Capítulo 2

{{Tranquila Amaranta, solo debes decirle que un ser humano crece en tu vientre}}

Miro a todos a mi alrededor sentados en el sofá de L que esta en la sala, todos me observan a la espectativa de mi respuesta, logré convencer a mamá que no les dijera nada.
Los ojos de mi mamá chispean alegría pero yo tengo miedo de la reacción de los demás, menos de la reacción de Alaska, no me importa lo que ella piense o diga.

Llevo mis manos a mi vientre y lo acunó entre mis manos

_Aquí.- bajo mi mirada a mi vientre y lo acaricio._ Hay un pequeño bebé creciendo.- levanto mi mirada y mi padre esta en shock, Alaska tiene los ojos cristalizados y Aldahir esta igual que mi padre

Mi mamá le da un codazo a papá y este reacciona dándole un manotazo en el rostro a mi amigo

_¿No dirán nada?.- mis manos tiemblan por sus reacciones, papá se levanta totalmente serio de su lugar, a unos centímetros de mi cuerpo abre sus brazos y me resive cálidamente entre ellos, suelto todo el aire que tenía atrapado en mis  pulmones.

Abrazo a mi padre y me suelto de él, observo a Aldahir que esta a unos pasos de nosotros, su rostro refleja una extraña mezcla de sorpresa y otro sentimiento que no puedo reconocer

_¿No vas a felicitar a tu mejor amiga?.- sus gruesos labios se curvan en una sonrisa que me deja ver su perfecta dentadura, él me saca por lo menos una cabeza de altura, reposo mi mejilla sobre su pecho y me quedo allí unos minutos, me hace sentir tranquila.

Me separo de sus brazos y miro a Alaska quien se acerca a mi, sus ojos están cristalizados de lágrimas, me quito de su camino y me dirijo a la cocina donde mi mamá prepara algo de comer, antes de salir de la sala puedo escuchar un suspiro proveniente de ella

{{Maldita}}

Atravieso el humbral de la puerta y suelto un suspiro, Jhonas no esta aquí presente y no permitiré que este después. Bajo la mirada a mi vientre y coloco mis manos sobre este

{{Te amaré y cuidaré, lo prometo}}

Alzo nuevamente mis ojos al recordar los escalones que debía subir para llegar a la cocina.
Los escalones crujen bajo mis pies y un olor extraño se empieza a hacer presente en el pequeño y estrecho pasillo, trato de ignorarlo ya que es una casa vieja que fué remodelada para usarse como departamento. Sigo con mi camino pero me detengo cuando nuevamente escucho su voz, la voz de una niña y el llanto de un bebé.

Me quedo paralizada y trato de girar aunque mi mente me este gritando que no lo haga, me empiezo a dar vuelta lento y cierro mis ojos, los aprieto lo mas que pueda

_Abre tus ojos Amaranta.- trato de no hacerlo pero no puedo ir en contra de sus peticiones, abro mis mis ojos y una niña con la piel quemada por partes esta frente a mi, en las cuencas de sus ojos hay un atisbo de luz azul y otro café.

Estoy congelada en mi sitio, necesito moverme pero no puedo. Ella camina hacía enfrente con el bebé llorando en sus brazos, estoy sudando y las manos me tiemblan pero no puedo moverme

_Esta es tu bebé, ella lo pagará todo por tu culpa.- destapa la carita del bebé que lleva en brazos y unos hermosos ojos azules me resiven al igual que una hermosa sonrisa sin dientes._ Disfrútala lo mas que puedas, cuando mas la ames me la llevaré conmigo y no la volverás a ver.- Una sonrisa se curva en los labios de la niña, dientes podridos aparecen en mi campo visual.

La bebé cae de sus brazos y un fuerte grito escapa de mi garganta al ver que la niña patea lejos a la bebé, el llanto de la bebé ya se escucha, de un momento a otro mi madre esta junto a mi en el pasillo, me quedo en mi sitio observando a mi alrededor, buscando señales de la bebé pero no encuentro nada

_¿Qué pasó hija?¿Estás bien?.- lleva sus manos a frente y mejillas asegurándose de que este bien, tomo sus manos y le dedico una suave sonrisa para tranquilizarla

_Tranquila mamá, vi una rata y me asusté, ya sabes el asco que me dan.- suelta un suspiro y dice que me espera en la cocina, le sonrío y doy una última mirada tras de mi para asegurarme de que no haya nada

Dos semanas han pasado desde todos estos sucesos. Mamá y papá salen de la casa para hacer compras de lo que falta en la cocina y comprar mis antojos porque sí, no me dejan salir de la casa a menos de que sea urgente, Aldahir dijo que debía arreglar unos asuntos de su trabajo así que no puede pasar mucho tiempo conmigo y por ende estoy sola con Alaska la mayor parte del día.

Las paredes de mi habitación nunca me habían parecido tan tristes y sombrías, es como si todo buen recuerdo que tengo aquí estuviera sujeto a su recuerdo. 
Quiero irme pero no tengo a donde mas ir, mamá y papá viven con Alaska y no quiero tener que soportar su presencia por toda la casa todos los días, ni mucho menos deseo que ella este cerca de mi bebé; entre tanto pensamientos no me percato del insistente sonido del timbre que se repite una y otra vez con insistencia.

_Ya voy.- grito desde el piso de arriba por una de las ventanas. Mi pequeña barriga aún no pesa tanto pero tantos insidentes últimamente, me han hecho sentir un poco mal.

Termino de bajar las escaleras y abro la puerta, el rostro ojeroso y pálido de Jhonas se muestra frente a mi; el corazón me late rápido y el pecho me duele, cierro la puerta antes de que decida entrar pero es tarde, su pie se atraviesa entre el marco de la puerta y la puerta.

_Amaranta yo..- estampo mi mano contra su mejilla, las marcas de mis dedos están marcados sobre esta.

Su mano se levanta y por un minuto creí que me golpearía pero la deja caer nuevamente vuelta un puño

_Wao! Que buen hombre, no le pega a las mujeres y mucho menos a las embarazadas.- mi tono es notablemente sarcástico, sus ojos están fijos en mi rostro._¿Qué quieres?.- me atrevo a preguntar

Las palabras parecen estar atoradas en el fondo de su garganta, su frente empieza a sudar y esta notablemente nervioso

_Quiero que me perdones, fuí un imbécil y lo siento, debí confiar en ti. Amaranta yo te amo y no puedo estar lejos de ti y mucho menos lejos de nuestro hijo.- trata de tocar mi vientre y le doy un manotazo, sus mandíbulas y nudillos están apretadas, puedo oír el rechinar de sus dientes.