Emma
— El señor la está esperando en su oficina — habló la secretaria con una sonrisa.
Caminé siguiendo a la secretaria por el pequeño pasillo hacia la oficina de mi futuro socio... espero.
—La señorita Emma está aquí —dijo cuando golpeo y luego abrió la puerta.
—Que pase —la secretaria me miró e hizo una seña para que entrará.
Caminé hasta el escritorio a paso medio, él mantenía la mirada en algunos papeles.
—Buenos días señor Jeon —hablé
Se puso de pie y se quedo mirándome un par de segundos
—¿Le pasa algo?
Sí planeaba decirle que soy yo aquella chica que contrató para cuidar a su hijo hace años, pero primero quería asegurarme de que se acordaba de mí.
—Nada... es solo que su rostro me es familiar —soltó mi mano y se sentó—, mejor ignore lo que acabo de decirle.
Lo miré en silencio, el rostro de aquel hombre se notaba cansado y no, no me refiero a que parezca como si hubiese tenido una mala noche llena de insomnio, sino más bien al hecho de que la vida lo había tratado mal.
—Señor Jeon, un gusto volver a verlo —sonreí.
Mis palabras parecieron haber hecho eco en su interior confirmando lo que había sospechado.
—¿_______? —asentí— Pero... tu... hace años estabas... ¿Cómo es posible?
Solo me mantuve sonriendo esperando que no le suceda nada malo, como un ataque o algo así.
—Estaba todo planeado —empecé a hablar pues se notaba un poco más tranquilo—. El hospital, la muerte y el entierro.
—¿Qué?
—Usted y yo sabíamos que los principales objetivos cuando me contrató fue el de cuidar a JungKook y atrapar al tipo que los amenazaba. Algo que no mencioné en ese momento es que una vez que haya terminado mi misión me iba a ir y desaparecer de sus vidas.
—¿Y el disparo? —frunció el ceño
—Fue algo que lo usamos para nuestro beneficio. La herida no fue grave, pero ya que había terminado todo, mi padre me propuso fingir una "muerte"
—Vaya, esto es de no creer —asentí— JungKook después de eso no se repuso —miró fijamente a la nada— Él un día dejó de hablarme, no comía y se empezó a cerrar en su mundo, me quedé a su lado acompañándolo, pero a él parecía molestarle mi presencia pero no me importó y seguí a su lado. Cuando se graduó, tomó sus cosas y se fue, si decirme una sola palabra y hasta no he podido verlo, le he llamado y no contesta, he llegado a pensar que cambió de número y no volví a insistir, era claro todo, él me culpaba por tu muerte y aunque me negaba a creerlo, cada día que pasé a su lado, al mirar sus ojos mostraba lo que él sentía por mi... odio.
Lamentaba escuchar todo lo que él había pasado... lo que ellos pasaron. Ya escuché la parte de Kook y dolió, ahora escuchar a su padre hizo que en el pecho se me formara un hueco. Debía solucionar esto.
—He visto a Kook —se sorprendió
—¿Cómo esta? ¿Te habló de mi?
—Esta bien, y sí, me hablo de usted. ¿Quiere verlo? Porque puedo solucionarlo.
—Por favor —se puso de pie, se puso delante de mi y se arrodillo—. Necesito verlo, necesito que me hablé.
Me puse de pie, me acerque y me arrodille también.
—Él también lo extraña —pude ver en sus ojos un pequeño destello de esperanza—, y estoy segura que quiere verlo. —ayude a que se parara.
—Voy a agradecértelo toda la vida
—Pero si por mí fue que pasó todo eso, ¿Por qué me agradecería?
—Volveré a ver a mi hijo ¿Cómo no agradecértelo? —sonrió— Lo que haya pasado ya no importa
—Mañana a las nueve en el restaurant "Bon appetit" ¿Le parece?
Noté que su rostro se iluminó mientras asentía.
—Nos vemos mañana, me encargaré de reservar una mesa. Pregunte por mí —salí de su oficina y me dirigí hacia mi auto, tomé las llaves y lo encendí.
Me estacione en la casa de pequeña niña a la que esta cuidando Kook
No puede pasar más tiempo y que ambos estén separados.
Tomé mi celular y le mandé un mensaje "Estoy afuera, sal."
No bajé del auto hasta que lo vi salir y acercarse para golpear suavemente uno de los vidrios del auto, con una mano le hice una seña para que subiese, estiré mi mano a la puerta del copiloto para abrirle.
—¿Qué haces aquí? ¿Ya me extrañas? —sonrió
—Ya quisieras —golpeé suavemente su brazo— ¿Puedes salir mañana?
—Sabes que tengo que cuidar a...
—No importa —lo interrumpí—, solo quiero pasar un tiempo agradable contigo
—Y decías que no me extrañas —me guiñó—. Quizá este ocupado —miró su reloj—, pero si lo que quieres es verme y mueres porque esté cerca de ti, creo... creo que puedo hacer un espacio para ti.
Tuve que contener la respiración para evitar reírme ante sus ocurrencias, pero por más que quise no pude contenerme y terminé riendo muy fuerte provocando que me faltara el aire.
—Muy bien "Cristhian Grey" "Señor ocupado" —hablé con la respiración agitada
—No sabia que veías esa clase de películas —arqueó las cejas—. Sí quieres podemos recrear alguna escena. ¿Qué dices?
—¿Desde cuando hablas así? —volví a reír.
—Debo lanzarme —movió los hombros.
—Acepto —lo miré fijamente y lentamente me acerque a él
—Eh... yo... Emma —sonrió nerviosamente
— ¿Cuándo tienes tiempo? —toqué su pecho— ¿Sabes? Ahora mismo podríamos recrear la escena del auto —guiñé y me acerque a su oreja—, ya sabes... cuando la señora Grey es perseguida mientras conduce un auto, ya tenemos la posición solo acepta JungKook —al ver la cara que puso ante mi cercanía y mis palabras comencé a reírme —. Hasta crees —golpeé su nuca
—Estas mal Emma —seguí riendo ante el tono rojo que adquiría su rostro
—Mañana iremos al restaurant "Bon appetit" donde me viste por primera vez. Vengo por ti a las ocho. Ahora bájate que tengo cosas pendientes que hacer
—Tan amable como siempre —bufó