Segunda Carta

-tus acciones dicen más que tus palabras-

Hola papá

Talvez te preguntes… ¿Qué hice mal?

La verdad es que todo y nada, me prestabas atención, talvez si, talvez no; a lo mejor lo dos fuimos los del problema, o simplemente no supimos resolver el problema. Nunca tuvimos comunicación o talvez no supimos hacerlo.

Si lo sé son muchos talvez, pero ya no se podrá hacer nada de eso. Eres un gran padre, lamentablemente no conmigo, pero veía constantemente lo buen padre que eras con mi hermano, una persona grandiosa con mi madre, un gran jefe con tus empleados, con la mejor autoridad en tu empresa. Siempre fuiste el mejor para mí en todo lo que hacías.

Siempre quise ser como tú y ser la mejor en todo, pero no pude con lo más simple que era ser su hija, no sabes cuánto me dolía no poder tener al menos 1 minuto de tu atención. Siempre me dijiste estar orgulloso de mis logros, sin en cambio, nunca vi ese orgullo, en su lugar siempre hubo indiferencia, aún recuerdo la primera vez que dijiste estar orgulloso, siendo sincera no creí que fuera así, tus palabras me dijeron algo, pero todo tú me enseño otra cosa, si, aún recuerdo ese día

“-papa – llegue corriendo contigo

-que quieres – me dijiste aun viendo tu periódico

-quede en primer lugar en mi salón – en ese momento te enseñe mi papel

-estoy orgulloso de ti – eso fue lo que dijiste, pero solo te quedaste en la misma posición”

Ese día yo me fui a mi cuarto. No entendía el porqué de tantas palabras vacías, tantas acciones negativas y tanto desinterés por mí. Hasta el día de hoy sigo sin comprenderlo, pero sabes que solo tengo, unas ultimas peticiones:

Valora el tiempo con los demás, descubre que es lo que tus acciones le denuestan a los demás, nunca digas o hagas algo de lo que después te arrepentirás, también si algún día llegan a tener otro hijo, valóralo, compréndelo, platica con él. Porque todas estas pequeñas acciones pueden cambiar a una persona, quero que hagas todo y jamás se quede en un talvez.

Talvez en otra vida nos volvamos a encontrar, hasta entonces te volveré a apreciar

Con amor… tu hija