primeros rayos de sol , renacer consciente, con el conocimiento y experiencia de todo lo vivido.



#17550 en Otros
#5084 en Relatos cortos

En el texto hay: nostalgia

Editado: 01.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.