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Madre…
No sé en qué momento lees esta carta, pero lo único que sé es que ya no estaré contigo.
También quiero que sepas que, a pesar de todo siempre te amé, aunque ese amor me llego a lastimar y talvez nunca te perdonare la falta de ello, pero a cambio de esta falta quiero que pases más tiempo con mi hermano, convivan en familia, tengan tardes juntos, desayunos los domingos, una noche de cine con palomitas en la sala. Todas estas cosas las quise hacer contigo, pero, nunca me disté la oportunidad de hacerlas contigo. Siempre me reprochabas de algo, pero sabes, talvez ya es muy tarde para hablar de eso, solo quiero que cumplas esta petición, talvez la única y la última que te hare en tu vida.
Fue una mierda la vida que tenía, sé que te costó tanto dármela, pero de verdad ya no soportaba cargar con el peso de no ser querida ni por mi familia, no los culpo sé que en ese momento no estaba en sus planes tener una hija y mucho menos mujer, pero quiero que jures que si llegas a tener otra hija, le des todo el tiempo que a mí no, todo el amor que yo no tuve, toda la atención que me falto, en pocas palabras, dale lo que a mí no, trátala con amor como en algún momento te llegue a pedir, todavía recuerdo ese día aunque hubiesen pasado tantos años.
¿Lo recuerdas? Lo más seguro es que no, talvez recuerdes a esa niña de 5 años que te pidió que le digieras al menos un te quiero pero solo recibió de ti estas secas palabras “como quieres que te diga eso si ni siquiera lo siento, yo siempre te quise abortar pero tus abuelos no me dejaron, si con esto vas a dejar de andar molestando, bien te quiero, ahora lárgate de mí vista” esas palabras fueron muy crueles sabes, aun no puedo sacarlas de mis pesadillas, desde ese día no te seguí insistiendo en que me digieras te quiero, como se lo decías a mi hermano.
También muchas veces trate de hacerte sentir orgullosa, pero nada funciono, todo lo que hice fue en vano, siempre hacia lo que tus amigas presumían tanto de sus hijas, tratando siempre de conseguir el primer lugar ara que tu pudieras hablar tanto como quisieras de ello, sin embargo, siempre los echabas por la borda o no les prestabas atención, talvez algún día saques todos los trofeos de esta caja y los presumas con tanto orgullo, como yo algún día quise lo que hicieras, así podrás llenarte la boda de todas las cosas que hice y no alagaste en su momento.
Espero y ahora seas feliz, hice todo lo que pude, pero hay algo que nunca logré conseguir… tu amor. Talvez en otra vida ese vuelva a ser mi objetivo, hasta entonces…
Te amo … tu hija