Abre los ojos Ami

Las casas pasan rápido, nisiquiera puedo alcanzar a verlas, no puedo detenerme o bajar la velocidad. El viento choca de manera violenta contra el parabrisas, esa niña, ella sigue allí, puedo observarla por el retrovisor. No quiero voltear, no debo voltear quizás ella este allí, esperando el movimiento de mi cintura volteando a un lado para atacar, para arrancar mis ojos; para matarme.

Los claxoms de los autos cuando paso frente a ellos se hacen presente, el sonido desesperante me estresa aún mas pero ella sigue allí, no tengo idea de si esta dentro del auto o es solo un espejismo creado por mi mente convalecenciente....
Las luces de los autos  pasan frente a mi a toda velocidad, hace mucho pasé la calle de mi casa, me da miedo parar y que ella siga allí, sigo conduciendo hasta parar en un lago cercano a mi casa, frente al lago vive la madre de Jhonas; ella no sabe de mi embarazo.

Paro frente a la casa y cierro los ojos, siento unas frías manos sobre mi garganta, el aire se me atasca y no llega hasta mis pulmones; siento su rostro cerca de mi cuello, el sonido atascado de su garganta tratando de halar aire irrumpe y rompe el silencio dentro del auto, su mano escose sobre mi piel, esta quemando....

¡Grita de dolor, grita!

Un grito de dolor sale de mi boca, duele, es tan fuerte el grito, que duele en mi garganta.

Abre los ojos Ami....

Y los abro, abro los ojos de manera inconsciente, abro los ojos aunque me este quemando la garganta y los ojos me escosan, abro los ojos porque hace años que nadie me dice Ami..

Mi mano se dirige de forma involuntaria a la zona donde ella esta apretando, aprieto esta vez yo su mano y la piel se desprende quedando adherida a la palma de mi mano, observo la piel negruzca que esta adherida a mi, es negra y sangre del mismo color esta alrededor de ella; nuevamente grito y en un impulso de valentía giro mi cabeza en dirección a donde ella esta, mis ojos se agrandan y mi boca se abre una y otra vez tratando de formular alguna palabra, me echo para atrás golpeando mi espalda contra la puerta del auto.

Una hermosa niña de unos brillantes ojos azules, cabellos marrones y piel blanca; ella estaba allí, allí sentada y se veía tal cual y como era antes del cáncer. Sentada en los asientos traseros, llevaba su falda y top favoritos, su rostro estaba adornado como siempre con una hermosa y gran sonrisa, como si nada hubiera pasado, como si ella estuviera viva..

Me estiro todo lo que puedo, deseo abrazarla y si es posible no soltarla, necesito tocar su piel para saber que enserio es ella, que de verdad esta allí sentada. Entre mas me acerco mas lejana la veo, siento que se aleja poco a poco, la necesito cerca

_No te vayas, Keisy quédate por favor.- son susurros no palabras, susurros ahogados salen de mi garganta buscando una respuesta de mi amiga pero no la recibo, solo una mueca tristona del rostro joven y cansado de mi amiga. De un momento a otro ella ya no esta, solo queda el puesto vacío donde una vez estuvo sentada ella.

Me quedó allí con la mirada fija en ese sitio, no puedo y no quiero apartar mi mirada quizás parezca nuevamente y yo no la vea. En mi trance a lo lejos escucho golpes que cada vez se hacercan mas y mas, hasta el punto de estar a un lado de mi haciéndome pegar un brinco; me giro y observo la ventana del auto y la madre de Jhonas esta allí parada con una mirada preocupada.

Parpadeo un par de veces hasta entrar en razón nuevamente, observo a los puestos traseros y compruebo que no haya nadie; bajo del auto y coloco la alarma.
Le sonrió a Yilen y le doy un abrazo, ella me corresponde y me pide que la acompañe a la casa.

_Oh cariño, tenía tantos años sin verte, en esta casa hace falta el olor de tu lasaña.- me da una sonrisa y me guiña el ojo provocando una leve risita de mi parte.

Yilen no vive en altas comodidades, su casa es mas bien una cabaña a las orillas del río; a ella no le agradan las visitas ni micho menos el bullicio de las personas, prefiere estar alejada y cerca de donde su pequeña hija se ahogó

_Usted sabe que cuando lo desee puedo venir, solo debe llamarme.- Le doy una pequeña sonrisa y nuevamente observo la casa, como siempre esta llenas de "signos de protección seltas" Yilen es Irlandesa y en su familia le inculcaron este tipo de cosas.

_Se lo que pasó con Jhonas.- en ese mismo instante me giro y la observo en busca de algún repreoche o insulto por haber herido a su hijo._ No lo voy a defender, estuvo mal y solo esta pagando por todo lo que hizo.- y es en este instante donde logro sacar el aire retenido en mis pulmones.

Me acerco a ella y tomo sus manos entre las mías.

_él no solo me lastimó a mi, también lastimó gravemente a mi hermana y también..- dejo la frase en el viento y Yilen me observa con la duda floreciendo en sus muecas y expresiones.

_Ay niña ya dime, estoy muy vieja para estás cosas ¿Estás bien verdad?.- suelta una de mis manos y la lleva a mi frente, inspección mi rostro y se aleja un poco de mi en busca de cualquier signo de malestar._ No veo que traigas yesos o algo así ¿Esta todo bien?.- inhalo y exhalo rápido y suelto todo de una sola vez.

_Aquí dentro esta creciendo un bebé muy fuerte, lo que significa que serás abuela.- no se mueve, no respira, solo esta allí plantada observándome con cara de haber visto un fantasma. Un fino grito sale de la garganta de ella haciéndome pegar un brinquito en mi sitio, sus brazos envuelven mi cuerpo y sus labios van a parar a mi frente y mejillas, esta feliz

_Niña ¿Te estás dando cuenta? ¡Voy a ser abuela!.- baila por toda la habitación arrastrando sus largas faldas y depronto para en seco y voltea a mirarme con el rostro totalmente serio._ debes cuidarte, ella vendrá por la bebé, te desprecia a ti por llevar en el vientre un ser tan perfecto.- borro cualquier rastro de sonrisa de mi rostro y el miedo se apega a mis entrañas, tengo mucho frío tanto que empiezo a temblar sin ninguna razón aparente.