15/Mayo/2005
Llegué nuevamente al hospital, me han dicho que mi corazón no está funcionando bien, y no de manera emocional, sino que de pronto dejará de latir. Sabes, sentí incredibilidad al darme cuenta que me queda poco y tanto por hacer, es cierto que estoy muriendo lentamente, es cierto que ya no tengo nada, y también es cierto que, es mejor partir. Sin embargo ¿qué hago mientras espero a que pase? Por mi estado de salud me han despojado de empleo, de igual forma ya no lo necesito, tengo pocos ahorros, pero creo que me alcanzará lo suficiente para el último cacho de vida que me queda.
Hoy por fin he tenido la iniciativa de asearme, después de tanto tiempo sin hacerlo, también me preparé un bocado, según el doctor bajé veinte kilos . Me alegré un poco por la visita de mi ex compañera de trabajo, que por cierto se llama Agustina, me dijo que todo estaría bien, y que sobre todo, no me sintiera sola, no sabes la esperanza que brotó dentro de mí, no esperaba a nadie, pero ella llegó a darle un poco de vida a esta casa, también escuchó mis pesares, aún así no me arranco esta soledad que llevo dentro. Conversar con ella fue como viajar a mi pasado, en donde te encontrabas tú. Es lindo indagar por aquellos tiempos, pero cuando vuelvo a mi realidad todo se vuelve oscuro y triste. Estoy hundida en una gran depresión, ¿Acaso no escuchas mis necias palabras? Por supuesto que no, sólo le estoy escribiendo a una vieja libreta las tantas cosas que quiero decirte, y sí, es verdad, yo sola estoy creando ilusiones tontas.