Un relato escrito con la intención de aprender a dejar ir. Aunque no lo querramos, el pasado siempre dejará una huella, pero en nosotros corresponde que tanto nos afecte. Algunos recuerdos siempre dolerán, pero aprendamos a perdonar, no por los demás; sino para nosotros mismos. Desde ese punto, comienza a surgir el amor propio, la aceptación de la situación, y primero que nada comenzar a soltar. El posicionarnos a nosotros mismos primero, no es porque seamos egoístas, es porque así debe de ser, porque para poder amar a los demás, tenemos que amarnos a nosotros mismos primero.
Con mucho cariño: Lizbeth Torres.
"Amémonos para ser amados"